Por Samuel Guerra Bravo*
Diego Armando Maradona ha muerto. Argentina y el mundo le lloran y le rinden homenaje. Hasta los más incrédulos, hasta sus detractores,...
Tomar partido por un bando acribillando al otro es anular la posibilidad de conversar, escoger un lado de la batalla es darle la espalda a la grieta que la posibilita, la que construye el sentido de la lucha y por donde se ve el camino que no se ha de repetir. ¿Cerramos todo, quemamos como nos quemaron, jugamos el juego que nos censura, o re inventamos el de la discusión y el debate?