ECUADOR Y EL ABORTO (I y II)
César Paz y Miño. El Telegrafo. <www.telegrafo.com.ec>
I
La problemática en torno al aborto se enfoca desde varios ángulos y crea pasiones. Independientemente de las posiciones, es la realidad la que debería determinar las acciones que adopte un Estado y su gobierno.
Según el Fondo de Población de Naciones Unidas (Unfpa) en su publicación “Sí a la opción, no al azar” (http://www.unfpa.org/webdav/site/global/shared/swp/2012/SP-SWP2012-Report.pdf), del total de abortos practicados en malas condiciones, a nivel mundial, el 40% corresponde a adolescentes y jóvenes, entre 15 y 29 años. La incidencia de las intervenciones que podrían provocar la muerte por las condiciones insalubres y de riesgo, en América Latina es de 29% para mujeres de 20 a 24 años y de 14% entre 15 y 19 años. En 2012, a nivel mundial, se estima que hubo 80 millones de embarazos no deseados, de los cuales 40 millones terminaron en aborto.
Por todas las deficiencias sociales conocidas, el problema del aborto se ve directamente relacionado con la pobreza, la educación y, sobre todo, la salud pública. Las autoridades estatales poco enfrentan el tema por sus implicaciones ideológico-políticas o religiosas y tratan de minimizarlo y no ver su real dimensión.
Inciden también en la problemática el deficiente nivel de educación sexual y reproductiva, especialmente entre los adolescentes, así como las dificultades en el acceso real a anticonceptivos en general y al anticonceptivo de emergencia (píldora del día después); solo el 50% de adolescentes tiene acceso a anticonceptivos.
Adicionalmente, existen criterios machistas que impiden el uso de anticonceptivos porque se los asocia a “malas prácticas sexuales femeninas”.
Quienes se oponen a la despenalización del aborto se fortalecen en criterios religiosos y moralistas; mientras las cifras siguen mostrando una cruda realidad. En el país, los embarazos no deseados de adolescentes llegan al 39%. El 60% de embarazos de adolescentes es abortado en malas condiciones de salud. El 33% de ingresos hospitalarios es por abortos que representan la quinta causa de morbilidad materna. El aborto está aquí, nos guste o no, y su práctica en malas condiciones sanitarias produce la muerte de mujeres.
No podemos mirar para otro lado, enfrentemos este problema y debatámoslo abiertamente en el país.
Un informe de la ONU sobre los derechos humanos encuentra motivos de preocupación en la legislación ecuatoriana sobre el tema del aborto y la posible inobservancia de derechos reproductivos de las mujeres. A esto me referiré en el siguiente artículo.
II
Frente a la realidad sobre el aborto en el Ecuador, el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas, en su Recomendación General 28, reconoce que para lograr la igualdad de derechos entre mujeres y hombres, el Estado no debe negar el acceso a un aborto seguro a mujeres víctimas de violación. Por el principio de igualdad de los sexos, el Comité, amparado en el art. 3 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, declara que es obligación del país miembro adoptar medidas para asegurar que todas las mujeres puedan prevenir embarazos no deseados, incluyendo aquellos que son resultado de una violación.
El Informe del Relator Especial Anand Grover (de agosto 3 de 2011) sobre el derecho de toda persona al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental, señala que el “cumplimiento o mantenimiento de la legislación penal con respecto al aborto puede equivaler a la violación de la obligación del Estado de respetar, proteger y cumplir con el derecho a la salud”.
Cuando un Estado se niega a ampliar las causales de aborto, está en violación de los artículos 3 y 12 del PIDESC, reportado por este Comité en su Observación General 16 que prevé que los Estados partes no deben imponer barreras legales sino asegurar la igualdad de acceso a servicios de salud pública y eliminar las restricciones legales sobre salud reproductiva.
Las Naciones Unidas, especialmente a través del Fondo de Población (UNFPA) y del Comité de Derechos, instan a los países miembros a respetar los acuerdos firmados y que, guste o no, defienden como un derecho la opción que una mujer tiene de abortar por una violación, y que debería incluir el aborto eugenésico.
Es curioso que varios medios de comunicación del país se hicieron eco de esos documentos, pero no para apoyar la despenalización del aborto, que han criticado y combatido, sino para simplemente atacar al gobierno actual, evidenciando una clara doble moral. Ante la gravedad del embarazo adolescente, del aborto en malas condiciones que incluso provoca la muerte de las mujeres, y de cara a los derechos sexuales y reproductivos, lo mínimo que se exige a los medios de comunicación y gobernantes es auspiciar el debate fundamentado, sin moralismos o visiones religiosas.
Apoyo la despenalización del aborto por las causales de violación y malformaciones embrionarias y fetales, como genetista que vivo a diario los dramas de las mujeres que enfrentan estos problemas. Junto a grupos de mujeres y ciudadanos por los derechos reproductivos, continuaremos en esta lucha. El aborto es un problema de salud pública.
Curioso que Paz y Miño esté a favor del aborto y sin embargo sea a la vez tan incondicional con el principal obstaculo actual a este proceso de lucha de las mujeres: el Presidente Rafael Correa Delgado.
Estimado MattTheDodo, no sé si Rafael Correa mismo sea el mayor obstaculo. Personalmente reservaría ese titulo para La iglesia Católica. Claro, como buen Católico Correa no va a ir en contra de ella, sobre todo en el caso del aborto, porque seguramente está en contra… En cuanto a César Paz y Miño y el aborto, se supone que el lo veo mas productivo trabajar desde dentro, ¿será?, lo dudo …. pero me parece bueno que pretenda provocar debate….. hay que seguir trabajando
[…] 33% de ingresos hospitalarios es por aborto, que representa la quinta causa de morbilidad materna (https://lalineadefuego.info2013/01/21/ecuador-y-el-aborto-i-y-ii-cesar-paz-y-mino/). Una realidad similar a la argentina y que lleva a confirmar mi posición respecto a que las […]