Basta que en los medios de comunicaciĆ³n se mencione a la sexualidad, o algĆŗn tema relacionado, para que se agite el avispero. Inmediatamente desfilan voceros y voceras que se atribuyen el pensamiento de la mayorĆa de la poblaciĆ³n, y cuyos argumentos no se corresponden mĆnimamente con realidades como el embarazo adolescente, muerte materna, o violencia sexual. El Ćŗltimo episodio se dio frente al anuncio de la vigencia del reglamento para regular el acceso y la disponibilidad de mĆ©todos anticonceptivos en el Sistema Nacional de Salud.
La anticoncepciĆ³n es una herramienta concreta a travĆ©s de la cual se hace efectivo un derecho. Es una forma de acceder a la salud, que para las mujeres significa decidir sobre la carga reproductiva y productiva, ejercer la posibilidad de planificar, proyectarse, tener y ofrecer una vida digna. Por eso es importante profundizar sobre argumentos responsables, argumentos que nos permitan acercarnos mĆ”s desde la racionalidad y menos desde la culpa a nuestro primer espacio, el cuerpo.
1.Ā Ā Si vamos a defender valores, defendamos los derechos humanos. En un estado laico como el ecuatoriano, los valores que rigen a la sociedad, y son el eje de la convivencia ciudadana, son los derechos humanos. Y los derechos sexuales y reproductivos son, por naturaleza, derechos humanos. Por tanto, ninguna creencia religiosa puede atribuirse la āverdadā y ābondadā de sus propios valores, para imponer una forma de pensamiento o prĆ”cticas relacionadas a los derechos sexuales y reproductivos.
Consagrados en la ConstituciĆ³n, el Ć”mbito de aplicaciĆ³n de estos derechos son las polĆticas pĆŗblicas. Y reglamentar el acceso y la disponibilidad de mĆ©todos anticonceptivos en el Sistema Nacional de Salud, significa normar una polĆtica pĆŗblica que estĆ” en concordancia con los derechos reconocidos en la ConstituciĆ³n.
2.Ā Ā AnticoncepciĆ³n: una llave para decidir. Ā La anticoncepciĆ³n implica varias decisiones: en primer lugar, cuĆ”ndo y cuĆ”ntosĀ hijos tener. Pero tambiĆ©n significa la posibilidad, en el caso de las mujeres, de decidir sobre la forma de su participaciĆ³n en actividades laborales, en el mismo matrimonio, asĆ como tener, o no, la experiencia de la maternidad.
La anticoncepciĆ³n permite, entonces, recuperar para las mujeres un espacio de poder sobre nuestros propios cuerpos, cuerpos que han sido siempre de todos menos de nostras mismas: de la iglesia, de los padres, de los hombres, del mercado, de los otros.
Y claro, esto puede parecer pecaminoso para ciertos devotos extremos, pero su propia literatura plantea la tesis del ālibre albedrĆoā, o la capacidad de elegir y decidir que tenemos los seres humanos, lo que incluyeĀ a las mujeres.Ā El espacio de decisiĆ³n que permite la anticoncepciĆ³n nos permite planificar nuestro futuro escenario de vida.
3.Ā Ā Ā La anticoncepciĆ³n no es sinĆ³nimo de promiscuidad. Los feroces defensores y defensoras de la āvidaā y opositores radicales del aborto, en lugar de apoyar medidas preventivas y efectivas de salud sexual y salud reproductiva, como la anticoncepciĆ³n, defienden medidas poco consistentes como la abstinencia.Ā De ahĆ que vean en la posibilidad de una experiencia sexual segura un escenario de promiscuidad, segĆŗn ellos.
Experiencias sexuales donde el temor de un embarazo no planificado o el contagio de infecciones de transmisiĆ³n sexual estĆ”n presentes, hacen que la vivencia de la sexualidad no sea plena.Ā Esto le puede suceder a una madre adulta, casada y con varios hijos, o a una joven soltera que inicia su vida sexual.
La anticoncepciĆ³n lo que sĆ permite es disfrutar de la sexualidad, esto a su vez aporta a mantener una buena salud, que no se debe confundir con promiscuidad.
4.Ā Ā Ā ĀæMejor el dĆa antes que el dĆa despuĆ©s? En una red social circulaba por estos dĆas una imagen que contenĆa el siguiente texto: āEn lugar de la pĆldora del dĆa despuĆ©sĀ habrĆa que fomentar la responsabilidad del dĆa antes.ā
Y claro, la responsabilidad sĆ es importante, junto con una oportuna y adecuada informaciĆ³n, pero tampoco podemos olvidar la responsabilidad de padres y madres de hablar sobre la sexualidad.Ā La realidad es que en esta sociedad se exige responsabilidad a los jĆ³venes, cuando los adultos en el mejor de los casos fingen demencia frente a estos temas.
Ya enfrentados a una relaciĆ³n sexual, si no hay un mĆ©todo a la mano, si se rompiĆ³, si no lo usĆ³, Āæno es acaso mĆ”s responsable acudir el dĆa despuĆ©s por un mĆ©todo anticonceptivo oral de emergencia que enfrentar un embarazo y criar un hijo/hija sin condiciones para hacerlo?
Hay que estar claras, La pĆldora del dĆa despuĆ©s es un mĆ©todo de emergencia, pero contrario a lo que dicen grupos pro-vida, no es abortiva. Lo dice la OrganizaciĆ³n Mundial de la Salud que, en octubre de 2005, recomendĆ³ el uso de estas pastillas (anticonceptivas) cuyo uso repetido no conlleva riesgos conocidos para la salud. En el 2010 difundiĆ³ un segundo informe en la misma lĆnea.
5.Ā La sexualidad y la reproducciĆ³n no son lo mismo. La comprensiĆ³n de la diferencia entre estos dos realidades representa tal vez el logro mĆ”s importante de la primera pĆldora anticonceptiva desde su apariciĆ³n en 1960. El problema es que si bien es posible una sexualidad sin objetivos reproductivos, aceptar esto como un hecho natural y saludable, representa un gran desafĆo para nuestra sociedad.
Ā La sexualidad no es mala, no es sucia, no deberĆa darnos vergĆ¼enza, son esos los pensamientos fundamentales a transformar en el gran imaginario social.Ā Todo el obscurantismo alrededor de la sexualidad es el que continĆŗa a penalizar a las mujeres cuando son vĆctimas de violencia sexual, y a llevar a la clandestinidad a las mujeres que deciden por un aborto. La factura siempre la pagan las mujeres, en los casos mĆ”s extremos con su propia vida. No es una frase, es una realidad.
El Ministerio de Salud a travĆ©s del acuerdo firmado pone a disposiciĆ³n de mujeres, hombres y adolescentes servicios de atenciĆ³n integral en salud sexual y reproductiva, garantizando la calidad de esos servicios y acceso a informaciĆ³n requerida sobre planificaciĆ³n familiar, anticoncepciĆ³n, anticoncepciĆ³n oral de emergencia, prevenciĆ³n de infecciones de transmisiĆ³n sexual y reproductiva y prevenciĆ³n de embarazos no planificados en la adolescencia.
Si hay gente que no quiere acceder a estos servicios de salud, que no lo hagan, pero ojalĆ” deje de empaƱar este momento histĆ³rico, cuando por primera vez en el paĆs se implementa una polĆtica de salud sexual y reproductiva con acceso a mĆ©todos anticonceptivos para ecuatorianas y ecuatorianos.
* Comunicadora y feminista
Excelente artĆculo.
Saludos Hugo.
La forma de pensamiento tan liberal y torcido de quien escribiĆ³ este artĆculo, seguramente me da a pensar q le gusta disfrutar del sexo con distintas personas y quiere q su hija haga lo mismo. No tiene idea del impacto negativo en una sociedad q todavĆa de alguna manera mantiene normas mĆnimas de respeto y recato a temas de la sexualidad. Cada padre y madre de familia debemos protestar por estas tĆ”cticas inmorales de querer poner en la cabeza de nuestros hijos q la sexualidad es un acto de mera casualidad con el primero q aparezca y la debemos tomar como una diversiĆ³n sin consecuencias .. A mi modo de ver el sexo todavĆa tiene un sentido espiritual de entrega de cuerpo y alma.
SĆ seƱor, tal como lo dice usted disfruto de la sexualidad. Esto es algo saludable. OjalĆ” su hijo pueda hacer lo mismo, ojalĆ” usted puedo hacerlo tambiĆ©n. Vivir la sexualidad desde el miedo y la culpa solo nos convierte en seres fragmentados e incompletos. Creo que la sexualidad debe vivirse con responsabilidad tambiĆ©n, es tan importante que debemos conocer lo suficiente como para que esta viviencia sea constructiva. TambiĆ©n comparto con usted el hecho de que la sexualidad tambiĆ©n es espiritualidad, pero que no se confunda eso con religiĆ³n y dogma. Sobre sus Ć©pitetos nada que decirle. Todo lo que usted menciona estĆ© dentro de usted mismo y a mĆ eso no me topa. Saludos cordiales.
Gracias, Pau. Lo voy a reenviar a todo el mundo.
Gracias Tachita, un abrazo.
Exelente articulo felicitaciones…vale invitar a todos los curuchupas (termino muy antiguo) pero hay que utilizarlo…digo hay que invitar a la capacitacion y a la lectura, solo ello esclarecera plenamente nuestras dudas.
solo para quienes sabemos lo que significa para nuestras niƱas y adolescentes someterse a un embarazo no deseado, que luego se convierte en un problema de la sociedad,,,, entendemos la posiciĆ²n de ustedes, adelante nosotras desde el aula hecemos lo nuestro. si es posible regalennos informacion estadistica para poder concientizar a nuestrao gente; desde el CantĆ²n Paltas en la Prov. de Loja un abrazo felicitaciones por las cinco ideas extraordinarias
Querida compaƱera. En este link encontrarĆ” mucha informaciĆ³n relacionada a sexualidad: http://www.sexualidadsinmisterios.com/
Saludos.
Al toro hay que tomarlo por los cuernos. Muy buen artĆculo, sin duda hay mucha tela que cortar sobre este tema, primeramente los padres y maestros debemos estar a la altura para dialogar con nuestros hijos y nuestros alumnos sobre lo hermosa que es la sexualidad pero con amor y mucha responsabilidad; los maestros no debemos limitarnos a explicar la anatomĆa sexual, sino ir mĆ”s allĆ” es decir a la parte afectiva, emocional y psicolĆ³gica de la decisiĆ³n de cuĆ”ndo, cĆ³mo y con quiĆ©n compartir la sexualidad humana.
Exelente tu argumentaciĆ³n, avancemos a la igualdad de gĆ©nero