Diario Hoy 20 Mayo 2014 <www.hoy.com.ec>
¿Asistió usted al Congreso de la Conaie en Ambato?
Sí, los dos días.
¿Cómo explica el consenso relativo que hubo sobre la candidatura de Jorge Herrera?
La fuerza de elección, dentro de la Conaie, evidentemente la tiene la Sierra, por el número de pueblos. La Ecuarunari, previamente, se reunió y nombró como candidato único a Jorge Herrera: eso fue el primer paso. En segundo lugar, la Amazonía presentó dos candidatos: Mónica Chuji, por la provincia de Sucumbíos y la Fonakise, y Rómulo Acacho, que fue por la Federación Shuar de Morona Santiago. Adicionalmente estuvo un cuarto candidato, Olindo Nastacuaz, en representación de los indígenas de la Costa. Pero lo que se vio desde el comienzo fue un afán de unidad.
¿La candidatura de unidad es, de alguna forma, una estrategia para que las divisiones no afloren?
La unidad es dispositiva, entiendo yo, porque las divisiones están ahí. Salieron varias en el Congreso. Una de esas, en Chimborazo. Por un lado, Miguel Lluco y Mariano Curicama, y por otro, las organizaciones indígenas de Delfín Tenesaca. Ambas reclamaron representatividad. Herrera debería tener una gran capacidad de negociación en estos conflictos internos. En la Sierra, ese es el más fuerte. En la Amazonía, tú encuentras nacionalidades pequeñas que están, de alguna manera, alineadas con el Gobierno, como la nacionalidad Zápara y la nacionalidad Huorani. Evidentemente ves también que en la Amazonía la presión con el tema extractivo es extremadamente fuerte con el Gobierno. Tienes la presencia de este programa Ecuador Estratégico, que es una barredora de cosas. Primero, porque no pasa por los gobiernos locales, municipios ni prefecturas. Depende del Vicepresidente y del Ministerio de Recursos Naturales y Energéticos. Ellos han metido plata que da miedo. Esas organizaciones, que son chiquitas y, de alguna manera, débiles, sucumben ante propuestas que salen fundamentalmente del Gobierno.
¿Ve usted a Jorge Herrera con talante negociador?
No le conozco como individuo negociador. Habría que ver su desempeño. Sin embargo, creo que en Ambato salieron mejor parados que en el anterior congreso, en Puyo, cuando se nombró a Humberto Cholango. Allí, la mitad del Congreso se salió y no se acabaron de nombrar las autoridades. En este caso, sí, porque creo que hay otro elemento adicional a su favor: el triunfo de Pachakútik en febrero 23. Eso le dio un aire renovador.
¿Cómo ve a Jorge Herrera ante la coyuntura que tiene que enfrentar?
Me parece positivo, porque creo que Cholango tiene varios méritos en sus tres años: tratar de vincular las organizaciones de base con la dirigencia. Después de la alianza con Gutiérrez y de todo lo que pasó, esto se había descuidado. Se volvió a recuperar en 2008 en la Asamblea Nacional y luego se volvió a perder por la fuerza electoral del movimiento 35. Humberto Cholango habla de que hay 8 500 comunidades indígenas en el país. De esas, el 80% es de la Conaie. Entonces, hay un peso fuerte.
¿Cuál es su parecer sobre el mandato de Ambato y qué capacidad tienen la Conaie y Jorge Herrara para ejecutarlo?
La movilización es una de las estrategias, pero tal vez no la más importante. Ellos quieren incidir en la discusión de estas tres leyes que son tan importantes: aguas, tierras y ordenamiento territorial. Otro tema muy sentido en el Congreso fue la desestructuración de la educación bilingüe, intercultural: es un tema muy sentido por todas las organizaciones.
¿Lograrán la movilización que se proponen?
No me animaría a dar mi opinión sobre si lograrán movilizar. Me parece que la movilización de 2012 fue interesante, pero no del todo movilizadora. Hubo además en el Chimborazo y otras partes contramarchas indígenas. Esto sí sería un problema un poco más serio, porque, no sé si la misma estrategia de marchas o movilizaciones está, no diría agotado, pero sí expuesto a estos dos problemas: divisiones internas, que son complicadas porque el Gobierno meterá plata para hacer contramarchas, y la cerrazón que ha mostrado para conversar con este sector social. (JH)