El Estado representa un espacio complejo de dominación y expresión del poder político. Sus crisis son el resultado de tensiones y disputas que forman parte de las crisis orgánicas del capitalismo.
En América Latina, el modelo de Estado- nación es matizado fundacionalmente por la colonialidad del poder, excluyente y limitante para el avance cultural, productivo y social en general. Ahora bien, el Estado «mínimo» neoliberal imperante en América Latina entro? en crisis. En este sentido, las múltiples crisis de este modelo de Estado permiten entender la lucha de pueblos latinoamericanos como Bolivia, Ecuador y Peru?, movilizados para lograr algún día superar los profundos resabios coloniales, presentes en toda la regio?n.
Superar los resabios coloniales implica pensar y construir sociedades que no sean sometidas por ninguna forma de dominación estatal: que aseguren igualdad y libertad y que asuma las diversidades culturales existentes, en el marco de un Estado plurinacional. A manera de ejemplo, en Bolivia y Ecuador, el Estado plurinacional se instituyo? constitucionalmente, lo cual no significa que ya se viva en dicho Estado. En verdad, construir el Estado plurinacional exige rupturas profundas de las estructuras coloniales, oligárquicas y neoliberales. En el fondo, la plurinacionalidad debe rescatar la pluralidad étnica y cultural para repensar al Estado, que reconozca los derechos colectivos, de la naturaleza y la autodeterminacio?n de los pueblos.
El Estado plurinacional es otro Estado para otra sociedad y otra propuesta de vida, el Buen Vivir como fundamento de un nuevo orden social e institucional basado en nuevos valores, centrados en lo humano, en la comunidad y en el respeto a la naturaleza.
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