Cada año, el último sábado de junio, las calles del centro histórico de Quito, se cubren de colores, lentejuelas, encajes, maquillaje, pancartas y globos bajo un solo mensaje: igualdad de derechos a la comunidad LGBTI (lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersex).
Hasta 1997 en Ecuador, la relación entre dos personas del mismo sexo era penalizada con una sanción de 4 a 8 años de prisión, pero el 27 de noviembre de ese año se eliminó el inciso 1, del artículo 516 del Código Penal Ecuatoriano, que establecía la pena. Esto, luego de una lucha ardua de la comunidad LGBTI.
“En nombre de las compañeras trans asesinadas y desaparecidas en los 90 – dice Giovanny Jaramillo, presidente de Bolivarianos Diversos – seguimos en la lucha. Su muerte no fue en vano, estamos trabajando y consiguiendo los derechos de a poco. Por Karola, Carolina, Isis, Abigail, Andrea, la Loba, Picuda, por ustedes es la marcha, por las que no están”.
Miles de personas participaron en la marcha denominada “OrguYO 2018”, el recorrido arrancó desde la plazalota Simón Bolívar, en La Alameda, hasta el parque Cumandá, sede de clausura de la marcha desde hace dos años.
*Redacción Lalíneadefuego
El problema no es problema. /Tu patria es mi patria/ Tu problema es mi problema/ Creo que es necesario leer el escrito de Tomas Rodríguez León: LOS DEBERESHUMANOS. alli hay una frase super importante:
“Nos fue propuesta una Declaración Universal de Derechos Humanos y con eso creímos que lo teníamos todo, sin darnos cuenta de que ningún derecho podrá subsistir sin la simetría de los deberes que le corresponden. Con la misma vehemencia y la misma fuerza con que reivindicamos nuestros derechos, reivindiquemos también el deber de nuestros deberes. Tal vez así el mundo comience a ser un poco mejor”. José Saramago.
Y también hay que leer a Daniel Stulin, para repensar en el no al extremismo.