La violencia que han desatado los sectores de la derecha venezolana, que ya cobra 7 vidas, deja en evidencia la actitud ilegal e ilegítima de los sectores neo liberales venezolanos. El Consejo Nacional Electoral de Venezuela ya dictaminó quién ganó las elecciones.
La actitud de no reconocimiento del inobjetable triunfo de Nicolás Maduro del candidato de la derecha venezolana Henrique Capriles, revela a qué grado de agudización está llegando el conflicto de clases en Venezuela. Las clases burguesas ya no soportan al régimen democrático de la revolución bolivariana y parecen estar dispuestas a llevar su inconformidad por la vía de la violencia.
La violencia que han desatado lleva hasta hoy 7 muertos, junto a sus peticiones desestabilizadoras, deja al descubierto la actitud ilegal e ilegítima de los sectores neoliberales venezolanos. Basta ver quienes están en la coalición de derecha que apoya Capriles, basta ver la actitud del gobierno ultraderechista de Rajoy y el de los Estados Unidos, para ver qué es lo que se está jugando en Venezuela.
Por otra parte, hay que reconocer la actitud responsable y decisiva de la mayoría de los gobiernos latinoamericanos y de muchos países del mundo, que han hecho lo justo: reconocer las disposiciones de las legítimas instituciones y autoridades de la República Bolivariana de Venezuela.
Frente a esta cuestión, es probable que en el gobierno de Maduro se esté pensando en fortalecer a fondo el poder popular, y responder con firmeza ante la actitud provocativa de las clases pudientes de Venezuela. Se trata, y esto lo saben bien tanto los miembros del actual gobierno de Maduro como los dirigentes del Partido Socialista Unido de Venezuela, que el conflicto puede volverse inevitable. Por tanto deben profundizar aún más los lazos con los sectores populares, tomando las medidas que tiendan a consolidar las conquistas sociales obtenidas, seguramente están tomando con seriedad y firmeza las medidas para enfrentar la ofensiva de las clases propietarias que no dejaran nunca sus privilegios gratuitamente.
El odio de clase que exhalan por todos los poros los dirigentes de la derecha venezolana, deja en claro que es necesario defenderse fortaleciendo el poder popular. El enfrentamiento podría volverse inevitable, no porque los revolucionarios lo quieran, sino porque la reacción, al parecer, ha renunciado a las luchas pacíficas y se encamina hacia la violencia reaccionaria. En estas condiciones, y dada la actual correlación de fuerzas, esto puede ser otro gran error de la derecha venezolana, por tanto el gobierno y las fuerzas armadas de Venezuela, que no están con las antiguas clases dominantes ni con el imperio, podrían junto al pueblo zanjar ahora, definitivamente, la situación y derrotar en forma contundente esta intentona de la derecha. Ahora es el momento más adecuado, no hay que esperar que se fortalezcan más, creo que la derecha desesperada está cometiendo un error y es necesario aprovecharlo.
La actuación del señor Capriles, si la observamos con detenimiento, revela cierto grado de desesperación e impotencia, ya que carece de la fuerza necesaria para lograr sus objetivos.
El gobierno de Nicolás Maduro está actuando como se debe actuar, y cuenta además con un amplio nivel se simpatía de los pobres tanto en Venezuela como en toda América Latina y los pueblos oprimidos del mundo.
El articulo tiene algunos elementos que a mi entender son cuestionables: 1. Usa el argumento de descalificar como “derecha” a la mitad del país que votó por una opción distinta que Maduro, 2. Que la victoria es “inobjetable” Esto es una opinión política y no fáctica que puede resolverse de manera adecuada con una revisión de los resultados con adecuados controles y que dejaría a los adversarios del gobierno sin argumentos y 3. Que la violencia nace solo de la “derecha” es decir que sí es ejercida por la oposición es cuestionable, pero si es ejercida por los partidarios del gobierno es justificable, no existe o la obviamos. Curiosa forma de ceguera ética. Creo que las salidas políticas a la confrontación en Venezuela no son más confrontación, descalificación o deshumanización de los contrarios, sino por el contrario es respeto a la ley, a los derechos humanos y un trabajo serio en favor de la paz y el respeto a todos los habitantes del país
Los procesos de cambios que se desarrollan pacifica y democráticamente en varios paises de AL encuentran a una derecha que va perdiendo privilegios, aunque siguen en su manos el manejo fáctico, pero los pueblos están despertando como gigantes y conducidos por gobiernos que ya no inclinan la cerviz al imperio y al poder oligárquico. A la reacción se le vencerá con mas REVOLUCION.
Considero que, por mucho que se advierte una suerte de crisis generada por la derecha golpista (Capriles fue parte del golpe fallido de 2002), proimperialista y reaccionaria, y que esa crisis procura la desestabilización vía violencia contrarrevolucionaria, la respuesta debería ser, como señala el comentario, profundizar el proceso revolucionario. La manera de hacerlo es entrar de lleno en la socialización de los medios de producción. Ello comporta abandonar dictados de la pseudo democracia -que aún perviven- a fin de proceder aceleradamente a confiscar las grandes empresas privadas -a cuyos intereses responden Capriles y los suyos- y entregarlas a los trabajadores. Sólo medidas drásticas, revolucionarias, pueden devolver la conciencia devluada de los sectores que, siendo de extracción popular, votaron por Capriles. No a la estatización, sí a la socialización.