La guerra en Ucrania, o más bien la invasión de Ucrania por parte de Rusia, presenta a la izquierda latinoamericana un problema. Con poca experiencia de una Rusia lejana y una experiencia espantosa de un Estados Unidos cercano, es quizás natural dudar en primer lugar de las intenciones de los estadounidenses y relativizar las acciones históricas de los rusos. Pero sería un error ver las acciones de estos como simplemente defensivas y las de Estados Unidos (y por ende la OTAN) como meramente agresivas. Hacerlo representa una grave falta de juicio.
En gran medida EE.UU. ayudó a montar el régimen talibán, que hoy vuelve luego de dos décadas. El costo de las acciones anticomunistas de Estados Unidos lo paga el pueblo afgano y en especial las mujeres.