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jueves, noviembre 21, 2024

Virginia Gómez De la Torre: “Retroceso es también no avanzar”

Por Ela Zambrano

En el debate oficial de la y los candidatos a la presidencia, los derechos de las mujeres no fueron un tema central de la discusión. Apenas hubo una pregunta que detonó, en algo, los pronunciamientos, pero que no permitió un desarrollo a profundidad.  

Desde el análisis de Virginia Gómez De la Torre, reconocida militante feminista y una de las voceras de la Coalición Nacional de Mujeres del Ecuador, el futuro es desalentador considerando a los candidatos que lideran la preferencia del voto y que, en general, ninguno tiene una propuesta robusta para la mitad de la población en temas como salud sexual y reproductiva, violencia femicida y violencia sexual en el ámbito educativo.

Virginia.- Las posturas de la y los candidatos en el debate organizado por el Consejo Nacional Electoral, en relación con los derechos de las mujeres, ¿Qué comentarios se merecen? 

Sobre el Debate Presidencial lo analizamos desde dos entradas: 

1. La prioridad que le dieron al tema desde el Comité Organizador quienes organizaron las preguntas. Fue muy poco lo que se pudo poner a discusión en relación a los derechos de las mujeres; 

2. Desde la y los candidatos para presentar su posicionamiento. Se destacan Ximena Peña en el tema de la violencia, el embarazo adolescente, se le ve un interés genuino; lo mismo con Xavier Hervas; Yaku Pérez y, en algo, César Montúfar, a quienes han tomado posición a favor del aborto por violación, otros si se aprueba en consulta popular. Sin embargo, haciendo un balance, los candidatos poco dijeron sobre la mitad de la población (las mujeres) que sufren discriminaciones ancestrales, empobrecimiento profundo, acentuado por la pandemia; nada se dijo sobre el embarazo en niñas y adolescentes cuyas vidas terminan afectadas, sin oportunidades de estudio y trabajo adecuado. 

La mortalidad y la morbilidad materna siguen cobrando vidas por causas prevenibles. Los aspirantes a la Presidencia realmente no se han enterado bien de los problemas que afectan a la mitad de la población. Es impredecible lo que van a hacer en el ejercicio del poder, improvisarán.

No veo planteamientos prioritarios, robustos, potentes en relación a los temas que afectan a la mitad de la población, que son las mujeres.

Preocupa más con los que van de punteros…

Los que están con posibilidades de ganar son los que menos hablan. Uno de ellos –se refiere a Guillermo Lasso,– es el que más se ha posicionado en contra. Es decepcionante, estamos en época electoral, no hay algo potente, ni sustentado. Las mujeres vamos a tener que seguir luchando para que se implemente lo que ya está aprobado, ni siquiera vamos a poder avanzar. Siempre nos arrinconan a defender lo poco que tenemos. 

Si gana la lista auspiciada por Correa, él está en contra, totalmente en contra. La lista 1 no ha dicho nada de si está a favor. Cuando se aprobó el aborto libre en Argentina, hubo un tuit de Andrés Aráuz felicitando a la marea verde, que parece que fue falso, porque enseguida sacó otro diciendo que no, que él defiende la vida.

Bueno el candidato a la vicepresidencia, Carlos Rabascall, sí ha dicho abiertamente que está en contra, pero que está dispuesto a conversar…o sea está en contra. 

A mí me sorprende la postura de Rabascall. Me hizo una entrevista en el 2013 y me dio una buena impresión. Lasso está francamente en contra, el otro –habla de Aráuz– tiene una opacidad terrible. 

¿Han podido reunirse con alguno de los punteros con Lasso o Rabascall?

Ninguno de los dos candidatos ha buscado una reunión con la Coalición. Sí hemos hecho acercamientos con los candidatos a Asambleístas de la lista de Aráuz, a quienes les hemos mostrado del Informe de la CEDAW, que es vinculante, tiene rango constitucional y que el Ecuador debe cumplir. Cada cuatro años el Ecuador debe presentar los avances al Comité de la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer y en estos momentos ya estamos frente a una situación de responsabilidad ante la comunidad internacional. 

A lo largo de estos 4 años se han maltratado mucho los derechos de las mujeres. Se desfinanciaron programas como la prevención del embarazo en niñas y adolescentes; a otros se les redujo drásticamente el presupuesto como la implementación de la Ley Orgánica de Prevención de la Violencia contra la Mujer; en la Asamblea el veto total al Código Orgánico de la Salud (COS) dejó por fuera los derechos de las mujeres, entre otros. El derecho al aborto por violación sigue siendo un pendiente desde el 2013. En medio de todo esto, ¿cómo llegamos a esta elección presidencial? 

Este gobierno es un legado del anterior, no ha sido tan diferente en relación con los derechos de las mujeres. En este gobierno se aprobó la Ley para Prevenir y Erradicar la Violencia contra la Mujer. En el 2013, se impidió la legalización del aborto por violación, en una Asamblea en la que había los votos. En este gobierno, en el 2019, pasó lo mismo, el Presidente Lenín Moreno pudo vetar a favor, pero no lo hizo. La Corte Constitucional tampoco lo hizo cuando le pasó la pelota el Ejecutivo. Fuimos las mujeres, la Fundación Desafío, Coalición Nacional de Mujeres del Ecuador, el Frente Ecuatoriano por la Defensa de los Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos (FEDSD), las que pusimos una demanda de inconstitucionalidad y es un trámite que hasta ahora no se resuelve. El gobierno de Rafael Correa eliminó el ENIPLA para poner a los antiderechos. Este gobierno no puso la plata para una ley que este mismo gobierno promovió con el apoyo de las mujeres en la Asamblea. 

No poner recursos para prevenir el embarazo adolescente, es retroceder, incluso las propuestas de cooperación internacional para ayudar con este tema, están siendo torpedeadas dentro del gobierno. 

A las elecciones, las mujeres llegamos con los peores índices de violencia, que los que teníamos en el 2011, año en el que se hizo la investigación sobre la violencia sexual. 

Las mujeres llegamos con una situación agravada en la pandemia que debió haber sensibilizado a los candidatos. La pandemia disparó la mortalidad materna, tenemos 172 mujeres que han muerto por causas prevenibles, 32 mujeres más que el 2019. Cuando el embarazo pone en peligro la salud de la madre, el aborto es no punible, pero hay mujeres que no conocen ni eso y llevan a cabo gestaciones riesgosas con desenlaces fatales. Llegamos en peores condiciones a las elecciones, además la pandemia profundizó las discriminaciones y las violencias estructurales.

Virginia Gómez De la Torre, directora de la Fundación Desafio. FOTO: edicionmedica.ec

En la situación más concreta del feminicidio, el 2020 cerró con una cifra dolorosa de 118 mujeres asesinadas por ser mujeres, entre ellas, 4 mujeres embarazadas. ¿Cuáles son todas las acciones que están pendientes para no seguir lamentando muertes?

Hay cuestiones súper concretas a cortísimo plazo: entregar el bono de reparación (femicidio) a todos y todas las huérfanas. ¡Cómo es posible que este gobierno haya sido cómplice de una definición en la que solamente los huérfanos con sentencia ejecutoriada pueden ser beneficiarios del bono! Eso es un indicador de violencia estatal impresionante. 

Equiparar las cifras de los asesinatos, hay femicidios a la vista de todo el mundo, pero el Gobierno solo los considera así a los que tienen un proceso judicializado, por eso las cifras diferentes: las organizaciones de mujeres decimos 118 femicidios en el 2020; y, el Estado alrededor de 55. Hay una diferencia abismal. Las organizaciones hacemos el monitoreo y el mapeo del femicidio del Ecuador a través de una alianza formada por varias instituciones feministas, sin esperar que se formalice un proceso judicial. La cifra oficial es maquillada. 

Una de las acciones más macro para el impacto a mediano y largo plazo, es apoyar la implementación de la Ley en los municipios y en las juntas de protección de derechos.  Es importantísima una articulación del Sistema Nacional con los locales. 

Es urgente potenciar una estrategia nacional de erradicación de la violencia. La violencia contra la mujer no es natural, ni debe ser tolerada. 

Se debe recuperar la Estrategia Nacional Intersectorial de Planificación Familiar y Prevención del Embarazo en Adolescentes (ENIPLA) 

Las mujeres seguimos avanzando en términos de conciencia, de empoderamiento, de legitimidad de nuestros derechos y los hombres no. 

¿Cómo analizar los perfiles de los candidatos? 

Tenemos un pastor evangélico (Carlos Sagnay de la Bastida por la Lista 10), acompañado de Sofía Merino, reconocida militante antiderechos de las mujeres. Otro candidato a la Presidencia -se refiere a Guillermo Lasso- que escribió una carta solicitando que se vete el Código Orgánico de la Salud  (COS) y eso fue lo que hizo el Ejecutivo.

Pero además solicitar que se niegue la atención en salud a la mujer que está en medio de un proceso de aborto ¡es increíble! 

¡Es inconcebible, aunque el aborto fuera provocado! Hay la urgencia de salvar la vida de esa mujer… pero un candidato estaba planteando eso. 

De los más de 600 niñas, niños y adolescentes huérfanos producto de femicidios entre el 2014 y 2020, solo 33 reciben el bono de reparación, que son quienes tienen sentencia ejecutoriada. Haciendo una media de 3 hijos por cada víctima, serían 200 casos de femicidio, de esos ¿solo 33 se han resuelto? La deuda en justicia es altísima.  

El femicidio es un proceso penal largo y costoso. Los familiares de las víctimas tienen que gastar en abogado si quieren justicia. Solo en el caso de Lizbeth Baquerizo, es un femicidio con detalles macabros. ¿En qué país estamos? La búsqueda de justicia toma mucho tiempo, aunque el Consejo de la Judicatura estableció un protocolo para que los procesos sean más expeditos y parece que está funcionando. A esto súmale que cuando el femicida se suicida, el caso queda en el limbo para el sistema judicial porque no hay a quien acusar. En estos casos, aunque haya hijos, no se entrega el bono y encima no se contabiliza como femicidio. 

¿Esto debería considerar el nuevo gobierno? 

El bono de reparación no debería ser solamente económico, debería haber una reparación integral que garantice la salud, el acompañamiento psicológico a las niñas, niños y adolescentes. No se trata de dar 120 dólares y con eso el país se queda tranquilo. 

Además, hay medidas de reparación que están en el papel y nadie vigila que efectivamente se cumplan. 

La reparación en este país no existe. Las niñas y mujeres que se embarazan por violación son víctimas. El aborto en caso de violación no le quita las huellas de una violación, solo soluciona una parte del problema, si le permite iniciar un proceso de sanación. Pero en estos casos se necesitan medidas de reparación y no existen.   

En el caso de la despenalización del aborto por violación, alentado por lo sucedido en Argentina – parece que Chile también lo va a lograr–, ¿la pelota está solamente en la cancha de la Corte Constitucional o se puede esperar un nuevo proceso legislativo?

El proceso argentino duró casi 20 años con ciertos hitos, uno fue la despenalización del aborto por violación hace 12 años. Nosotras ni siquiera hemos logrado eso. El proceso argentino le ha dicho a América Latina que es posible. Aquí se asustan cuando hablamos de aborto libre… no queremos las cosas a medias, queremos todo. Entendemos que es un proceso, ahorita en el Ecuador, la única posibilidad es el aborto por violación, eso también sería un hito aquí en el Ecuador. En la Corte Constitucional hay una sola demanda que interpuso la Fundación Desafío, dependiendo del pronunciamiento de la Corte, sería la Asamblea la que debe reformar el Código Orgánico Integral Penal (COIP). Si la Corte niega, nos toca esperar un año para volver a insistir en la Asamblea. Pero veamos qué Asamblea tenemos. Con el voto en plancha entrarán muchos antiderechos. 

En este momento, entonces solo está en la Corte Constitucional .

Sí. Y, la Corte ha discriminado a las mujeres en la tramitación de esta demanda porque se presentó a mediados de 2019. Tiene las demandas congeladas más de un año. 

En el 2019 se perdió, otra vez, una gran oportunidad.

El tema del aborto fue botín político, se vendió el proceso por mantener un acuerdo con CREO, nos faltaron 5 votos. No fue porque Mercedes Cuesta faltó ese día, realmente no contábamos con su voto. Si en Alianza PAIS (AP) votaban los 22 que nos lo ofrecieron, ganábamos. Luego supimos que la consigna era que no gane. AP tenía un acuerdo con CREO, no lo digo yo. ¿Qué podemos esperar las mujeres si gana un partido como ese? Solo el retroceso. Retroceso es también no avanzar. 

Finalmente, quiero referirme a un tema: la violencia sexual en el ámbito educativo. El año pasado el Ecuador fue sentenciado por la Corte Interamericana de los Derechos Humanos  por el caso de Paola Guzmán que implica muchos temas estructurales en los que no se están avanzando. ¿Qué cambios se necesitan en este aspecto? 

Eso no lo va a hacer este gobierno. Lo primero que debió hacer como respuesta fue dotar de recursos al Programa de Embarazo Adolescente. Debió dar presupuesto para la implementación de la Ley de Prevención contra la Violencia que tiene un enfoque preventivo, en el que participa el Ministerio de Educación, no lo ha hecho. 

La sentencia de la Corte IDH es vinculante, se fueron por las ramas, el pedido de disculpas por parte del Estado a la madre de Paola, Petita Albarracín, ni siquiera fue una cadena nacional, fue un facebook live. Human Rights Watch hizo un nuevo estudio y publicó que el entorno de violencia que afrontó a Paola Guzmán está vigente, todavía sucede en el entorno educativo. Se debe nombrar una comisión independiente, sin nexos políticos que hagan dudar de la idoneidad de sus integrantes para actualizar la investigación sobre la violencia sexual en el ámbito educativo, recordemos que en el caso de la Academia Aeronáutica Mayor Pedro Traversari (Aampetra), la Asamblea anterior protegió al ex ministro de Educación, Augusto Espinosa

“El tema del aborto fue botín político, se vendió el proceso por mantener un acuerdo con CREO, nos faltaron 5 votos. No fue porque Mercedes Cuesta faltó ese día, realmente no contábamos con su voto. Si en Alianza PAIS (AP) votaban los 22 que nos lo ofrecieron, ganábamos. Luego supimos que la consigna era que no gane. AP tenía un acuerdo con CREO, no lo digo yo. ¿Qué podemos esperar las mujeres si gana un partido como ese? Solo el retroceso. Retroceso es también no avanzar”. 

–Virginia Gómez De la Torre

Fotografía principal: Marcha Vivas Nos Queremos 2018 / Ela Zambrano


La entrevista completa:

PREGUNTAS AL CANDIDAT@ 

Entrevista completa a Virginia Gómez de la Torre, reconocida militante feminista y una de las voceras de la Coalición Nacional de Mujeres del Ecuador.

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