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domingo, diciembre 22, 2024

SÁTIRA| ¿María Paula se larga por fin?

Por Hugo El Búho*

Hoy, Quito amaneció con un sol radiante. Me vestiré con mi mejor traje. A las 10h00 plancharé -como nunca mi ropa-, me afeitaré a los tres meses, lustraré mis zapatos viejitos y me sentaré a esperar que esa señora, que nació de un grupito de oportunistas y arribistas de lo peor, se largue. Al fin. Claro que, como uno ya no es tan ingenuo, tendré a mi lado, un tarro de pintura verde, listo para embarrarme la ropa recién planchada, si la María, si la Paula, se salva. También es posible. Ya no hay hospitales, pero quién quita que, de pronto, aparezcan contratos, embajadas y abracadabra, todos felices sin decir palabra.

Terminé de peinarme, a los tiempos. Lanzo las dados una y otra vez, quizás hoy tenga suerte. Nunca se sabe con los asambleístas, sobre todo esos que balbucean como su jefe. ¿Qué números estarán cuadrando? Deshojando margaritas, preguntando a los gurús de la opinión pública. Suerte o muerte. Si se hacen los locos con la Romo, el candidato banquero, que más parece banqueado, quedará peor de lo que está. Si la salva, no quedará duda de que siempre han sido íntimos colegas de gobierno.

Y claro, los grandes medios de comunicación siempre la han apoyado. Ella ha sido su heroína, la que salvó al país de tanto vándalo en octubre, la que piensa en el gobierno, la estratega. Los medios han sostenido a este gobierno, han sido la rueda de emergencia permanente del “sin texto”. Han hecho de todo, menos periodismo. Se han aliado al poder de una manera desvergonzada. Y han quedado tan pero tan mal, que la gente mejor se les ríe. Incluso, su archienemigo que vive en las Bélgicas, ha salido fortalecido. Si el caballero regresa -ya casi calvo- habrá que echarles la culpa a ellos. 

El sol sigue calentando de norte a sur. Mis zapatos viejos sonríen de lo brillantes que quedaron. Cabe la posibilidad de que la ministra se les adelante, y mejor renuncie antes de verse sometida a la censura. Ella, que desde que está en eso que llaman gobierno solo sabe de ganar. ¿Y ahora? ¿Para dónde correr? ¿Algún consulado donde sus amigos del norte? Capaz y ya tiene helicóptero oficial listo, novio a la mano, y a buscar mejores horizontes de comprensión.

Mientras yo estoy arregladito para -a lo mejor- celebrar el fin de la ministra y su cinismo acrisolado, un enanito, un torero, estará guardando su traje de luces para mirarse por horas en otro espejo lejos del Centro Histórico. ¿O será tan rupturita que se acomodará en cualquier baúl añejo del jefe? ¡Con éstos nunca se sabe! Sería desleal quedarse en Carondelet cuando su siamesa cayó en desgracia. Mejor un olé y hasta luego bicho taurino.

Hace calor, y la Asamblea huele a nervios, a votos prestados, a revancha, a intereses electorales. Si no quieren bajar en las encuestas a niveles humillantes tendrán que censurar a la ministra. El olor a bomba caducada y a miseria todavía ronda ese edificio.

Estoy esperando el desenlace. Todavía peinado. Pero claro, con la mano derecha en el tarro de pintura verde, listo a vaciármelo mientras grito: ¡¡¡hijos de…!!!

¿Qué números estarán cuadrando? Deshojando margaritas, preguntando a los gurús de la opinión pública. Suerte o muerte. Si se hacen los locos con la Romo, el candidato banquero, que más parece banqueado, quedará peor de lo que está. Si la salva, no quedará duda de que siempre han sido íntimos colegas de gobierno.

–Por Hugo El Búho

Caricatura tomada de la cuenta twitter de VilmaTraca @vilmavargasva

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