Ulrike Marie Meinhof periodista alemana de izquierda, en 1970 fue una de las fundadoras del Fracción del Ejército Rojo grupo armado, comunista radical. En 1972 fue arrestada y en 1976, encarcelada y antes de que fuese condenada en firme muere en aparente suicidio.
Ulrike no era una militante emocional como muchos de la época, ella era toda una intelectual orgánica que realizó estudios de filosofía, pedagogía, sociología y fue una fina periodista. Militante primero del Partido Comunista de Alemania (Kommunistische Partei Deustchlands, KPD), formó parte del movimiento antinuclear. Dejó muchos y diversos artículos de opinión y participó en manifestaciones y actos contra la Guerra de Vietnam.
La policía y el gobierno alemán no perdonarían que una intelectual se pase a la extrema izquierda, las calles de Berlín ofrecían 10.000 marcos alemanes por la captura de Meinhof. En la lucha armada participó en asaltos a bancos y atentados con bomba contra fábricas y bases militares americanas. Las condiciones de la cárcel fueron draconianas, se la puso en aislamiento total y esta situación perduro durante 237 días.
“Cómo temblarían los poderosos si lleváramos la violencia a la puerta de su casa. Si vieran amenazados sus privilegios y sus vidas, negociarían para no perderlo todo”.
Ulrike Meinhof
En 2002, investigaciones realizadas por su hija Bettina, puso al descubierto que el cerebro de Ulrike había sido extraído de su cráneo sin consentimiento ni explicación.
Muchos homenajes se sucedieron y aún continúan. El grupo punk alemán oriental de punk AufBruch le dedicó en 1986 su canción Für Ulrike.
En la Alemania actual y Europa sigue siendo un símbolo, el grupo italiano Pankow le dedicó su canción «Liebe Ulrike», también el grupo punk británico Chumbawamba, «Ulrike» que cuenta su historia. El dúo alemán formado por Andreas Ammer y FM Einheit publicó en 1996 su álbum Deutsche Krieger, en el cual una parte sustancial de los audios son de Ulrike Meinhof y entre otros el rapero catalán Pablo Hasél le dedicó la maqueta ”Escribiendo con Ulrike Meinhof” que consta de 20 canciones.
En el teatro Yo, Ulrike, grito. Monólogo narrado en primera persona, escrito por Franca Rame y Dario Fo en 1977 hablan de su estancia en la cárcel antes de su supuesto suicidio y otros autores recrean la historia en el tablado.
En Ecuador por primera ocasión Estefanía Rodríguez presenta el monólogo Urlike en busca de la militancia pérdida, obra que será de coautoría con el notable director teatral Santiago Roldos Bucaram.
Como padre de Estefanía he podido observar atentamente las tres versiones, la última solo se denominó Ulrike y me quedo con la frescura de la primera versión. En su primera presentación se revela íntima y familia, propuesta donde se mezclan la apología y la crítica, el drama y la paradoja, los triunfos mentales y las derrotas anímicas compensadas por convicciones recreadas en la rutina existencial de la nostalgia por los muertos de la vida combatiente. Ciertamente la última, se presenta fragmentaria y surrealista, sin perder la estructura de los sueños, con fuerte expresión de espectáculo estético depurado.
“Nos aferramos a la memoria de manera inverosímil”, dirá Estefanía
El monólogo transcurre con una voz que trasluce las contradicciones de nuestro tiempo, tiempo que expone una transición, de la niñez a la adolescencia recreando obediencia y transgresión en las figuras de padre y madre. La llegada de la conciencia es obra del tiempo y del compromiso íntimo y filial pero es una llegada en extremo sensible por lo complejo del mundo que nunca deja de circundar.
Estefanía encarna a Ulrike Meinhof, pero no se muere y no se deja matar, elige en su monólogo desenmascarar las paradojas de la sociedad y del sistema, pero lo hace con la discreción de los jóvenes de ahora. Sin «la privación de lo sensorial» que suena más fuerte que los compromisos. El teatro como siempre también actúa en la realidad (en especial la ecuatoriana-latinoamericana) creando sobresaturación de estímulos.
Los silencios también hablan, permiten pensar y recortarse, asumir responsabilidades. Los sobrevivientes apelados interpelados sentimos que la muerte es algo que no nos ocurrió y empero nos vemos en nuestros hijos como vemos a Ulrike resistiendo, persistiendo, al tiempo que nos acogemos a las sombra de recuerdos que no se puedes eliminar, ni se pueden acallar.
Ulrike se ha presentado en Guayaquil, Managua y Quito.