Muero vecina. En estas elecciones se ha visto de todo. Como dice mi esposo marxista, leninista y chisme bravo: los mishus, sobre todo de Quito, han sido más puros que la propia pureza. Nunca han simulado nada. ¡Muero la purancia mestiza! Y han sido expertos en medición indigenómetra, bonita, para qué le cuento.
Por Hugo El Búho
Habrá que aplaudirle al ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos, que conjuga el verbo rebuznar de memoria. Habrá que felicitarle por...
Y aquí les dejo mi testamento, medio en prosa, medio en verso, pero igual de justo y generoso con los que destruyen la nación al revés y al derecho. Sabrán disculpar los adjetivos de espeso calibre y lo macabro de mis deseos. Pero como ya estoy de partida, el texto debe ser contundente, para que los aludidos entiendan que, con la burla y la risa nos vengamos de quienes han jodido al Ecuador.
Vilma Vargas, la conocida y reconocida Vilmatraca, es caricaturista, artista, arquitecta y dueña de un humor crítico, tiene una trayectoria de más de veinte años, por el que ha recibido algunos reconocimientos nacionales e internacionales, entre ellos, el Premio Humor Gráfico de las Américas.
MI GENERAL: ahí le envío un análisis de lo que Ud. dijo en la Asamblea para que conste en actas; para que la prensa no vaya a mal interpretar o sacar de contexto sus declaraciones. ("Sacar de contexto" es una frase que aprendí de algunos ministros, y que sirve para desdecirse de lo que se dijo pero que parece que nunca se hubiera dicho, porque se dijo en otro contexto, o algo así. No entiendo lo que es con-texto, pero al parecer es una frase de mi Presidente, que la dijo al revés, es decir, sintexto).
Y con una carta más cursi que los informes a la nación del Boltaire, el ministro de Finanzas más desneuronado de los que se tenga noticia, nos dice adiós. ¿Quién le va a extrañar? Ni sus amigos de Carondelet. Deja destrozando al país, con más de un millón de desempleados y se cree el cuento que lo hizo bien. ¿Qué querrá, que le digamos gracias? Si nos hubiera dicho adiós, lanzándose de la terraza del Ministerio a su cargo, bueno, capaz que ahí hasta le decíamos buen viaje. Pero no...
El Consejo Nacional Electoral (CNE), debido a la amenaza política que representan los correístas y, por si acaso, el señor Yaku, se complace en invitar a toda la ciudadanía a la posesión del ilustrísimo señor Guillermo Lasso (CREO) como Presidente del Ecuador, y, de paso da paso a la descalificación inmediata de un tal Andrés Aráuz y un tal Yaku Pérez -que nos cayó del cielo para justificar el hecho de que no actuamos con dedicatoria-.
Ya todos saben que CEDATOS no es una encuestadora sino una agencia de publicidad que le regala numeritos al mejor postor. Ya todos saben que el Polibio es un hombre clave si alguien quiere que las cifras estadísticas se multipliquen por arte de magia. Ya todos saben que el margen de error de CEDATOS varía del 5 al 25 %. Sí, la metodología del Polibio es revolucionaria: transformar las matemáticas en alquimia y las encuestas en cuentas por cobrar.
Por ahí circula un video, donde el Estebitan - con esa mirada de huevo tibio, tan característico de los niños que fueron amaestrados con el verbo divino del hombre es hombre y la mujer es mujer y Adán tiene pene y Eva, vagina, y los que abortan no van al reino de los cielos- nos quiere convencer de las bondades de las corridas de toros.
Uno de los personajes más controversiales de la política ecuatoriana, nos recibe en su casa para conversar de su vida, de sus logros y sus locros. Quiere limpiar su imagen a como dé lugar, así que le planteamos un cuestionario francamente aterrador, pero ella, con un guiño de ojo, dijo bueno, pregunten lo que quieran.
El ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos, se fue de paseo a la playa. En la foto junto a su asesora Gabriela Gómez. A la vez, en Quito, los hospitales están colapsados por la pandemia.
Desde chiquita quería ser Presidenta. Dicen que su abuelo la convenció de aquello, y ella, desde ese momento, solo soñaba con una banda presidencial que bajaba del árbol más grande de Loja; y, claro, María Paula, trepaba y trepaba hasta llegar a la cúspide. Contó el sueño a medio mundo y, desde ese instante, sus conocidos le dicen “la trepadora”.