UN ARGUMENTO CÍNICO
Sobre la designación de Ricardo Ulcuango como Embajador en Bolivia
Natalia Sierra
El Ministerio de Relaciones Exteriores del Ecuador, en la persona del Canciller, frente al rechazo manifestado por la CONAIE y la ECUARUNARI en relación a la designación de Ricardo Ulcuango como embajador del Ecuador en Bolivia, manifestó más o menos lo siguiente:“no entiendo porque el movimiento indígena se opone y denuncia esta designación, si lo que el gobierno está haciendo es ejecutar el nuevo carácter plurinacional del Estado Ecuatoriano.”
No sé si el argumento del gobierno es estúpido o si nos creen estúpidos.
Es bastante difícil de creer que el Canciller de la República crea que la construcción del Estado Plurinacional se resuelve designando a ciertos ex dirigentes indígenas como funcionarios del Estado. Esta absurda argumentación es una muestra más del cinismo con que últimamente se tratan los asuntos políticos desde las instancias oficiales.
Un básico entendimiento de la complejidad que significa la construcción de una nueva estructura estatal de carácter plurinacional, impide tragarse semejante cuento. El carácter plurinacional del Estado no se reduce a una imagen pluriétnica de sus funcionarios, a una feria multicultural de fenotipos étnicos o de vestidos típicos, menos aún, a una insolente folcklorización de las nacionalidades y pueblos que conformamos la sociedad ecuatoriana.
Las organizaciones indígenas han luchado de forma explícita por más de dos décadas para que la sociedad ecuatoriana acepte en la institucionalidad estatal su realidad social plurinacional. No es admisible de ninguna manera que ahora el gobierno de la Revolución Ciudadana se burle de esta justa reivindicación histórica del mundo indígena. Porque no otra cosa es venir sin respeto a decir que por nombrar a Ricardo Ulcuango embajador en Bolivia, y quizás otros indígenas o afroecuatorianos en ciertos puesto estatales, se está construyendo el Estado Plurinacional.
No vamos a aceptar más burlas a nuestra inteligencia de pueblos en lucha; no aceptamos más humillaciones colonialistas; no vamos a permitir que se siga irrespetando a nuestras comunidades, a nuestras organizaciones.
Podrán confundir, comprar, convencer a uno o dos dirigentes, pero nunca podrán engañar la profunda sabiduría y convicción de lucha del pueblo indígena. Porque señores del gobierno, el problema no es un problema personal del señor Ulcuango, por lo tanto que lo hagan embajador no resuelve la exclusión a la que el gobierno ha sometido al pueblo indígena, al impedirle participar de forma directa en las decisiones que lo afectan. Participación que de haberse hecho efectiva si implicaría una forma de ir construyendo el Estado Plurinacional. Un cargo público para un indígena o un afrodescendiente no resuelve el despojo a que están siendo sometidas comunidades campesinas indígenas y afrodescendientes, a nombre de un “desarrollo” devastador que solo beneficia al gran capital transnacional minero y petrolero. Construir el Estado Plurinacional sería por el contrario respetar la forma de vida de esas comunidades, sus propios proyectos de despliegue cultural, entendiendo que la cultura no es un juego de representaciones puramente simbólico, sino una forma material y espiritual de mundo.
No nos digan ahora que no saben que el mundo indígena no es mundo, en buena hora, de individuos aislados que persiguen sus particulares intereses, sino un mundo de comunidad, cuyo fundamento de identidad radica en el nosotros. O ¿acaso si saben?, y lo que intentan es justamente desmontar esas relaciones comunitarias para así poder entrar a quebrar la fuerza de resistencia que el mundo comunitario indígena representa para el avance de la economía mercantil capitalista, que están impulsando. Debe ser con seguridad lo segundo, por eso con justa razón la CONAIE a través de su presidente el compañero Humberto Cholango y la ECUARUNARI a través de su presidente el compañero Delfín Tenesaca, han denunciado esta tramposa designación como parte de la estrategia divisionista que el gobierno, de la Revolución Ciudadana, ha lanzado en contra del movimiento indígena y sus organizaciones políticas.
El Estado Plurinacional es una nueva forma de organización política e institucional, que abre una verdadera participación de la sociedad ecuatoriana, en toda su diversidad y complejidad, en la construcción de un nuevo proyecto social. Un Proyecto que pasa por la descolonización de la sociedad y del Estado, y en tal medida por la superación de las relaciones económicas capitalistas que la han colonizado. Es por esta razón que es una apuesta de justicia histórica para los pueblos oprimidos y explotados por la avanzada capitalista.
El que compañeros de las organizaciones indígenas, afroecuatorianas o montubias sean parte de la dirección política del país es algo que no tiene discusión; así tenía que haber sido siempre. El que ahora se designe a ciertos indígenas en cargo públicos no es una concesión del gobierno, eso lo tiene por derecho que ser, siempre y cuando esos compañeros expresen de manera orgánica el proyecto de sus pueblos y organizaciones. Situación que solo sería posible si la organizaciones indígenas estuviesen participando en el proyecto político de gobierno. Cosa imposible pues el proyecto político de la Revolución Ciudadana es claramente anti popular, atentatorio de las formas de vida de nuestros pueblos y nacionalidades, por lo tanto no compatible con nuestras históricas demandas por justicia y dignidad.
Sabemos perfectamente que quiere el gobierno, no nos confundimos, no nos crean estúpidos porque no lo somos. No vamos a cambiar nuestra dignidad por baratijas brillantes. No vamos a claudicar en nuestra justa lucha a cambio de espejismos ridículos. Sabemos perfectamente que nuestra lucha en contra de la neocolonización, el racismo y el autoritarismo de este gobierno continúa.