RE ALEXIS PONCE, SENAGUA Y EL GOBIERNO
Respuesta a Ricardo Buitrón*
Estimado Ricardo, unos apuntes re la entrevista con Alexis Ponce. No pretendo defenderme, no lo veo necesario, sino me parece importante aclarar algunos temas relacionados con lo que se publicó el jueves pasado en Lalineadefuego.
Primero, mi reacción frente a la carta escrita por Benito Bonilla fue claramente personal, pero sí conversé con algunos amigos para confirmar mi opinión antes de proponer la entrevista. Hablar así de Alexis Ponce me pareció demasiado personalizado, como si fuera él el responsable directo de todos los males de los que habla la carta.
No fue, ni es, trabajo mío defender a Alexis Ponce. Tampoco acusarle. Ni soy juez. Lo que sí pretendí fue dar la oportunidad de opinar a una persona cuyo trabajo durante tantos años en defensa de los derechos humanos estimo mucho. Y no le pregunté sobre más aspectos del trabajo de SENAGUA es porque le entrevista fue sobre todo personal, no institucional, un oportunidad de responder a una carta objetivo principal parecía atacarle.
Cabe destacar que la conversación entre Sucre y Bolívar que yo decidí enfatizar no tienen que ver con una posición personal respecto al trabajo de Alexis ni SENAGUA. Como en casi toda entrevista publicada, lo enfatizado corresponde al deseo de presentar la esencia de lo que el entrevistado me quiso decir. Por supuesto había otras opciones, pude haber escogido lo problema de Mayor Pino y la presencia del PSP, o cualquier frase, pero lo de Sucre me pareció la más apropiada, más personal.
Debo aclarar que el uso de la palabra ‘supuesto’ es una convención que felizmente ha sido adoptada por la mayoría de medios frente a una persona acusada de algo. Admito que a veces la palabra se utiliza para poner en entredicho una opinión u otra. Por ejemplo, noto que esta mañana en uno de sus reportajes El Comercio habla de la ´supuesta´ detención del Rafael Correa en el hospital militar. Me parece un abuso. Pero en el caso de la entrevista en cuestión funciona para presumir la inocencia. Y como mencioné arriba, no soy ni juez ni parte. Al Alexis lo no le acusé de nada. Le pedí su opinión respecto a las acusaciones de Benito. Tampoco tengo suficientes datos del caso para tomar partidos. Por eso, además de la entrevista, publiqué la carta de Boris Zambrano, que desde mi punto de vista presentaba unos aspectos del caso con claridad y de manera más mesurada.
No creo que Alexis Ponce sea el culpable de todas las fallas, sean lo que sean, de SENAGUA. No conozco nada de su papel dentro de la organización, cuanta influencia ejerce ni qué capacidad tiene para cambiar políticas. Pero dudo mucho que por estar dentro del gobierno se haya convertido en una persona con una falta de ética. No creo que el gobierno sea una suerte de Infierno de Dante dónde todos que en entren deban obligatoriamente abandonar cualquier esperanza. No me parece lógico.
Claro, dentro del gobierno debe haber personas cuyos motivos personales superan con creces su interés en el bien común. ¿Pero son diablos Alexis, y otros como Kintto Lucas, Ricardo Patino, Carlos Marx Carrasco y Fander Falconí. Son personas anti-éticas, de la derecha anti humana? ¿Y aquellos que hayan salido del gobierno después de pasar varios años adentro o los que nunca entraron ahora son los santos, los revolucionarios verdaderos? Tampoco me parece lógico. No digo que esto sea tu posición Ricardo, sino que debemos todos evitar ver el mundo así. Y con todo esto no pretendo es decir que el gobierno del cual forman parte estos ex colegas no haya cometido o cometa errores, claramente lo hace.
Puedo entender las iras, y la indignación frente a lo que parece una falta de acción por parte de un colega. Pero caer en esto de traidores, gordas, feos, o guapos – es decir en la estrategia de ataques personales – no solo es anti ético, es nutrir una polarización que solo puede dañar al país. Además, desde un punto de vista estrictamente táctico, será muy difícil de ganar contra un Presidente como Rafael Correa. Desde una óptica más personal creo que lo más traicionero, lo más feo, es que colegas de antes ahora se insulten y se desprecien como si ser oficialista o opositor fuera asunto de ser enemigos a muerte. Sin duda el mismo Presidente tiene mucha de la culpa por haber promovido esta clase de hostilidad y confrontación. Pero si le vamos a criticar por ello repetir lo que hace quita la fuerza a nuestra posición.
Al final creo que es la actuación del SENAGUA más que la de Alexis Ponce o cualquier funcionario en particular, lo que se necesita indagar. Y esto espero hacer en las próximas ediciones de Lalineadefuego. Sospecho sin embargo que ese camino nos llevará directamente al fangoso terreno de la propuesta ley de aguas y que entre las dos hay una relación directa: la ley no funciona, y por tanto tampoco el SENAGUA. ¿Qué hacer?
Espero que este debate en las páginas de Lalineadefuego ayude a esclarecer acciones y definir posiciones desde las varias ópticas de las izquierdas. Eso es su objetivo principal. Espero que el caso de la represa Rio Grande sea sujeto a mayor escrutinio y que SENAGUA responda oficialmente a las acusaciones presentadas.
Gerard Coffey
* Coordinador del Proyecto Andino de Agua de la Internacional de Servicios Públicos