04 de Noviembre 2016
Dos datos contundentes emergen de los resultados de las elecciones municipales realizadas en Chile el domingo 23 se octubre. Dos hechos cuya importancia merece ser interpretada puesto que pueden estar marcando pautas para el futuro inmediato. El primer dato básico, y esencial para cualquier análisis, es el porcentaje de abstención de un 65%. Eso implica que la inmensa mayoría de los votantes decidió no ir a votar porque no cree en los políticos. ¿A qué se debe esta falta de credibilidad? A la serie de escándanlos impresentables de los políticos que desde el mal uso de los recursos, públicos, fraude, cohecho, hasta el ser en realidad representantes de las empresas antes que de la ciudadanía.
La política y los políticos han caído en un descrédito generalizado. Esta esfera de la política tan importante para una sociedad se ha vuelto el campo del enriquecimiento fácil, de llevar una vida placentera sin mayor esfuerzo, de viajes, comidas y vestimentas y carros de lujo. ¿Que dio lugar a este deprimente espectáculo? Sin duda la imposición del modelo neoliberal impuesto por la dictadura militar de Pinochet y que al retorno de la supuesta “democracia” no fue desmantelado sino, por el contrario, fortalecido. Tampoco se cambió la Constitución pinochetista que le da el sustento jurídico al modelo económico, solo se le hizo una operación maquillaje, dejando sus contenidos esenciales. Tanto el modelo económico como la Constitución favorecen a segmentos privilegiados de la población y perjudica a la gran mayoría de ciudadanos.
Se evidencia entonces una falta de legitimidad en la representación política elegida bajo estas circunstancias. Los representantes lo son de minorías y siguen actuando como si fueran los representantes del todo. Esto comienza a parecer una especie de farsa institucional. El sistema político tambalea y persisten tozudamente en mantenerlo. “El proceso constituyente”, que inició este gobierno fue un simulacro de participación que tuvo muy poca acogida, precisamente porque la gente lo percibió como una apariencia guiada desde arriba, que de hecho no era vinculante. El proceso terminó sepultado por el propio gobierno, en el último presupuesto ni siquiera se le asignó los fondos necesarios.
Las grandes empresas que financian la política en Chile se han dedicado a realizar colusiones monopólicas que significan elevar los precios de los productos que venden cometiendo un abuso generalizado a la población chilena, El caso de la ‘Papelera’ resulta emblemático porque utilizaron el papel higiénico como producto de la exacción lo que indignó a la gente que se vio estafada hasta en sus actividades más íntimas.
Las prácticas mercantiles desenfrenadas comenzaron su efecto corrosivo sobre las instituciones y sobre todo las políticas, se está produciendo entonces un descalabro ético que ha afectado a la mayoría de las instituciones: Ejercito, Iglesias, Parlamento, Justicia, Gobierno, etc., etc.
El otro hecho sorprendente, puesto que puede contener una tendencia, es el triunfo de Jorge Sharp en la comuna de Valparaíso, ya que una candidatura de nuevos y jóvenes de izquierda vinculados a los movimientos sociales logra un espectacular triunfo sobre las Alianzas, tanto de la derecha como del gobierno, rompiendo lo que se ha denominado el duopolio.
En Efecto Jorge Sharp del Movimiento Autonomista obtuvo el 53% del voto, con lo cual no solo desplazó al candidato de la derechista UDI, Jorge Castro (22%) – quien iba por su tercer período – sino también superó a la populista candidatura de la Nueva Mayoría gobernante, representada por un personaje de la farándula, Leopoldo Méndez (22%) del PPD.
Al parecer la victoria de Jorge Sharp da cuenta de una campaña que logró politizar de una forma cualitativamente diferente a segmentos importantes de la población del puerto de Valparaíso lo que hizo emerger elementos que se están incubando en la sociedad chilena y que pueden entrar a definir una nueva correlación de fuerzas en las próximas elecciones presidenciales. La campaña se hizo desde abajo, ligada a los movimientos sociales y sus luchas y en la denuncia a la corrupción imperante
Si se llega a producir una Alianza de estos nuevos sectores de izquierda con el movimiento social, por ejemplo con el poderoso NO+AFP, se puede producir una promesa que puede recuperar la esperanza de la gran mayoría de chilenos pobres y trabajadores.
Esta posible alianza si puede plantearse con un inmenso apoyo popular el cambio del modelo neoliberal y una nueva constitución verdaderamente democrática para Chile.
Como balance final podemos decir que el gran perdedor de esta elección es el sistema político vigente y sus sostenedores.