En los años ochenta, la Izquierda Unida, alianza entre varias organizaciones, llegó a ser la segunda fuerza política del Perú. En los años noventa, ante el temor del avance de la izquierda, la derecha ideó al outsider Alberto Fujimori (1990-2000). Fujimori en diez años institucionalizó el neoliberalismo y la corrupción que se ha mantenido hasta ahora. En la época de Fujimori hizo una escalada a la organización armada Sendero Luminoso, que supuso el retroceso de las ideas sociales. Esto fue aprovechado por Fujimori quien desplegó a la policía y las Fuerzas Armadas que terminaron matando y despareciendo a miles de campesinos y jóvenes. En el último proceso electoral un atentado no aclarado, que la derecha atribuyo a Sendero Luminoso, contra 18 civiles, causó conmoción en el vecino país. Varias organizaciones de izquierda han acusado a las mismas organizaciones de la derecha racista de estar detrás del atentado.
En la segunda vuelta, Lima, la costa norte y parte de la Amazonía votaron por Keiko Fujimori, todos los partidos de derecha apoyaron a Fuerza del Pueblo y algunos que históricamente se reivindicaban de socialdemócratas como el APRA. A pesar de la corrupción de Keiko Fujimori y su autoritarismo, o por eso mismo, intelectuales como Mario Vargas Llosa también llamaron a votar por la heredera de la época del terror.
La estrategia del conteo electoral de la derecha fue empezar contando la votación favorable a Fujimori para dar la apariencia de la ventaja sobre Castillo. Sin embargo, este último terminaría ganando las elecciones peruanas con 50.266 %, 8.735.448 votos, sobre Keiko Fujimori con 49.79 %, 8.663.684 votos, una diferencia de más de 71 mil votos (99,79 % escrutado por la Oficina Nacional de Procesos Electorales). Pedro Castillo obtuvo gran voto nacional, 16 de las 24 regiones, pero sobre todo de los Andes y el sur, regiones marginales al desarrollo neoliberal, las zonas rurales, de los jóvenes, trabajadores y mujeres. En las ciudades de Huancavelica, Ayacucho, Apurímac, Cusco y Puno ganó con más del 80% de los votos.
Pedro Castillo, maestro y dirigente sindical, se hizo conocer por estar al frente de las movilizaciones de diciembre de 2020 y otras con las que la gente presionó al orden social. La formación política Perú Libre agrupó a varias organizaciones de la izquierda, marxistas, mariateguistas e indigenistas. Castillo ha sido catalogado como de izquierda clásica y sin reivindicaciones de los derechos de género y de la naturaleza.
Todos los medios de comunicación, la derecha y los racistas peruanos que apoyaron a Fujimori, se encargaron de destruir la imagen de Castillo. Sin embargo, el hartazgo hacia la dirigencia neoliberal, hizo que Castillo se alce con gran fuerza y pase de la sorpresa de la primera vuelta a la victoria de la segunda. La burguesía peruana ha estallado con miedo ante los anuncios de Castillo de nacionalizar los recursos naturales para beneficio del pueblo. Fujimori denuncia fraude sin pruebas y la derecha ha empezado un proceso de desestabilización. La victoria de Pedro Castillo demuestra la polarización de la región, que con pocos votos las tendencias de izquierda o de derecha han logrado llegar al gobierno, como Lasso en el caso de Ecuador. El pueblo peruano espera que el presidente Pedro Castillo cumpla su propuesta y no se convierta en otro Ollanta Humala, quien llegó al gobierno con un programa de izquierda que nunca cumplió y que al contrario favoreció a las élites neoliberales.
Pedro Castillo obtuvo gran voto nacional, 16 de las 24 regiones, pero sobre todo de los Andes y el sur, regiones marginales al desarrollo neoliberal, las zonas rurales, de los jóvenes, trabajadores y mujeres. En las ciudades de Huancavelica, Ayacucho, Apurímac, Cusco y Puno ganó con más del 80% de los votos.
*Jaime Chuchuca Serrano es abogado, licenciado en Ciencias Políticas y Sociales, licenciado en Ciencias de la Educación, en Filosofía, Sociología y Economía. Magíster en Sociología. Doctorando en Ciencias de la Educación.
Todavia no se poseciona el “socialista” de marras y el sol se ha devaluado, los empresarios han suspendido las inversiones y por consiguiente la mayoria de peruanos son mas pobres, viva Veneperu.
Lo primero que va hacer la derecha y la oligarquía es desestabilizar la economía, sacar sus capitales corruptos, decir que viene el cuco del comunismo, de Venezuela… Castillo no les debe temer. Debe rodearse de un buen equipo técnico y planificar un gobierno democrático, un Estado regulador fuerte, poner un alto a la minería que destruye la naturaleza, obligar al capital extranjero que cumpla con salarios dignos y respeto a los trabajadores. combatir la corrupción (cuatro presidentes presos, uno suicidado, dos sacados del poder y la Keiko con orden de prisión), atender las necesidades urgentes de salud, educación y nutrición. Ojo con las FF.AA. corruptas. rodearse de militares nacionalistas. Chao grupo de Lima….