Agosto 9 de 2017
Cuando la violencia contra las mujeres mata, hablamos de femicidios. El femicidio es una manifestación extrema de la violencia de género contra las mujeres. Se trata de un homicidio agravado donde la víctima es una mujer que sufre este delito por su condición de serlo. Es, por lo tanto, una expresión del poder y control sobre la vida, la libertad, los cuerpos y la sexualidad de las mujeres. En el Ecuador el femicidio está tipificado como delito en el Código Orgánico Integral Penal (COIP).
Para ampliar el concepto, la mexicana Marcela Lagarde de Los Ríos, estableció que el término adecuado es feminicidio pues se refiere a la muerte de las mujeres en un contexto violento, en donde existen tres responsables: victimario, sociedad y Estado. Es decir que cuando se produce este tipo de violencia se da una fractura en el Estado de derechos que favorece la impunidad ante estos delitos.
Pero más allá de los conceptos, la prevalencia de este delito se ha multiplicado en el Ecuador, pues las cifras siguen subiendo – tal como mostramos en el mapa-. Ya desde el 2011, la Encuesta Nacional de Relaciones Familiares y Violencia de Género contra las mujeres, realizada por el INEC, evidenció que 6 de cada 10 mujeres han sufrido algún tipo de violencia; 1 de cada 4 mujeres han sido víctimas de violencia sexual; y, 4 de cada 10 mujeres han sido maltratadas físicamente. Aún más desgarrador, estas cifras oficiales demostraron que los perpetradores de la violencia de género hacia niñas, adolescentes y mujeres son diversos y están presentes en todos los ámbitos del quehacer social (familiar, educativo, de la salud, laboral,comunitario), pero la mayor de ellos son parientes, allegados y conocidos de las víctimas: el 76% de las mujeres sobrevivientes de violencia identifica como agresores a su pareja, ex pareja, convivientes o amantes.
Es decir que vivimos en un país en donde la violencia de género contra las mujeres circula con impunidad y total seguridad por nuestras calles, nuestras casas y nuestros lugares de trabajo… porque el poder patriarcal sigue siendo privilegio de unos pocos y el verdugo de muchas mujeres, niñas o adolescentes.
Como Colectivo de Geografía Crítica en alianza con la Fundación ALDEA y con la Red Nacional de Casas de Acogida del Ecuador, tenemos la certeza de que es indispensable una acción social comprometida con la prevención, la atención, la protección, el acceso a la justicia y la reparación de los derechos de las víctimas. Es necesario frenar la impunidad y concretar medidas efectivas de prevención de la violencia dentro del ámbito familiar, así como la atención a las víctimas.
Nos sumamos a todas las acciones para visibilizar esta realidad, mostrar datos y cifras que permitan orientar una política pública que frene la impunidad. Marcia, Paola, Cristina, Vanesa, Adriana, Mercy, Yadira, Narcisa, Petra…sus vidas nos importan.
BASTA DE FEMICIDIOS. LA IMPUNIDAD TAMBIÉN MATA.
Súmate al Manifiesto geográfico contra violencia hacia las mujeres enviando un email a geografiacriticaecuador@gmail.com