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viernes, mayo 3, 2024

Covid-19, estrategias epidemiológicas y políticas

Por Tomas Rodríguez León*

Occidente casi en su totalidad se podría estar equivocando en el manejo de la epidemia, no solo porque los indicadores de morbilidad y mortalidad siguen creciendo, sino porque además están trémulos ante las eventualidades de su impacto económico. Se ven así mismo casi en condición de rendición ante la economía China. Este país sale airoso habiendo sido el foco inicial de la pandemia.

China, Rusia y sus aliados tienen un manejo exitoso de la pandemia, ya que parten de una consideración sustancial: la disciplina social de sus habitantes y el poderío para que ocurra a las buenas o las malas. Los partidos comunistas gobernantes y en el caso de Rusia la heredada centralista y autoritaria actúa con eficiencia en esta y otras epidemias. Solo como para citar, un ejemplo vemos que Vladímir Putin ha autorizado que la guardia cosaca participe en el control social.

Occidente atrapado en el carácter curativo y en los negocios que surgen de las enfermedades no tiene un modelo coherente de atención primaria y su combate a las epidemias se traba. Europa, USA y América Latina a falta de un modelo de intervención, mal copian el modelo aplicado en Wuhan de contención represiva, bloqueo comunitario y autoridad sanitaria sobre la economía, esto ya genera terribles remordimientos en la clase gobernante de la economía vistas sus consecuencias próximas.

Pero existe excepciones, Inglaterra, coherente con su condición líder del capitalismo, no pierde la perspectiva de preservar la economía sobre la realidad coyuntural. El gobierno británico propuso hace más de una semana la estrategia de dos fases para detener el avance del coronavirus, la misma difiere del modelo chino y sus aliados que demuestran capacidad resolutiva y se expresa también como un brexit sanitario, diferente también a casi toda Europa continental.

La primera fase, de contención, aislando a los primeros casos, búsqueda de contactos y mantenimiento de cuarentenas, no es diferente a las otras estrategias de Oriente y Occidente, porque es una categoría epidemiológica universal.

La segunda fase tomo distancia y diferencia, la denominan de retardo. Se apartó hasta de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En esta fase se protege a los más vulnerables (ancianos y enfermos crónicos) pero no impide que el coronavirus se propague. El objetivo de esta fase es que se infecte un número suficiente de personas para adquirir inmunidad de rebaño, la misma se explica en la historia epidemiológica y sus experiencias. Concibe que cuando un número importante de la población se infecta se inmunizarían por afectación directa y a continuación actúa impidiendo que el agente alcance a los que no están protegidos, el virus no encentrará mayor susceptibilidad para infectar y se cortaría la transmisión. Es la clásica historia natural de toda epidemia` ascenso, meseta y descenso que caracterizó el espanto y las esperanzas en la edad antigua y media ante las pestes.

“La transmisibilidad del covid-19 es de 3,28 mayor que en el SARS y el MERS que son de 2,5 y 1,5 respectivamente”.

La inmunidad de rebaño es práctica de rutina de epidemiólogos, inmunólogos y enfermeras que trabajan en vacunación poblacional, calcula porcentaje de personas que deben vacunarse para erradicar o contener una enfermedad inmunoprevenible, “cobertura vacunal”

Para Inglaterra fue una propuesta de “gestionar el contagio” para que la población obtenga inmunidad. Frente al covid-19 se lograría la inmunidad de rebaño cuando el 60% de la población haya sufrido la enfermedad. Pero en epidemiología es más significativo establecer el número reproductivo básico de una morbilidad. Esta, estima a cuántas personas puede transmitir un individuo infectado y permite observar la velocidad de dicha transmisión. La transmisibilidad del covid-19, es de 3,28 mayor que en el SARS y el MERS que son de 2,5 y 1,5 respectivamente. Así, la estrategia inglesa fue cuestionada porque las personas pueden ser contagiosas aun después de la crisis de afectación inicial, por ello el Reino Unido, tuvo detractores en el mismo imperio y hay quienes ya exigen cambios porque la imagen de un país que conscientemente admite la expansión de un virus es moralmente inaceptable, aunque quienes la defienden hablan de menor número de infectados y menor número de fallecidos, sin haber afectado la producción.

Por otra parte, asomó inteligente y consistente la estrategia de Alemania que no deja de recoger lecciones de la experiencia China, hasta donde le es posible y de algunos aspectos de la estrategia Inglesa. Su estrategia “ganar tiempo”,  elige a los grupos más vulnerables y a mayores de 65 años para recibir protección especial y hospitalaria  como también a pacientes en condición de gravedad. Pero para el gobierno alemán cerrar las fronteras y afectar la producción no es una “medida adecuada”. Angela Merkel y sus asesores miran más la economía que la epidemia y rechazan la idea de aislar Alemania como se ha hecho en Italia, USA, España y América Latina, agrega también Merkel que se trata de no desbordar el sistema de salud, así como de proteger la economía de la nación.

Mientras esto ocurre en el mundo, nuestro pequeño Ecuador destaca por ser líder en número de pacientes infectados, la tasa de infección que se establece en número de casos sobre población general da como resultado una pésima noticia, que se suma a la débil salud pública en medicina preventiva. Se expulsó a epidemiólogos cubanos y no tiene sus reemplazos o los desestima, su estrategia es una mixtura entre las recomendaciones de la OPS, OMS, aspectos inaplicables de Wuhan y el modelo de intervención español e italiano.

Ecuador dolarizado no cuenta con ahorros líquidos o una moneda propia para financiar gastos extraordinarios en una situación económica débil. Ecuador, país de comerciantes minoristas y microemprendedores que se encuentran atrapados sin poder producir para la vida diaria, avizora una crisis que a más de los muertos y enfermos dejara secuelas graves en la economía sino hace correcciones, evalúa los hechos internacionales, crea consensos necesarios y sin retardo mira nuestra propia realidad, propone un plan que proteja la vida y la economía con criterios de solidaridad.


*Doctor en epidemiología, máster y especialista en salud pública y catedrático de posgrado.


La Línea de FuegoFotografía: Medios Públicos.  

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1 COMENTARIO

  1. Lo ideal es crear herramientas computacionales que permitan establecer la necesidad de los examenes en base a:
    1. Localización geográfica, movimientos y contactos en los ultimos 15 días;
    2. Datos Demográficos (edad, sexo,etc.);

    3. Nivel Socioeconómico;
    4. Historia Clínica;
    5. Necesidad de movilizarse y
    6. Ocupación
    Mediante algoritmos computacionales puede establecese a quien debería realizarse los exámenes y toda persona que tenga que salir de la casa debería ingresar a la aplicación computacional (accesible también mediante teléfono celular inteligente) cada día y esta le emitirá un “pasaporte” con código QR que puede ser impreso o enviado al celular. Si el algoritmo le indica que debe realizarse el examen, este debe ser gratuito. Obviamente para tener eso se requiere grandes inversiones en desarrollo de software, capacidades informáticas y asesoría internacional. También requiere de una gran inversión en examenes del coronavirus y laboratorios.
    De ese modo se podría hacer muchas cosas como estimar la verdadera incidencia de la enfermedad, su real tasa de morvilidad y mortalidad y establecer en forma mas precisa quien debe ser hospitalizado.

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