DURÁN BARBA DIJO TAMBIÉN QUE MÁS GENTE SE INTERESA POR EL SEXO QUE POR LA POLÍTICA
UN ECUATORIANO EN BUENOS AIRES
Pablo Stefanoni, Página 7 <www.paginasiete.bo>
El ex presidente de Boca Mauricio Macri logró una contundente reelección el domingo con el 64% de los votos. El candidato “cristinista” Daniel Filmus quedó rezagado con el 35%. Ni siquiera pudo conservar el 39% que consiguió cuatro años atrás cuando los contendores eran los mismos; él y Macri.
Pero más allá de los cuatro puntos de diferencia, el resultado volvió a decepcionar al interior del kirchnerismo, que viene de quedar tercero en las elecciones de la provincia de Santa Fe -donde ganaron los socialistas-, pero el candidato de Macri, un actor cómico de Los Midachi apoyado por el peronismo antiK, quedó a tres puntos de hacerse gobernador.
Los kirchneristas tienen razón al decir que Cristina ganó hace casi cuatro años en primera vuelta habiendo perdido en la hoy maldita Ciudad de Buenos Aires y en varios grandes centros urbanos. Es cierto, pero es verdad también que ahora que Cristina estaba en la cresta de la ola y el oficialismo anunciaba el triunfo de su “revolución cultural” pudieran mejorar sus resultados en las ciudades, normalmente el eje de ese tipo de revoluciones progresistas.
Un alivio para Cristina: Macri es tan débil a nivel nacional que no tiene un candidato propio a la presidencia. Y si apoya a Alfonsín o Duhalde nadie le va a tirar bola, dicho en lenguaje llano.
En gran medida, Macri es una construcción del publicista ecuatoriano Jaime Durán Barba, un personaje que a simple vista parece un “chanta” -un vendedor de biblias, dice una amiga-, pero que a la luz de los resultados resultó un tipo sagaz, “posideológico”, lleno de cinismo y creativo. Partidario de transformar la política en marketing puro. Él fue el autor de una frase profética: “a una viuda no se le gana jamás”, pronunciada curiosamente cuando Néstor aún vivía; era pura especulación de escenarios, una respuesta a un empresario que preguntó “¿Qué pasa si Kirchner se muere y Cristina es candidata?”.
Durán Barba dijo también que más gente se interesa por el sexo que por la política, y que él no hace campañas para los públicos informados sino para los ciudadanos “comunes”. Dice que tiene terminado un libro donde asegura que las mujeres gobiernan mejor que los hombres, pero siendo el jefe de campaña de un candidato opositor a la presidenta -con a- postergó su publicación. Hoy es un analista más en la televisión argentina, país donde vino por primera vez en los años 70, a estudiar, y fue seducido por el peronismo de izquierda. Ahora se define como “un tipo liberal con un escepticismo alegre”. Y considera que Macri es un buen alumno: “Mauricio es un buen líder, así se hacen las campañas norteamericanas” le dice a la revista Noticias. Hace lo que le dice sin temor al ridículo, eso sin duda.
De hecho, él es el artífice de la “humanización” del rígido Macri, junto a su esposa le quitaron su políticamente incorrecto bigote, y -sobre todo- eliminaron los apellidos de las campañas. Macri es Mauricio, su vicealcaldesa es María Eugenia, la anterior era Gaby. También lo hace bailar (muy mal) música de Gilda o Freddy Mercury… de hecho, sostiene que para ganar elecciones es mejor ser un tipo tratable que tener un buen programa político. Por eso cree que el embarazo de la flamante mujer de Macri vende (o sea, suma votos).
También le recomendó a Macri algunos libros, entre ellos las novelas de Vargas Llosa, del checo Milan Kundera y de José Saramago. Se ríe y dice que de joven fundó con sus amigos anarquistas el Antipartido y la pasaban muy bien. Ahora a fuerza de globitos de colores, música de cumbia y escenario festivo quiere que los electores se olviden que Mauricio es un “político” …y no le va mal. Ahora Macri dijo que cuando Cristina lo llamó -sorpresivamente para saludarlo- “estaba en calzoncillos”’ ¿la última estrategia de Durán Barba para terminar de humanizarlo?