“La vida de un libertario es la libertad de todos”
Cabello
El mundo es ancho y ajeno para los enemigos del poder, así sucede en Ecuador, China y la Cochinchina. Pero es un mundito propio y restringido cuando la patria los excluye. Los parias de la tierra aborrecidos por la mala madre buscan las calles del mundo para medio existir, ¡para resistir¡ El asilado pide permiso aunque nunca perdón. Repitamos el mundo les es ancho y ajeno. El humanismo es otro cuento.
La lógica del estado, independientemente de su color y de sus formas democráticas o dictatoriales, será siempre silenciar, desaparecer o despreciar a los que piensan diferente; en unos casos la desaparición es física, en otros es el ausentamiento y la desconsideración. El Derecho de asilo, una de las pocas cosas buenas que existen en la sociedad, como buenos sobreviven los derechos humanos, nos dicen que toda persona tiene posibilidad a buscarlo y solicitarlo, que tienen derecho a disfrutar de él, en cualquier país.
También redunda el texto y la doctrina de que: mientras se tramita una solicitud de asilo y se toma una decisión, la persona tiene amparo y protección para no ser devuelto al país donde su vida, libertad o seguridad corren peligro. El país no solo que da opciones de vida sino de calidad de vida. En el Ecuador del alma, el mismo que concede asilo a Julián Assange se ordena el encarcelamiento de Alexander Barankov quien está en condición de asilado hace dos años.
Agreguemos; La Convención Americana dispone que nadie puede ser expulsado del territorio del Estado acogiente. Que toda persona tiene derecho a no ser desplazado, pero también tiene derecho a desplazarse libremente y elegir su lugar de residencia. ¡Pero en los tiempos del gobierno ciudadano se lo encarcela¡
Alexander Nikolaevich no es un delincuente común es un ex capitán del Ejército de Bielorrusia.El ex militar huyó de su país y llegó a Ecuador, donde al año siguiente recibió la condición de refugiado. Barankov es un oponente de conciencia que se enfrenta al régimen de Alexander Lukashenko. Rara coincidencia, el presidente de Bielorrusia llega al Ecuador y se apresa al ex militar.
El Presidente Rafael Correa asume todas las poses para defender el asilo al activista Julián Assange y evade el caso de Barankov señalando que el mismo está en el sistema de justicia, cuando el asilo no depende del sistema de justica nacional y es un proceso político de voluntad política principalmente del ejecutivo, en este y en todos los países. No pronunciarse al respecto es desentenderse del derecho internacional y del derecho internacional humanitario, más aun cuando hay certidumbre mayor del riesgo contra la vida de Barankov en Bielorrusia que de Assaange en Suecia.
¿Qué nos queda? Pronunciarnos por la vida y la justicia sin miramientos, nos queda el fundamento doctrinal de la ideología de la equidad, esencia moral de la cual la izquierda es portadora. La izquierda ecuatoriana autentica, debe encabezar la lucha a favor de Barankov al igual que de Julián Assange y su discurso debe ser coherente y sin sesgos. Ahora más que nunca esta izquierda inteligente y humanista debe reconocerse como vanguardia de los mejores argumentos de los derechos humanos y de la democracia real.
Este otro Julián, pone en jaque la coherencia gubernamental. Esperemos lo mejor para su vida y que Ecuador acoja si es posible y necesario a todos los perseguidos del planeta. Empecemos por estas dos victimas del poder. ¡QUE VIVAN¡
