Pronunciamiento de CDES sobre negación de aislados en ITT y de la afectación a estos con la futura explotación anunciada.
EXISTEN O NO EXISTEN, ESA ES LA CUESTIÓN.
16 agosto 2013
Desde el momento de la culminación de la Iniciativa por parte del Gobierno, varios altos funcionarios de Estado han venido refutando la presencia de Indígenas Aislados en el Yasuní-ITT. La negación sistemática de la existencia de estos pueblos es un mal común para los Estados en los que viven. Sin embargo, el caso ecuatoriano es particular ya que paradójicamente el mismo Gobierno promocionó su existencia internacionalmente. Ahora que el plan es explotar el petróleo, muy convenientemente, los indígenas aislados ya no existen… Lo mismo que sucedió, coincidencialmente en el Campo Armadillo hace unos años, cuando la intención era explotarlo a pesar de las múltiples evidencias de su existencia que el mismo Gobierno había recabado.
El Yasuní ha sido, mucho antes de ser un territorio petrolero, el territorio de pueblos y familias de lengua y cultura waorani. En este caso, los indígenas aislados afectados serían los del Grupo Nashiño, llamado así por el propio Ministerio del Ambiente. El Ministro de Justicia, responsable de la protección de aquellos que él mismo aquí niega, argumenta que los aislados se encuentran a 70Kms de la zona que será afectada. Sin embargo, hay un argumento lógico que es más fuerte que su negación: las dinámicas de movilidad de los Pueblos en Situación de Aislamiento, su carácter semi-nomádico, cazador y recolector, hace que estos tengan un uso extensivo del territorio, el mismo que trasciende las fronteras del Ecuador, llegando hasta el Perú. Los territorios incluidos en lo que hoy es el “Bloque ITT” tienen características especiales, son en buena parte tierras inundables en las que crecen extensos bosques de una palmera llamada “morete”. En las épocas del año en que estas palmeras tienen frutos, hay una sobresaliente concentración de animales que vienen a estas zonas por este recurso, y tras ellos vienen los cazadores. Por lo tanto, los territorios del ITT sí son territorios de Indígenas Aislados.
Aún más contundente es el hecho de que, desde el año 2007, el Gobierno ecuatoriano ha convencido al mundo de que es importante conservar el ITT porque es una zona que “está habitada por pueblos en aislamiento voluntario”. Por otro lado, la Constitución del Ecuador, impulsada por este mismo Gobierno y aprobada en el 2008, en su artículo 57 dice textualmente: “Los territorios de los pueblos en aislamiento voluntario son de posesión ancestral irreductible e intangible, y en ellos estará vedada todo tipo de actividad extractiva.” En consecuencia, es el propio Gobierno, quien termina dando las razones por las cuales la actividad petrolera en este bloque resulta totalmente inconstitucional.
Los Indígenas Aislados existen y su territorio es el Yasuní, no conocen de fronteras y caminan por todo este. Tienen contactos esporádicos con sus vecinos waorani, por lo cual no son “No Contactados”, sin embargo este contacto no ha llegado nunca a ser permanente por decisión propia (Derecho a la Autodeterminación que no puede ser violado). Negar la existencia a aquellos que no tienen voz por no participar de nuestra sociedad es un acto irresponsable que pone en riesgo sus vidas.
Así pues, con estos argumentos demostramos que el Yasuní va más allá de los Derechos de la Naturaleza: es una cuestión de Seres Humanos con Derechos Humanos. Personas a quienes por cierto, echamos de menos en el discurso presidencial del 15 de agosto.
Ninguna escuela, ningún hospital, ninguna carretera, ni un plato de comida para los más necesitados, justifica poner en riesgo la vida de un solo ser humano. No podemos permitir como sociedad civil responsable que cuando el petróleo “aparezca” los derechos de estos pueblos desaparezcan.
CDES
Observatorio de Derechos Colectivos del Ecuador
Quito, 16 de agosto de 2013
