El Ecuador vive una encrucijada harto compleja debido especialmente al modelo de reprimarización de la economía que el gobierno actual promueve. Sin duda alguna a muchos extraña el hecho de que el discurso hable de una “revolución ciudadana”, pero en la práctica se siga manteniendo la estructura tradicional de gobierno, el privilegio a los mismos grupos de poder y lo más sorprendente es sin lugar a dudas la profundización del modelo neoliberal a través de la creciente entrega del Estado a la empresa privada y a las transnacionales –principalmente chinas-.
Una muestra clara de aquello es el primer contrato para explotación minera a gran escala en el Ecuador, que por un lapso de 25 años permitirá la explotación del proyecto Mirador a la empresa de origen chino “Ecuacorrientes SA” (ECSA). Un marco impresionante marcó la firma de este contrato pues fue el mismo Rafael Correa quien en el Palacio de Carondelet concretó algo que a los ojos de cualquiera medianamente progresista en el planeta, significa una medida de retroceso en un país que desea vender un modelo de Socialismo del siglo XXI. Un contrato que además se firmó sin que existan condicionantes legales como el estudio de impacto ambiental ni la licencia ambiental. Tampoco se consultó a los habitantes de la zona de explotación, pues fueron ellos quienes protagonizaron desde el 8 de marzo la histórica marcha por el Agua, la Vida y la Dignidad de los Pueblos.
Sin embargo de ello, llama la atención la forma en que los organismos y secretarías del Estado, reconocen en documentos públicos el destino que se quiere dar a la región sur del Ecuador, una de las regiones más deprimidas económicamente hablando, y que ya han sido víctimas en el pasado de la explotación en el sector primario. Por ello en 2009 la Secretaría de Planificación y Desarrollo (SENPLADES) en el Plan Región 7 SUR y para el logro del modelo territorial propuso 15 programas en los ámbitos de desarrollo económico, productivo, turístico, industrial, tecnológico, socio-cultural y binacional; que en conjunto requieren una inversión de 4.902’850.000 dólares americanos (sector público y privado). Esta inversión dicen será progresiva en el horizonte de la Estrategia 2022.
He aquí algunos puntos a compartir con los ciudadanos del mundo, de modo que se conozca lo que aquí se pretende implementar.
1.- Nótese como las inversiones del Estado (sector público) para mejorar los medios y fuerzas productivas de la región (vialidad, provisión de energía eléctrica, riego) destina un total de 2634.65 millones de dólares americanos.
2.- La inversión privada especialmente en proyectos mineros alcanza la suma de 900 millones de dólares americanos, es decir un 34% de las inversiones del sector público.
3.- Del análisis de estos dos grandes rubros tenemos que el 100% de las inversiones del sector público están destinadas para proveerle al sector privado transnacional de vías de buena calidad (hormigón), energía hidroeléctrica barata, para los proyectos de biocombustibles y monocultivos sistema de riego adecuado a sus exigencias.
4.- El rubro para implementar en Loja el modelo de “Ciudad Polo Universitario y Cultural” propone una inversión de 1160.45 millones de dólares americanos que representan un 44% del monto para infraestructura. Llama la atención, pues frente a lo que propone la nueva ley de educación al respecto al control de los recursos fiscales de las universidades. Dos preguntas: a) ¿ será esto una realidad?; y b) ¿cuál será el grado de disputa y/o de privilegio de las universidades por la captación y la entrega de esos recursos?
5.- En proyectos para desarrollo del turismo el Estado (sector público) invierte 26.5 millones de dólares americanos es decir un 1% de las inversiones para proveerle de infraestructura a los proyectos de las transnacionales mineras, de biocombustibles y monocultivos.
6.- En proyectos para desarrollo del sector agrícola el Estado (sector público) invierte 25 millones de dólares americanos es decir un 0,9% de las inversiones para proveerle de infraestructura a los proyectos de las transnacionales mineras, de biocombustibles y monocultivos.
7.- En proyectos para desarrollo del sector agropecuario el Estado (sector público) invierte 13.9 millones de dólares americanos es decir un 0,52% de las inversiones para proveerle de infraestructura a los proyectos de las transnacionales mineras, de biocombustibles y monocultivos.
8.- En proyectos para ordenamiento territorial el Estado (sector público) invierte 1 millón de dólares americanos, es decir, un 0,03% de las inversiones para proveerle de infraestructura a los proyectos de las transnacionales mineras, de biocombustibles y monocultivos.
9.- En proyectos para la dotación de servicios básicos el Estado (sector público) invierte 30 millones de dólares americanos, es decir un 1,13% de las inversiones para proveerle de infraestructura a los proyectos de las transnacionales mineras, de biocombustibles y monocultivos.
10.- En proyectos para fortalecimiento de la paz e integración el Estado (sector público) invierte 3 millones de dólares americanos, es decir un 0,11% de las inversiones para proveerle de infraestructura a los proyectos de las transnacionales mineras, de biocombustibles y monocultivos.
11.- Pero lo más sorprendente es que para proyectos de conservación de las fuentes de agua el Estado (sector público) invierte 4 millones de dólares americanos, es decir un 0,15% de las inversiones para proveerle de infraestructura a los proyectos de las transnacionales mineras, de biocombustibles y monocultivos.
Esto desnuda el modelo con el que se pretende hacer creer a todo un país que el progreso vendrá por mantener la misma lógica que antaño. En buen romance esta realidad parecería la de un país entreguista y colonizado, sin embargo hay quienes aún persisten en la idea de llamarlo socialismo remozado. Saque usted sus propias conclusiones.
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Carlos Alberto Chalaco Armijos es de la provincia de Loja, y miembro del Colectivo Solidarios
[…] Fuente: lalineadefuego.info […]
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