Se cumple un año más de la muerte de monseñor Leonidas Proaño. Sin embargo, sus ideas, su espíritu luchador continúan vivos y dando fuerza a las causas más justas. Se recuerda aún a monseñor caminando por los estrechos chaquiñanes que suben por las montañas del agreste paisaje andino de la zona de Chimborazo. Iba él de choza en choza, “viendo, juzgando y actuando”. Se sentaba en silencio a la salida de las humildes viviendas para escuchar voces desoídas, sentir soledades y olvidos.