Esta herida llena de peces cuenta la historia de un viaje en canoa, a través del Atrato, un río que a su vez es un mundo que fluye en el agua, que se construye en ese vaivén, un río mundo en el que sus habitantes mimetizan cada tonalidad del paisaje, y la reflejan en sus emociones.
Lo que sucede con Fernanda Melchor es que nada de lo que dice nos es indiferente. Es una escritora demasiado intimidante, al abrir su más reciente novela Páradais ya te ha tomado del brazo con un poco de fuerza para decirte suavemente: ¡ven te cuento! No te suelta, no te deja escapar, salir, parar o abandonar. Esa pulsión es envolvente y fascinante aunque se repita una y otra vez.