22 de julio de 2016
Rafael Correa se vistió de estricto traje occidental para solemnizar su propuesta de un pacto ético en los asuntos políticos del Ecuador. Con entusiasmo planteó una consulta popular para saber si el pueblo está de acuerdo en que los aspirantes a un cargo de elección popular puedan ser elegidos si tienen empresas o dinero en los paraísos fiscales de cualquier parte del mundo.
El oficialismo calcula que la inmensa mayoría dirá que sí está de acuerdo con que no puedan ser candidatos, con lo cual supone le dará tremendo golpe a la corrupción. Ciudadanos como Lasso, Nebot y otros miembros de la oligarquía se verían impedidos de aspirar a dirigir los destinos de la patria.
En el fondo, esta propuesta es otra fanfarronada de la fracasada RC. Ningún pacto ético, desde Cristo hasta Rafael, ha servido para cambiar nada, porque si así hubiera sido, no viviríamos en la cloaca que ahora es la sociedad. Todo “pacto ético” no ha sido otra cosa que un recurso para defender la moral dominante, que es la de los poderosos.
Cambiar la moral es la histórica tarea, convertir en práctica la honestidad; pero eso no se logra en un medio que se sostiene en los pilares del lucro y el egoísmo, que sacraliza la violencia para alcanzar sus fines, que hace de la corrupción el aceite artificial que mueve su monstruoso mecanismo.
Nada se logra apedreando al corrupto como individuo, porque los corruptos son muchos y están en todos los bandos. De nada sirve escupir al cielo. El cambio se logra, no con un pacto ético circunstancial, sino con la valentía de iniciar un pacto histórico definitivo por una nueva educación basada en la conciencia de la libertad integral del ser humano.
Pelear porque Lasso y sus iguales no sean candidatos, es disparar con la pólvora mojada.
Fuente: http://www.analisiseconomico.info/index.php/opinion2/679-el-pacto-etico
La primera palabra que se me vino a la mente al leer su artículo es ingenuidad, no necesariamente cuando Ud. dice que es una “fanfarronada” pero si en otras afirmaciones suyas. Pero ingenuo es creer que Rafael Correa quiere un pacto ético para que no sean funcionarios públicos quienes tengan empresas o inversiones en paraísos fiscales. Para empezar Bélgica también es considerado un paraíso fiscal, por tanto si esa consulta resultara positiva, Rafael no podría ser candidato en lo posterior. Pero además es una total contradicción con su accionar político porque si fuera sincero deberían renunciar el mismo y algunos de sus funcionarios, incluyendo su primo el Fiscal General Chiriboga.
Pero en realidad en su artículo si demuestra cierta ingenuidad, porque el verdadero objetivo de la consulta no es ni siquiera sacar a Lasso para que no sea candidato como ingenuamente lo pone en sus conclusiones sino minar su candidatura y fortalecer a la posible candidatura de Moreno o Glas interviniendo directamente como un actor político.
Por último, es ingenuo creer que sólo con un cambio de la educación se puede eliminar la cultura de la corrupción que existe en nuestro medio que es una de las razones por las cuales Correa es tan popular. Si bien es verdad que un cambio educativo puede contribuir a ello, es necesaria implantar una cultura de responsabilidad y ello solo se lograría con una dilución del poder centralizado y autoritario con lo cual cada persona sería responsable de sus decisiones y no solamente cuando vota en elecciones muchas veces amañadas y tramposas. Y no quiero ser ingenuo, se que esos cambios son difíciles y el tema es complejo y probablemente se requerría muchos años en lograrlo.
Por supuesto que los que tienen dinero en paraisos fiscales no deben ser ni autoridades ni servidores públicos. Pero sí sería bueno que revisen los Decretos ejecutivos 774 de 9 de septiembre de 2015, y el 1793 de 20 de junio de 2009. y ahí hablamos.