UN DETALLITO DEL JAIME PARA EL DIFUNTITO
Hugo Palacios (el búho)
¡Me muero vecina, vea¡; dizque quieren clavarle una estatua al barrio Las Peñas. En Guayaquil pues, vecina. ¿Cómo estatua de quién? ¿No sabría, pues? De nada se entera usted, ni parece mi vecina. No ve que el alcalde de Guayaquil dizque quiere rendirle homenaje al León del febres y de cordero. Así como le cuento, estatua de cinco metros de altura y de 1.700 kilos de peso. Un kilo por torturado más o menos. ¡De horror! Y todavía a ese vejuco de guayabera que andaba despachando y desapareciendo gente. ¡Qué tal! Yo lo que creo es que el ex jefe se le ha de ver aparecido al alcalde en sueños, y le ha de ver ordenado que lo inmortalice. Si a la final, ese Jaime es hechura de león, genio de febres y pólvora de cordero, pues.
Y el gobierno dizque se opone, que nones les grita, que en cualquier otro lado pero menos en lugares, como se dice, patriarcados o parsimoniales o algo así como patria y moño, creo. Entonces que toda la socialcristianada se levanta en armas y que va porque va. Que salen a babear los madera de guerrero y que se rasgan las vestiduras porque su león es como si fuese su dios de su vida. No me va a creer vecina que les vi en la tele a los asambleístas de ese partido con una cara de caballos de paso. ¡Horribles vecina¡ Pero verá, que ahí, en alguna audiencia, asoman unos diablos Umas, debe ser porque comen harta humita, sino cómo; y que se oponen a esa vaina, que cómo le van a levantar una estatua a un ase… a un crimi… a un hijodeguerrerodemaderaastillada. Y que los levantaestatuas les caen a los guambras a garrotazo limpio; es que cuando se topa el tema león a sus seguidores se les encarna un espíritu tipo tortureition, medio desapareceition, y entonces se les nubla la razón como si les pusieran un crespón negro en las pupilas, vecina. De miedo.
Y ojalá esos Diablos Uma no se conviertan en el brazo armado de Don Correa, nomás. Si no, ¿de qué rebeldía hablamos? Funcionales al poder, ya que diablos ni qué humitas. Si o no, vecina, ¿usted qué dice? Porque de guambras rebeldes a guambras usados hay un solo paso. Donde se salgan con cosas les mezclamos con el choclo, veci, y molino en mano les damos su uma diablo, no tonteras.
Roguemos que no les dejen, vecina, qué ha de ser una estatua de ese tipejo en pleno Barrio Las Peñas. ¡Qué no va a dar pena! Así hasta miedo ha de dar irse por allá, a uno le han de dar unos escalofríos y una sensación de capaz que ya no vuelvo. Mi familia por parte de la partera de mi papá vive allá, y no le cuento cómo le detestan al Febres y de pasito a su mal clon de bigote. Si llegan a poner esa mamarrachada allá, le juro que los míos se han ir a orinar cada noche al pie del difunto hecho estatua; ¡tóma! Le aseguro que si se salen con la suya, los devotos del corderoleón se han de ir en procesión con cara de giro a la derecha cada seis días; y si asoma alguien por la izquierda, a correr bonita, no vaya ser que los hinchas del Jaime les quieran dar un paseíto de no regreso por alguna laguna. A propósito de laguna, y aunque suene feíto decirlo, en Yambo está que le hagan la estatua a ése; así vi una foto en la computadora que usa mi hijo que dizque se llama feisbus o algo así; el arbusto o busto del ex ingeniero debajo del agua, donde debe estar, para que se congele por los siglos de los siglos. Y montado en uno de sus caballos de paso, para que no se sienta solo, que le acompañen sus alfiles a sueldo, sus damas gritonas y sus peones de guayabera. O sea, todo el ajedrez socialcristianístico hundido for ever en las aguas profundas del olvido. Elé, vecina, hasta poeta maldita me volví con solo imaginarme a ésos. Mejor dicho, ni se les ocurra. Y mejor venga a almorzar a mi casa, que hoy a mi marido le tocó cocinar, flojo flojo pero ahí se defiende…
