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viernes, noviembre 22, 2024

PENALIZACIÓN DE LAS PLANTAS SAGRADAS. Por Atawallpa Oviedo Freire*

El colonialismo y el capitalismo desde que llegaron a América nos han ido destruyendo poco a poco, especialmente nuestros saberes milenarios. Han cogido nuestras plantas como la hoja de coca y  la amapola para convertirlas en drogas, las que tanto daño hace a las personas que las consumen.

Desde siempre hemos utilizado diversas plantas para curarnos, entre ellas la Ayawaska, el Awakolla o mal llamado San Pedro, etc., aunque no han podido utilizar sus principios activos y convertirlos en drogas. Sin embargo, como su propósito es extinguir todo lo propio y milenario han procedido a declararlas drogas o estupefacientes, en particular a la Awakolla, lo que es un absurdo total. Ha sido utilizada por miles de años con fines terapéuticos y ceremoniales, pero la ignorancia colonial inserta ahora en muchos nacionales ha permitido que se la denigre como droga, lo cual es un insulto a nuestra cultura andina.

Ha surgido el primer caso de prisión preventiva en Ecuador y ha despertado a la comunidad alrededor de las denominadas “plantas de poder” o “plantas maestras”, quienes no vamos a permitir esta penalización y exigimos su despenalización inmediata. Sería otra afrenta a nuestras tradiciones y no vamos a permitir que la colonialidad del poder y del saber nos siga haciendo daño. Deben saber los neocolonialistas que nosotros no defendemos a la naturaleza, somos naturaleza que se defiende. Y como defendemos el agua, la tierra, también a las plantas maestras, que nos da vida y nos sostienen en este mundo. Sin dejar de cuestionar el abuso que hacen con los principios activos de ciertas plantas y su uso negativo.

Éste debe ser también un momento para la comunidad que utiliza las plantas, de tomarlo como una oportunidad para pasar a otros niveles de acción. No es suficiente con utilizarlas, sino que hay que defender y cuidar de la Pachamama en su conjunto. Algunos las manipulan a nivel religioso, como la Iglesia del Santo Daime, que en vez de utilizar la hostia católica beben la Ayawaska, la misma que funciona en otro contexto y porque nuestra tradición no comparte la concepción ni visión de ninguna de las religiones. Lo que significa una manipulación y aprovechamiento.

Hay también quienes les han dado un carácter religioso a nuestras ceremonias, haciendo adoraciones o cultos a las plantas, a la tierra, a la luna o al sol; lo que tampoco responden a la concepción andina que tiene una visión espiritual o conciencial de la vida y más no religiosa o adoctrinadora. La influencia religiosa, especialmente católica, ha penetrado en algunas personas, las que repiten los mismos dogmas religiosos coloniales, pero con lenguaje y parafernalia ancestral.

Así mismo, las plantas deben ser partes de procesos de transformación personal y social, hoy se han quedado solo a nivel individual y no tienen una acción a nivel de toda la sociedad. No es suficiente con hacer rezos a la Pachamama sino acciones concretas como las que empujan los ecologistas y animalistas para proteger a todos nuestros hermanos de las transnacionales, especialmente de las mineras que vienen afectando a los ecosistemas. Algunos parecen curas o monjas y eso no hace más que ser parte de la profundización del colonialismo y del capitalismo con su discurso neoliberal, de “todo depende de ti”, en “ti esta todas las soluciones”. Con ello, el individuo solitario se enfrenta al mundo y como no puede contra todo un sistema en su contra, se siente frustrado de no poder lograr los cambios que anhela. Los terapeutas y escritores de auto ayuda, más ayudan al sistema establecido que lograr cambios efectivos personales. No hay transformación personal sin transformación social y viceversa. Tenemos que pasar a dirigir nuestras naciones, antes que terminen a la humanidad con el cambio climático. Eso ese ser espiritual, lo otro es religión y de eso ya hay suficiente con tantos dogmas.

Nota de la editora:

Nicolás Bernal, curandero de origen colombo canadiense, fue liberado el pasado 26 de abril de 2019. Esto luego de que el fiscal de la Unidad de Delincuencia Organizada, Hugo Pérez, se abstuviera de acusarlo por el delito de tráfico de drogas a gran escala.

Bernal fue detenido el 5 de abril en el aeropuerto Mariscal Sucre cuando transportaba en su maleta la planta conocida como San Pedro. El joven pasó 21 días en prisión preventiva antes de recuperar su libertad. Está detención fue rechaza por varias organizaciones, entre ellas Native American Church Teokali Quetzalcoatl, radicada en EUA quien señaló que Bernal tiene permiso y derecho de transportar medicina ancestral.

*Escritor nacido en Ecuador. Abogado, a los dos años de ejercicio dejó de engañarse y guardó su título. Desde hace 16 años viaja por Europa -principalmente- acompañando procesos de despertar de la conciencia.

 

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