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martes, abril 8, 2025

CUANDO EL MONSTRUO SE MANIFIESTA. Por Natalia Sierra

Natalia Sierra
03 abril 2025*

Tomado de: DesInformémonos

En el debate previo a las elecciones presidenciales del Ecuador 2025, quedó algo absolutamente claro: es el capital criminal del narcotráfico el que dirige el destino del pueblo ecuatoriano. El Ecuador es un país pequeño donde el avance del narcotráfico ha permeado todo el territorio nacional, todas sus instituciones políticas, toda su economía y sus tejidos sociales en tiempo récord, realidad que lo convierte en el escenario perfecto donde lo real-monstruoso se manifiesta de forma nítida.

En el debate presidencial, que en rigor es un espacio de ataque verbal de los candidatos, el intercambio de acusaciones que señalaban la vinculación de los candidatos con estructuras criminales del narcotráfico, alcanzo su momento definitivo en el momento en que la candidata Luisa González acusó a las empresas familiares de Noboa de ser exportadoras de cocaína a Europa. Esto, después de haberle interpelado a realizarse una prueba de antidopaje terminado el encuentro. En los últimos 4 años, la sociedad ecuatoriana ha sido testigo directa del poder del narcotráfico en el país y su influencia en las estructuras del estado. Sin embargo, el hecho de que esta realidad se evidencie en el nivel más alto del poder político de cara a toda la población que veía el debate en cadena nacional, irrumpe en la conciencia rompiendo cualquier fantasía que la encubría.

Mientras se desarrollaba el intercambio de acusaciones venía a mi mente esa ya célebre frase de la película «The Matrix» (1999) «¡Bienvenido al desierto de lo real!», en la lectura filosófica sobre la realidad, el capitalismo y las ilusiones ideológicas del filósofo Slavoj Žižek. La ficción de la democracia, de la razón política, del uso público de la razón, del Estado de derecho se rasgó y expuso el monstruo del narcotráfico, todas nuestras fantasías democráticas, ya desgastadas, colapsaron y no tocó más que enfrentar la crudeza de la realidad sin ninguna mediación. El pedido de una prueba antidoping al presidente de la República, por su oponente política, nos dijo: “Bienvenidos al desierto de lo real”

Žižek usa el ejemplo del atentado del 11-S, para exponer la violencia real tras la ilusión de seguridad global, el debate electoral de Ecuador expuso la narcopolítica real tras la ilusión de la democracia electoral. Lo “real” de la narcopolítica no es la realidad empírica de la violencia del narcotráfico que todos los ecuatorianos vivimos a diario, sino aquello que no puede ser simbolizado o representado sin distorsión. ¿Cuáles son las distorsiones que se usan para simbolizar la narcopolítica? Mostrar un Estado que puede combatir el narcotráfico, declarar la guerra contra las drogas, militarizar el país; mostrar al narcotráfico como una economía marginal, a los obreros explotados del narcotráfico -que son los más pobres entre los pobres- como los capos del narcotráfico, enseñar a odiar a esos pobres obreros racializados del narco, etc. Todas estas estrategias distorsivas se las despliega en el marco de la democracia burguesa que es la fantasía que nos mantiene en un universo de ficciones (elecciones, derechos, justicia, leyes) que intentan ocultan ese “desierto”, lo “real” del capital, su núcleo criminal.

Cada vez que confiscan un cargamento de droga para exportación, la noticia dice dónde lo encontraron, cuántas toneladas fueron, cuántos obreros del narco detuvieron, pero en la narración periodística nunca dicen cuál es la empresa exportadora, quiénes son los dueños y gerentes de esa empresa. En el relato siempre se omite a los verdaderos capos y sobre todo siempre se va a omitir que esa exportación confiscada es parte nuclear de la economía del país. Cuando se trata de sicariatos, bombas detonadas, masacres, es decir, la violencia directa que está desangrando al país, las noticias las repiten una y otra vez de forma obscenamente directa y hasta el cansancio que termina anestesiando el impacto real del evento. La saturación de imágenes de violencia extrema convierte lo Real (el horror, la muerte) en un espectáculo, en algo «irreal», o a su vez lo normaliza.

Las producciones audiovisuales sobre narcos, que cada vez son más y mejor producidas, se volvieron constantes en la TV y las plataformas de streaming (“Narcos” “El cartel de los sapos”, “La reina del sur”, “Escobar: El Patrón del Mal”, “La Reina de la Cocaína”, etc.). En ellas se presenta al narcotráfico como una ficción de poder, dinero, consumo, lujos, privilegios, éxito, la realización del deseo capitalista. Pero en realidad el narcotráfico es la mejor expresión del capitalismo: violencia extrema, fracaso absoluto y muerte. La fantasía del éxito capitalista oculta lo real del capital: su núcleo criminal. Otra estrategia ha sido el uso de la justicia para montar casos contra el narcotráfico, que realmente ocultan que es el Estado, incluido el poder de justicia, el escenario donde se dan los conflictos entre los distintos grupos económicos del narcotráfico.

Mi percepción es que en el “debate” entre los dos candidatos presidenciales del Ecuador, todas las distorsiones simbólicas colapsaron y se manifestó lo real del capital en su cruda presencia: es el narcotráfico con toda su obscena violencia el que organiza la política y la economía del país. Esa la única realidad que queda tras el fin de las ilusiones de la democracia liberal, y es esa realidad reprimida del capital y de su democracia la que retorna golpeándome la cara. Ya no se puedo preservar la imagen de la República petrolera, ni siquiera de la republiqueta bananera y evitar la ansiedad que genera enfrentar sin velos a la novísima republiqueta cocainera. Se presentó de manera clara y nítida rompiendo todas las ilusiones y mentiras de la democracia, su legitimidad y su legalidad. Ahora hay que asumir la tremenda realidad del Ecuador, somos un país narcotizado, con unas élites económicas y políticas adictas a los dólares del narcotráfico, con una sociedad a la que le chorrea algunos de esos dólares y que corre el riesgo de hacerse, también, adicta a ellos. Tenemos una macroeconomía narcotizada porque de lo contrario no habría como sostiene la dolarización.

Después del inmenso trauma, deberíamos asumir esta realidad, como cualquier adicto tiene que reconocer que es adicto para poder enfrentar el problema. El único punto de partida para afrontar el narcotráfico es aceptar la fragilidad de todas las construcciones ideológico-políticas y mirar de frente lo real criminal del capital por dolorosa que sea esta realidad. No se trata de un pesimismo, sino de un llamado a confrontar los antagonismos que el sistema oculta y dar respuesta a los mismos, en la perspectiva de poder construir un mundo sin la violencia criminal del capital.

 

lalineadefuego
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PENSAMIENTO CRÍTICO
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1 COMENTARIO

  1. Pregunta para los lectores y la articulista tan afin a Luisa y a Rafael Correone? Esa realidad cambiara con Luisa cuando sus amigos son narcos, cuando los abogados de Glas eran abogados de los narcos, cuando Aleaga, miembro de la banda delincuencial Latin Kings era asambleista por la Robolucion Ciudadana. Claramente esa opcion consolidara el poder de los narcos. (Ah, me olvidaba, el grupo narco-guerrillero las FARC financio la primera campaña de Correone).

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