El colectivo de la Red de Antropología del Ecuador y la Colectiva de Antropólogas de Ecuador se han pronunciado críticamente ante la promulgación del Decreto presidencial 95, firmado el 5 de julio de este año. Con este decreto el Gobierno de Guillermo Lasso intenta intensificar la explotación petrolera en los territorios amazónicos, además de entregar el negocio y un gran porcentaje de las ganancias a manos privadas, vía contrato de participación.
El pronunciamiento crítico de estos colectivos debe entenderse como una interpelación a toda la sociedad ecuatoriana, para que se exija la inmediata derogatoria de dicho decreto. Es innegable, a pesar de todos los intentos de encubrimiento, el daño que la extracción petrolera ha hecho a los territorios de los pueblos ancestrales e históricos que habitan en la Amazonía ecuatoriana, así como a la propia naturaleza y a las especies animales y vegetales que la constituyen. Destrucción y contaminación de las tierras, los ríos, el aire, la lluvia que ha provocado daños enormes e irreversibles en la salud de las personas humanas y no humanas, víctimas de esta depredación. Seguir, ampliar y profundizar la explotación petrolera es, entonces, un acto criminal que no se puede permitir. No existe argumento posible para continuar con este proyecto de destrucción y muerte, no se trata solo de los pueblos que habitan la Amazonía, aunque ciertamente ellos son las primeras e inmediatas víctimas, se trata de la vida de toda la humanidad en el planeta, los daños ecológicos y sus consecuencias no tiene fronteras.
En este momento crucial para la humanidad, frente a la crisis ambiental, el problema no es siquiera que las ganancias se lleven los privados, aunque eso es claramente un atraco de los bienes comunes. Lo que se debate en este momento es la propia vida del ser humano en el planeta, esa es la urgencia impostergable a la cual tenemos que dar respuesta.
El presidente Lasso, obviamente, no tiene idea de la realidad actual y sus necesidades urgentes. No tiene ni idea de los efectos ambientales desastrosos que la explotación petrolera ha causado, deberían invitarle a hacer el toxic-tour por las zonas afectadas de la Amazonía, donde ni siquiera el agua de la lluvia se salva de la contaminación. Al parecer no ve las noticias donde día tras día nos muestran los efectos del cambio climático, como las últimas inundaciones en Alemania y en China. No tienen idea del reloj climático y el poco tiempo que tenemos para evitar un colapso ambiental. No se ha enterado de la exigencia que Naciones Unidas hace al mundo de hacer una transición verde, que abandone la energía de los combustibles fósiles. No se ha enterado que las mismas élites a las que su gobierno responde están pensando poner un impuesto verde a la extracción petrolera y al uso de combustibles fósiles.
Claro, su justificación que es la misma de todos los presidentes: la necesidad de resolver los problemas urgentes de la población, por lo tanto, hay que ampliar el extractivismo. Viejo cuento que ha encubierto el hecho incuestionable que mientras más extractivismo más empobrecimiento económico, social, cultural y ambiental. Obviamente, para los espíritus envejecidos y nada empáticos y para las mentes perezosas lo más rápido es seguir repitiendo compulsivamente la misma receta ya fracasada una y otra vez. No se le ocurre o no le interesa redistribuir la riqueza concentrada en los grupos económicos que ganan más y más con cada desastre humano y ambiental. La firma de este decreto deja claro que su ecologismo era una mentira parte de su campaña de TikTok, para ganar más likes y seguidores, porque como sabiamente comentan los más jóvenes “Lasso es el primer TikTokero que se hace Presidente para obtener más seguidores.”
¡Defender la Amazonía es defender nuestra vida!
“Su justificación que es la misma de todos los presidentes: la necesidad de resolver los problemas urgentes de la población, por lo tanto, hay que ampliar el extractivismo”.
*Natalia Sierra es socióloga y académica de la PUCE.