Mientras Argentina se entrega a las exigencias del Fondo Monetario Internacional profundizando la pobreza y Colombia eligió a un presidente que está en contra del proceso de paz, Brasil les sigue pero con un escenario aún peor: la elección de un nuevo presidente de extrema derecha, Jair Bolsonaro. Su victoria tiene varias causas, entre las que se puede destacar: la campaña de la iglesia evangélica, las fake news, un uso (abuso) de los errores del Partito de Trabajadores (PT), que se centra en el rechazo de la clase política atrapada en grandes escándalos de corrupción.
Los vínculos y alianzas entre estos nuevos actores de la política de la región no se dejan esperar. Bolsonaro ya venía advirtiendo de la excelente relación que mantendrá con Mauricio Macri, mientras el flamante presidente Iván Duque felicita su ganancia y afirma el afán de profundizar la relación con Brasil.
Estas ganancias representan todo aquello que ya estamos viendo en Argentina a nivel social y económico, y todo aquello que Bolsonaro no se ha limitado en afirmar: racismo, xenofobia, homofobia, retrocesos en los derechos de las mujeres, de los trabajadores y una cacería de brujas a todo lo que suene a socialismo, izquierda y PT, además del deterioro ambiental y un largo etc.
Si bien en Ecuador faltan dos años y medio para las próximas elecciones generales, no cabe la menor duda de que algunas recetas ya cocinadas en Brasil y Argentina y que viabilizaron la ganancia de las joyas que ahora les presiden, están siendo ejecutadas con bastante éxito para abrir paso a la profundización del neoliberalismo conservador, a través de las figuras de Jaime Nebot, del Partido Social Cristino.
Una primera estrategia son los discursos que no han parado de repetirse y que pretenden profundizar una mirada polarizada del gobierno anterior de acuerdo a la cual todo lo ejecutado en los 10 años de Revolución Ciudadana sería nefasto. Justificando así clamores como la ‘década perdida’ y satanizando todo aquello que suene a socialismo e izquierda como en el oscuro macartismo de los años 1950.
Dos discursos destacan en cada discurso de Lenín Moreno: todos los males que aquejan al país son responsabilidad del gobierno anterior, incluido la corrupción. Estos dos discursos cobijan desde el inicio de su gobierno ilegalidades, inconstitucionalidades y la vulneración de derechos, además de la ineficiencia e incapacidad de resolver los retos económicos, sociales y ambientales del país. No sorprende tampoco que día a día, prácticamente todos los programas de análisis político y noticieros en medios de comunicación escrita, radial y televisiva continúen repitiendo de manera sistemática la crisis, el endeudamiento, la corrupción como justificativos de la inoperancia del gobierno actual y de la profundización de la neoliberalización de las políticas del gobierno.
Algunas de las políticas que dan fe de esta profundización del modelo neoliberal son la dramática reducción del Estado (necesaria en ciertos sectores, perjudicial en otros como la educación, salud, cultura); los procesos para viabilizar la firma de Tratados de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos y la Alianza del Pacífico; las medidas económicas en beneficio de las élites, como la condonación del 100% de la deuda (cerca de 2.355 millones de dólares) que mantenían las empresas con el Estado. Además de una serie de excepciones e incentivos fiscales (evasión y paraísos fiscales), flexibilización laboral y otra serie de políticas pro rico ampliadas y profundizadas con la Ley de Fomento Productivo.
La disminución del presupuesto para educación y otros sectores sociales también corroboran esta tendencia. Por otro lado, la soberanía nacional que había sido reivindicada al eliminar las bases militares estadounidenses en Manta fue nuevamente menoscabada al retomar las negociaciones y alianzas con el gobierno de Donald Trump bajo el justificativo de la inseguridad, la lucha contra el narcotráfico y la corrupción, pero también para suplir los vacíos estatales en los servicios de salud, entre otras políticas de marcado de corte neoliberal.
El regalo del Estado a las élites se empezó a evidenciar ya en la campaña electoral 2017 con la propuesta ‘Proponle al Futuro’, encabezada por el actual ministro de Comercio Exterior Pablo Campana. Sin embargo se plasmó al colocar en el gabinete ministerial a los mismísimos representantes de los sectores empresariales y las cámaras para viabilizar las políticas mencionadas para su propio beneficio:
Ministerio | Ministro | Vinculaciones empresariales |
Ministerio de Economía y Finanzas | Richard Martínez[1] | Presidente Comité Empresarial Ecuatoriano (2015-2018), Presidente Federación Nacional de Cámaras de Industrias del Ecuador (2015) y Presidente Ejecutivo Cámara de Industrias y Producción (2014-2018). |
Ministerio de Comercio Exterior | Pablo Campana Sáenz[2] | Yerno de Isabel Noboa, propietaria del Grupo Económico NOBIS. CEO Campana & Partners Organization; CEO Pronobis S.A. (Dirección Inmobiliaria); Gerente General Duncan, Equilisa, Braslav, Pro Espacio (Grupo Nobis), Director del Comité Financiero Nobis Consorcio Noboa; Gerente Proyectos de Pronobis S.A. Presidente Ejecutivo de Nobis Enterprises New York-Miami, |
Ministerio de Industrias y Competitividad | Eva García Fabre | Embajadora ante la Organización Mundial de Comercio; Consultora Internacional en Desarrollo Regional, Grupo NOBIS-BID. |
Ministerio del Trabajo | Raúl Clemente Ledesma | Abogado que representó al sector bananero en conflictos laborales vinculados con Álvaro Noboa. Hijo de Eduardo Ledesma, expresidente y actual Director Ejecutivo de la Asociación de Exportadores de Banano de Ecuador
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Ministerio de Turismo | Enrique Ponce de León | Ex Presidente de la Cadena Internacional de Hoteles Decameron |
Estos discursos sistemáticos han generado un escenario bastante adecuado para una polarización correísmo – anti-correísmo que fomenta la satanización y persecución exagerada a todos quienes hayan estado vinculados con el gobierno del expresidente Rafael Correa (hayan sido críticos o no, hayan viabilizado políticas de izquierda o tengan un historial limpio). Satanización y persecución que, lamentablemente, sectores de izquierda no solo permiten sino que legitiman. Han propiciado también una peligrosa distracción que cae en el silencio y falta de movilización de los sectores de izquierda frente a hechos que en otras ocasiones habrían sido causa de potentes movilizaciones que lograron paralizar ciertas políticas neoliberales. Aquí, cabe destacar también la ausencia de autocrítica del correísmo, ocultando errores, negando lo innegable, protegiendo a quienes no es posible proteger, lo cual contribuye también con esta polarización tan oportuna a la derecha.
Por otro lado, generan el ambiente propicio para posicionar a personajes aprovechándose de la corta memoria histórica de la sociedad ecuatoriana. Un ejemplo de esto es Jaime Nebot, el personaje perfecto para incorporar al Ecuador en esta ola fascista que envuelve a la región. En los últimos meses han surgido desde varios ámbitos alabanzas a Nebot, desde el mismo Lenín Moreno, hasta medios radiales estratégicos a quienes la alcaldía de Guayaquil ha otorgado gran cantidad de dinero para comunicación y difusión. Una de éstas, Radio Visión, de amplia audiencia principalmente en Quito (terreno por luchar para Nebot) y quien ha recibido parte de este jugoso pago $46.000. No sorprende entonces escuchar continuas propagandas en torno a Guayaquil y su excelente alcalde y continuos elogios a Nebot, destacando su madurez política y su excelente obra en Guayaquil.
Posiblemente el conductor de este programa, el presidente Moreno o todo aquel que alabe las obras de Nebot en Guayaquil no han visitado últimamente la ciudad portuaria y no han tenido la oportunidad de caerse en los numerosos huecos de sus calles, no han corrido el peligro de ser atropellados o de disfrutar del caos del tráfico guayaquileño. Mucho menos habrán puesto en peligro sus vidas al visitar barrios cuya pobreza y abandono ha propiciado el incremento de la delincuencia, la droga, la desesperanza de los jóvenes.
Tampoco se habrán paseado por el malecón, en el cual es prohibido tomarse la mano y mucho menos darse un beso con su pareja, poner los pies sobre las bancas de madera o sentarse en el cemento a leer un libro. Es probable que tampoco recuerden los procesos de privatización en los que destaca el caso de Interagua o casos de persecución; además que seguramente estas personas tienen problemas de memoria que les impiden recordar que Nebot fue pupilo y brazo derecho de León Febres Cordero, ex presidente bajo cuyo mandato se vulneró derechos a través de torturas, secuestros, desapariciones y matanzas (caso hermanos Restrepo) viabilizados por el proyecto Escuadrón Volante a través del cual se armó y se dio la orden de usar las armas para ‘acabar con la violencia’.
Como se mencionó, los elogios al alcalde guayaquileño y su obra no son gratuitos. El gasto en propaganda ha sido cuantioso en los múltiples períodos de su alcaldía ¿no estaba Nebot en desacuerdo con la perpetuación en el poder? ¿Con las múltiples reelecciones?
De la investigación realizada por el colectivo autodenominado Madera de Guerrero (mismo sobrenombre del Partido Social Cristiano), en 12 años de alcaldía se ha gastado $ 32 millones. Pero lo que más sorprende es que en un solo día (29 de agosto de 2018) y bajo el rubro de Régimen Especial se distribuyó $1,13 millones de dólares a 15 medios de comunicación radiales. Además del gasto realizado en televisión, prensa escrita y hasta en las hojas dominicales que se reparten en las iglesias de Guayaquil.
Este último dato nos conduce al rol de la iglesia. Si bien no es comparable con el rol de la iglesia evangélica en Brasil, merece también un análisis, sobre todo a partir de las reflexiones manifestadas por los obispos en su última Asamblea Plenaria. Al parecer las ilegalidades, inconstitucionalidades y vulneración de derechos que ocurren durante este gobierno no constituyen un problema; más bien nos encontramos en un “proceso de transición hacia una democracia más plena, plural y representativa”, de acuerdo a los obispos.
Por otro lado, lanzan ‘Misión Familia’ en un intento de reforzar “el proyecto de Dios sobre el matrimonio y la familia”, Misión que coincidentemente tendrá una duración de dos años e involucrará a “todos los hombres y mujeres que creemos y amamos las familias en todas sus dimensiones”. En el contexto electoral y con los antecedentes de su participación en la propaganda de la alcaldía de Jaime Nebot, no es descabellado pensar que la iglesia tendrá un rol activo en la campaña electoral de Nebot a través de la transmisión y repetición de mensajes conservadores afines con la ideología social cristiana a propósito de la reivindicación del matrimonio y la familia: el rechazo al aborto, a la diversidad sexual, etc.
La frágil memoria de quienes elogian y posicionan a Guillermo Lasso y Jaime Nebot cada día en medios de comunicación y de la sociedad ecuatoriana ávida por un ‘cambio’, incrementa el peligro de que estos personajes lleguen al poder. Su ganancia es sinónimo de profundización del neoliberalismo, de incremento de la pobreza y de un mayor enriquecimiento de las élites, de atropello a los derechos humanos, de persecución a todo quien se encuentre vinculado ideológicamente con propuestas de izquierda y socialistas, del fin de las ideologías a fuerza de control, de políticas conservadoras que vulneran el derecho de las minorías sexuales y de las mujeres, en nombre del matrimonio y la familia.
Este escenario es cada vez más probable gracias a esta campaña mediática facilitada por este gobierno, medios de comunicación y élites, pero también por la ciudadanía, su falta de politización crítica y objetiva, la ausencia de procesos críticos en la izquierda, su desarticulación y vanidad. Es preciso que los distintos movimientos y organizaciones de izquierda vinculados con diversas temáticas como el feminismo, ambientalismo, soberanía alimentaria y agroecología, sindicatos, etc., se junten a por un objetivo común que funja de cemento orgánico (en palabras de Gramsci): la lucha contra el retorno del fascismo y la profundización del neoliberalismo. Si este escenario no tiene un giro radical, estaremos lamentándonos en el 2021 con un Nebot en el poder, mientras las élites nacionales e internacionales, las corporaciones transnacionales y los viejos y nuevos imperialismos festejan.
*Licenciada en Ciencias Biológicas por la Universidad Católica del Ecuador, Master en Conservación y Desarrollo Rural por el Instituto Durrel de Conservación y Ecología (DICE), de la Universidad de Kent, Inglaterra.
Trabajó en la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (SENPLADES) donde coordinó actividades enmarcadas en la Estrategia Nacional del Buen Vivir Rural, fomentando política pública y alianzas interinstitucionales que promueva la agroecología
Actualmente se encuentra finalizando sus estudios doctorales en el Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales (ICTA) de la Universidad Autónoma de Barcelona, cuya investigación se centra en la disputa de territorios en torno a la soberanía alimentaria, las estrategias de poder vinculadas al modelo capitalista y las estrategias de resistencia vinculadas al movimiento agroecológico, además de los procesos de re y des-territorialización generados. Pertenece al Colectivo Agroecológico del Ecuador desde el 2014.
En general buen artículo pero me parece que cae en una exageración en las conclusiones, habla de “la lucha contra el retorno del fascismo y la profundización del neoliberalismo.”. No Señora: Nebot no es fascista, ni siquiera liberal, es un conservador partidario del mercantilismo que favorezca a los “patricios” de Guayaquil y sus aliados.
Habla del “anti-correísmo que fomenta la satanización y persecución exagerada a todos quienes hayan estado vinculados con el gobierno del expresidente Rafael Correa” pero se equivoca totalmente Correa debía ser puesto en prohibición de salir del país por conspirador cuando regresó a “hacer campaña” (léase conspirar) por la consulta electoral. También la fuga de Alvarado demuestra que la persecución a los correistas que muchos de ellos están en el gobierno es una mera tramoya para engañar a los incautos.
Pero en su frase tiene la razón: “Aquí, cabe destacar también la ausencia de autocrítica del correísmo, ocultando errores, negando lo innegable, protegiendo a quienes no es posible proteger, lo cual contribuye también con esta polarización tan oportuna a la derecha.” Sin embargo, hay que acotar que Nebot tiene apoyo de todo el espectro político y es fuerte por ser la alternativa más fuerte contraria al correismo.