Estamos con ustedes y somos con ustedes. Protestamos en libertad y los queremos libres, locos y desobedientes.
Estamos con ustedes y con las voces de miles de gentes que gritamos ¡ya basta! Paren la mano les decimos en prosa y no sigan inventando versos chuecos.
Estamos con ustedes y con la bronca y con el dolor y con las lágrimas de sus madres y de todas sus familias. Gente humilde que ahora nunca más permitirá que les topen un pelo.
Estamos con ustedes los cercanos y lejanos de este momento político, que no entendemos porqué tanta infamia. ¿En qué momento a sus acusadores se les extravió la cordura? ¿Cómo hacerles entender que la ciencia ficción no es prueba para acusar de algún delito?
Estamos con ustedes los vecinos, los roqueros, los futboleros, los de la hueca de Doña María y del bar de Don Ramiro. Estamos con ustedes los estudiantes, los profesores, los intelectuales, los artistas y un millón más de hombres y mujeres que los quieren cerca de sus hogares.
Estamos con ustedes porque hay que ser insensatos con rúbrica prestada para tragarse el cuento de que son terroristas. Sus miradas no mienten, las manos de sus madres, los puños de sus padres lo certifican, que son pueblo, que son un puñado de hombres y mujeres con sueños, con ideales y que creen en un mundo mejor y más justo.
Estamos con ustedes y su ridículo encierro nos convoca a ser el once de Luluncoto, el once que los acompañará este diez y todos los días que sean necesarios para brindarles nuestro grito solidario.
Estamos con ustedes porque no importa el color que defiendan, las letras que profesen, los zapatos en que caminen, tienen todo el derecho de ser y estar, de proponer y cuestionar, de soltar un abrazo en tres notas y de disparar un carajazo en cinco tomos.
Estamos con ustedes hermanas y hermanos de Luluncoto; estamos en contra del abuso del poder y de sus pruebas de pantalón cortito y de papel mojado. Estamos con ustedes, y aunque no tracemos el mismo rumbo, sin duda alguna nos encontraremos en el mismo sueño.
Todos estamos con los que sufren injusticia, pero no entiendo lo que proponen estas personas. Por lo menos, no lo manifiestan.
YO ESTOY CON LOS DE LULUNCOTO, porque tenemos derecho a pensar y expresar nuestros ideales, diferente, porque este pueblo no es sumiso ni es esclavo sin voz ni voto ante el tirano;, por ustedes representan el sueño de un pueblo que sueñan con un mundo de justicia y libertad.
porque ustedes compañeros deben estar libres, envio a ustedes un abrazo solidario.