La muerte en “Polvo y Ceniza”, la gran novela de Eliécer Cárdenas, es la obsesión por una forma brutal pero personal de contacto y comunicación. De allí la recurrencia a los personajes marginales, cuya existencia cuestiona el orden establecido, el mundo del dinero y los negocios desde los márgenes: el payaso, el bandolero, el delincuente, el poeta, el loco, la prostituta.