La situación económica del país es extremadamente grave. La inflación más alta del mundo (140 %[i]), déficit fiscal de dos dígitos (por quinto año consecutivo), caída del 75 % de los precios del petróleo, el riesgo país a la inversión internacional más alto del globo (JP EMBI+ 4145 puntos[ii]), la estrepitosa caída del PIB (-7,1% al tercer trimestre de 2015[iii]), la cantidad de reservas internacionales más baja del decenio y una tremebunda escasez de toda clase de bienes y servicios. A ello se le suma la fuga de capitales más elevada del planeta[iv]. Ante ese deslucido panorama se erige la certeza de que la situación puede ser mucho más grave, pero que en 2016 será el desenlace.
La importación fraudulenta, uno de los padres de la escasez y la inflación
En varios artículos nos hemos referido en extenso a este tópico. En esta ocasión hablaremos de él rápidamente, en otros escritos se encuentra información detallada de esta investigación[v].
La importación fraudulenta y realizada con un tipo de cambio extremadamente sobrevaluado, es una de las causas centrales de la caída en la oferta de bienes y servicios (escasez) y de su consecuente carestía (inflación). La cada vez más barata importación fue mutando en la desviación de divisas destinada a importar bienes y servicios, en aras de usar esas divisas para fugar capitales o para revenderlas en el mercado paralelo con ganancias que en la actualidad rozan el 15773 % (si un importador obtiene divisas a Bs. 6,3, y las vende al precio que marca la cotización del dólar en la frontera con Colombia: Bs. 1000).
Quizás el caso más impresionante de la importación con sobrevaluación y además fraudulenta, lo representa el tema de las medicinas que en la actualidad presentan una escasez estimada del 70%[vi]. Si vemos el gráfico 1, podemos observar el crecimiento exponencial de lo que se ha pagado por concepto de importaciones de fármacos protagonizadas por grandes empresas transnacionales que “supuestamente” importan insumos para elaborar medicamentos. Empresas “imperialistas” como PFIZER, MERCK y P&G, encabezan la lista de las máximas beneficiadas por la entrega de divisas preferenciales que realiza nuestro munificente gobierno. Dichas empresas han multiplicado por 10 el costo de su importación total (barra roja) pero disminuido en 87 % la cantidad de mercancías que traen (barra azul) –año 2014-. Dicho diferencial a todas luces inexplicable, forma parte de una “exportación de capital” sin contraprestación, una salida de divisas pura.
Gráfico 1, importaciones de fármacos (volumen y costo (FOB))
En la tabla número 1 podemos observar que en 2003, por cada kilo de fármacos pagábamos 2 dólares. Dicha relación se fue al tacho de la basura cuando en 2014 pagamos 86 dólares por cada kilo de fármacos, es decir 43 veces más que en el 2003, lo que evidencia un portentoso fraude importador basado en: sobrefacturación, sobreprecio e importaciones inexistentes. Esa trágica caída en la oferta de fármacos (de cada 10 kilos traídos en 2003, en 2014 sólo llegaron 1,3 kilos), trae consigo una calamitosa subida de precios al haber una fuerte caída en la oferta de medicinas.
Tabla 1, importación de fármacos (FOB), para años seleccionados
Lejos de plantearse la creación de una gran empresa estatal de producción de fármacos, el gobierno prefiere darles divisas preferenciales a importadores fraudulentos, o confiar en burócratas que realizan importaciones bajo la mayor opacidad. El asunto no reviste misterio alguno, al importar las comisiones y trampas milmillonarias que se pueden hacer son inagotables, la producción nacional es un estorbo para este negocio.
La Fuga de capitales más grande de América… (“potenciada” con el control de cambio)
El modus operandi de la salida de capitales más vigorosa (y vergonzosa) del planeta se basa fundamentalmente en la importación fraudulenta y en la especulación financiera con títulos de deuda externa pública. En otros artículos hemos explicado como a pesar de obtener dólares preferenciales o no, TODOS los empresarios fijan sus precios de venta usando como referencia al dólar paralelo, que a febrero de 2016 se ubica 157 veces más arriba (Bs. 1000 por dólar) que el dólar oficial (Bs. 6,3 por dólar), lo cual crea un atroz incentivo para que burgueses y alta burocracia (encargada de la importación estatal), desvíen las divisas otorgadas para la importación y comentan toda clase de peculado y dolo.
A continuación vamos a acercarnos a una investigación de una organización internacional especialista en el estudio de la fuga de capitales y en auscultar las diversas trampas fiscales que realiza la clase capitalista a través del planeta. Quien afirme que los capitales se fugan del país por la “inseguridad jurídica” del gobierno bolivariano, miente, porque la fuga de capitales en Venezuela ha sido una constante histórica. Sin embargo, eso no es óbice para justificar que de 2000 a 2010 se fugaron mucho más capitales en Venezuela, que de 1970 a 2000. Se suponía que el gobierno con el control de cambio implementado en 2003 iba a detener este desangre, eso evidentemente no se hizo. Veamos el gráfico 2, cortesía de Tax Justice Network.
Gráfico 2, fuga de capitales en América latina (1970-2010)
Hagamos una comparación más fina y veamos en términos del PIB de cuatro naciones latinoamericanas el inicuo desempeño de nuestra clase capitalista y su gobierno amigo.
Tabla 2, fuga de capitales en comparativa latinoamericana
En apenas diez (10) años (2000-2010) la fuga de capitales en Venezuela fue equivalente al 43% del PIB del año 2010. En ese período la fuga de capitales fue 42 veces más alta que en Colombia y diez (10) veces más alta (en términos del PIB) que la de Brasil. Más aún, la exportación y privatización de capitales en Venezuela fue más alta que la de 30 países (sumados) en América, un verdadero record.
Una forma de medir con mayor precisión la salida de capitales neta de un país, es auscultando una cuenta denominada: “Transferencia neta de recursos al extranjero”. En dicha cuenta se puede observar un “neteo” de lo que ingresa y egresa en la cuenta de capitales del país. En ella no se toma en cuenta la balanza comercial, ni los intereses de la deuda externa que se ubican en la cuenta de importaciones CIF, como “servicios financieros”. En el gráfico 3 se puede denotar la evolución de dicha variable.
Gráfico 3, transferencia neta de recursos al extranjero
En un nuevo pico del esplendor rentístico (2011), donde los precios del petróleo venezolano alcanzaron los 100 dólares por barril, vemos como la salida de capitales llegó a rozar la suma de 36 mil millones de dólares. Dicho monto, fugado en apenas un año, es mucho más de la deuda externa de Venezuela en el año 2000[vii]. La fuga de capitales que ahorca a la nación lleva ya desde 2004 un ritmo que triplica a la de 2001. La huida de capitales del fatídico 2011 fue seis veces mayor a la de 2001 cuando precisamente no existía control de cambio y había plena facilidad de conversión de bolívares a divisas.
Si nos fijamos en la tabla 3, la sumatoria de las salidas anuales de capitales, alcanzaron la pavorosa cifra de 295 mil millones de dólares, más o menos el 70 % del PIB de un buen y reciente año petrolero o el equivalente a 20 veces la totalidad de nuestras Reservas Internacionales en la actualidad. Esto equivale a construir 100 veces SIDOR, una de los complejos metalúrgicos más grandes del mundo.
Tabla 3, la totalidad de las transferencias al extranjero (2003-2014)
La sumatoria de las Transferencias al extranjero,
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– 295.341
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entre 2003-2014 es (en Millones de dólares):
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Una pequeña parte de la enorme expropiación que realizaron los capitalistas a millones de venezolanos se puede rastrear en una cuenta que se llama: Posición de la Inversión Internacional: activos privados. Resulta, que al ver el gráfico 4, notamos que nuestro empresariado ha logrado más que triplicar la cantidad de divisas que posee en el extranjero (en cash) aún bajo la égida del “rígido” control de cambio. Lo que tienen –en efectivo- ahora excede en más de 10 (diez) veces todo lo que la nación atesora como Reservas Internacionales. Es evidente que las cuentas en dólares de los venezolanos en el extranjero no deberían crecer en esa magnitud, máxime que son las empresas estatales las que generan el 96 % del ingreso de divisas al país (2013).
La totalidad de las exportaciones privadas en estos 10 años de control de cambio, apenas alcanzaría a acumular 30 mil millones de dólares, partiendo del supuesto negado en el que los empresarios tuvieran el poder para atesorar en sus cuentas personales el 100 % de sus ingresos por exportaciones. De hecho según nuestra ley las divisas generadas por exportación deben venderse inmediatamente al Banco Central de Venezuela.
Gráfico 4, posición de la inversión internacional de venezolanos en el extranjero
En la tabla 4, observamos el extraordinario e injustificable crecimiento de la fortuna del sector privado en el extranjero. También acotamos su incremento de riqueza neto de más de 229 %, todo un logro bajo un “estricto” control cambiario.
Tabla 4, una parte del enriquecimiento neto del sector privado en el extranjero
Apuntes sobre la crisis y el ciclo económico…
Es evidente que no se ahorró en los momentos de ingente bonanza. Sin ahorro previo, cuando la crisis estalla las únicas medidas que se pueden tomar son procíclicas, es decir, ajustes que reducen gastos e inversiones. En ese momento se plantea un ahorro que llega en el peor instante ya que comprime el flujo económico y acelera la tendencia a la caída estrepitosa de la economía. Dichas medidas son las que empuja el inefable FMI ya que aseguran el pago de la deuda externa, lo único que le interesa. Esas medidas “enfrían” una economía que se congela y empeoran la situación.
De cajón, es evidente que las medidas que deben tomarse se corresponden con la realización de una serie de estímulos a la economía para empujarla a crecer. En ese minuto son válidas las expansiones del gasto público, una impresión moderada de dinero suplementario, emprender programas de endeudamiento etc. Sin embargo, como esas medidas se tomaron en la parte más elevada del ciclo económico, las mismas tienden a sobrecalentar la economía, ejercer presiones inflacionarias y dilapidar los recursos necesarios para emprender esas medidas cuando más se necesita.
En la situación actual el gobierno de Maduro parece atrapado sin salida. Dada la feroz recesión de la economía se encuentra con una serie de gastos e inversiones que ya no puede sostener, y con una necesidad de incrementar las tarifas y precios de todas las mercancías que otrora eran subsidiadas por una renta petrolera ingente y que hoy se ha hecho exigua. Todas las ciclópeas distorsiones macroeconómicas que antes fueron maquilladas por la colosal renta petrolera, hoy muestran su faz más agónica. Fundamentalmente diríamos que: 1. No se puede subsidiar más el tipo de cambio a Bs. 6,3. 2. No se puede seguir regalando la gasolina que incluso se está importando. 3. No se puede sostener la extrema baratura (subsidio) de los servicios públicos y 4. No se puede seguir amarrando el precio de los alimentos y medicinas a un precio del dólar irreal y extremadamente sobrevaluado. El subsidio es insostenible y la regulación extrema amenaza con desaparecer los bienes que aún circulan.
Por todo lo anterior a Maduro se le presenta (a completa falta de voluntad y pericia para emprender medidas socialistas radicales) la “obligación” de efectuar un draconiano paquete de ajuste macroeconómico mucho más grave y empobrecedor que el aplicado en 1989 que precedió al “caracazo”.
En las crisis estructurales, cómo ésta, los pingues esfuerzos bolivarianos por disfrazar a millones de personas de su condición de población obrera sobrante (POS) para el capital, naufragan. Es decir, personas carentes de medios de producción que el proceso de acumulación de capital no encuentra como explotar bajo ninguna relación de valorización, han sido “sostenidas” a fuerza de transferencias estatales y enormes subsidios para evitar que no se sumerjan en la miseria extrema. El 2016 es el año del fin del espejismo donde la economía estalla en su impotencia de sostener a la POS. La forma política que toma el final de la distribución asistencial de la renta es el ajuste económico.
Sabiendo lo ruinoso del ajuste económico, Maduro se niega a emprenderlo, pero tampoco avanza en una dirección comunista que descargue una parte central de la crisis en los capitalistas. Por tal razón Maduro anuncia anuncios que anunciará próximamente… Con desesperación empuja la pelota hacia adelante y trata por todos los medios de evitar tener que tomar las medidas de ajuste referentes a los 4 tópicos que explicamos arriba. Maduro sabe que tomar esas medidas destruiría la base ideológica del chavismo que se vende como un amoroso distribuidor de provento a los más pobres, a través del expendio y regalo de bienes subsidiados hasta en 99 % (gasolina). Por todo ello el más absoluto inmovilismo lo gobierna y el más ampuloso y estrafalario rosario de medidas inocuas y anodinas salen de su agenda (crear un ministerio de agricultura urbana).
Esta situación desespera a la población y ofrece la sensación de que el gobierno es absolutamente impotente para resolver la crisis. De manera pública muchos chavistas han exigido la renuncia de Maduro en aras de preservar el legado político de Chávez. Lo ideal para ellos es forzar a la ultraderechista y antiobrera oposición nucleada en la MUD, a realizar el ajuste económico y a obligarlos a cargar con el peso político de semejante fardo de medidas antipopulares. La MUD a sabiendas de esto dilata de forma velada el golpe de estado “legal” contra Maduro, para evitar una victimización bolivariana que haga resurgir el ideario chavista luego de las horrendas consecuencias económicas del ajuste. El país se hunde y todos juegan a acomodarse en la ciénaga.
La izquierda en su laberinto o la esterilidad manifiesta
La crisis es la fiesta de los comunistas revolucionarios. En esa etapa la lucha de clases crece y se desborda más allá de las direcciones. Allí las bases obreras se levantan y prestan sus oídos a las posturas más radicales. La política entra como forma necesaria para la mínima reproducción biológica y los enemigos de clases se ven con mayor claridad. En nuestra actualidad toda esa atrayente perspectiva se diluye en la mar de una izquierda más confundida y atrasada que sus bases.
La izquierda está imbuida en el odio a la intelectualidad que el lumpen político que se cree “sabio” sólo por ser lumpen, le inculca. No avanza en investigaciones, estudios y ni trabajos formativos que permitan elevar su nivel de comprensión del complejísimo sistema capitalista. Por el contrario, se vanagloria de su ignorancia y desprecia a quienes intentan construir conocimiento obrero. Esta izquierda compra las sandeces y disparates relacionados con cualquier cosa que justifique y exculpe de sus responsabilidades al proceso bolivariano. Su ideal es defender al gobierno a toda costa, suprimiendo completamente su carácter crítico. La izquierda se hace furgón de cola de quienes vendieron “socialismo” y hacen exactamente lo contrario. La dolorosa derrota que se gesta promete ser estructural y lacerante. Nadie parece estar preparado para luchar.
PD: Luego de recibir infantiles ataques difamatorios que sabotearon nuestra organización y sufrir el hackeo de los correos y nuestras redes sociales, he recibido la noticia de la ilegal cesantía de mí puesto como profesor de economía en la Universidad Bolivariana de Venezuela, como reprimenda a mi escritos críticos y por negarme a apoyar medidas absurdas. Esas tácticas ruines no callarán el esfuerzo de investigación que hacemos. Seguiremos adelante. Gracias por la solidaridad de amigos y compañeros.
* Centro de Investigación y Formación Obrera (CIFO_ALEM)
NOTAS
[i] 140 % es la inflación anualizada de septiembre de 2014 a septiembre de 2015, en febrero de 2016 aún no hay una cifra más reciente.
[iv] Obviamente, de acuerdo al tamaño de su economía.
[vii] Banco Central de Venezuela (BCV).