Los análisis se han sorteado entre la sátira de la burguesía Correista y los comentarios aleccionadores de aquellos sectores puristas, quienes, modestia aparte, se consideran transhistóricos y han descalificado las alianzas tejidas para la Unidad Plurinacional.
Del Correismo, por decir lo menos, era lo esperable, por ello, ni duele ni sorprende. Con esto, asumen tener carta blanca para intensificar su proyecto neoliberal extractivista, a la vez que legitiman la campaña de destrucción de los partidos políticos y movimientos sociales integradores de la Unidad Plurinacional. El discurso de los “cuatro pelagatos”, ya lo conocemos desde la Marcha del agua y con estos resultados electorales se pretenderán justificar los ataques, la descalificación y las agresiones.
Si pasamos lista de los nombres y candidatos a asambleístas por el movimiento alianza país, reconocemos rápidamente la nueva burguesía al poder. De izquierda no queda nada, encontramos élites autoproclamadas revolucionarias a conveniencia y cada vez en menor proporción uno que otro exmilitante Mirista, Comunista, Chino, etc, que perdió la coherencia entre el cargo público, el salario y el poder. Receta suficientemente poderosa como para cegar a un AVC, a un exsindicalista o exdefensor de los derechos humanos que con la edad perdió la integridad y el compromiso o que piensa que es mejor intentar construir “una ala de izquierda” desde dentro.
Al final, a nosotros, con todos los errores y horrores de nuestros partidos y movimientos, nos enorgullece su historia de militancia, su pertenencia a sectores populares, obreros, sindicales, artesanales, comunitarios, etc. Nos enorgullece saberlos y encontrarlos en las luchas históricas de organización y resistencia. Y a ellos nuestro respeto y reconocimiento.
De los grupos puristas, que nos descalificaron por la Alianza, por la vicepresidenta AfroEcuatoriana, por la estructuración de listas asamblearias, a ellos nuestra invitación a guardar un poco de modestia. Siempre es sencillo cuestionar desde fuera, y es cómoda la postura de mantenerse externo a un proceso deslegitimando a sus actores. El Programa de Gobierno de la Unidad Plurinacional, siempre estuvo abierto a la construcción colectiva, por ello, la crítica externa de quienes se creen demasiado “buenos” como para apoyar aún a quienes llevan su agenda programática, solamente rompe.
Finalmente, de los cuestionamientos sobre nuestro proyecto político y estrategias de campaña. Efectivamente, elegimos el camino de la coherencia, no estuvimos dispuestos a ceder para entibiar el discurso, no caímos en el populismo electoral en el que se sortearon los demás candidatos, tampoco dijimos lo que ciertos sectores querían escuchar solamente para coaptar sus votos. Apostamos por las demandas históricas que se plantearon en los 19 puntos de la marcha de marzo y que se concretaron en una agenda programática compartida, por el estado plurinacional, el no desarrollo, la no criminalización, la revolución agraria, el manejo comunitario del agua, es decir por el camino a la construcción del los buenos vivires para los pueblos, nacionalidades, comunas y comundiades del Ecuador.
Que los costos sean estos, sí, tal vez nos queda repensar si nuestro escenario como Coordinadora estaba en lo electoral, o si más bien nos corresponde continuar con el fortalecimiento organizativo, con los cordones de resistencia antiextractivista, con la formación política comunitaria (que por cierto es tema ausento no sólo del correismo sino de todas las agendas de candidatos). Con modestia y humildad sabemos que quedan muchas preguntas, muchas reflexiones y aprendizajes, pero, también sabemos que no son los Corresitas ni los Puristas quienes tienen la legitimidad de hacer este análisis por nosotros.
Nos golpea profundamente mirar lo poco que hemos avanzado en crear solidaridades campo-ciudad, en condenar la represión contra líderes y activistas sociales, se ha avanzado tan poco en la conciencia de clase, en la conciencia de justicia ambiental, todo esto debe ser reflexionado más allá del plano electoral. La gente quiere capitalismo de consumo, obras de cemento.
Sin lugar a dudas, se vienen días difíciles, porque en este 3% de Nadies, en palabras de Eduardo Galeano, encontramos a: los 10 de Luluncoto acusados de atentar contra la seguridad del Estado, los 3 de Quimsacocha condenados a una año de prisión, los 17 de Shaglli enjuicidos por defender sus páramos, el guerrero pueblo de Sarayaku demandando la soberanía de sus territorios, el retiro de la pentolita y el alto a la explotación petrolera.
Así, como el pueblo Mapuche reprimido por el Estado Chileno, como los 23 sudafricanos asesinados por una minera Londinense, como los pueblos en resistencia en Cajamacrca-Perú, en las minas de Namibia, así defendermos nuestras selvas, páramos y cordilleras, dando la vida si es necesariao
Porque al final, en este 3% que votó por nosotros, están las minorías y con ellas nuestro compromiso.
-Siempre es sencillo cuestionar desde fuera, y es cómoda la postura de mantenerse externo a un proceso deslegitimando a sus actores. El Programa de Gobierno de la Unidad Plurinacional, siempre estuvo abierto a la construcción colectiva, por ello, la crítica externa de quienes se creen demasiado “buenos” como para apoyar aún a quienes llevan su agenda programática, solamente rompe.- jeje… gran reflexión compañera… aunque te expone.. no podría estar más de acuerdo.