La ideología no es solo mirar el mundo al revés en una cámara oscura como se ha dicho metafóricamente, la ideología a más de los sistemas de ideas como el derecho, la filosofía, la política, la religión, la moral y otras formas de consciencia, son también un conjunto de actividades prácticas materiales.
Toda noción teórica contiene también nociones ideológicas. A través de ellas se ha organizado el mundo y las acciones que sobre este recaen. De tal modo, que no habría ninguna ciencia, ni siquiera la matemática o la física que no contengan ideología.
Recuérdese que los modelos matemáticos keynesianos y neoliberales están apoyados por matemática “pura”. La tan sazonada neutralidad e independencia no es más que una ilusión, a lo mucho se puede recurrir a estas como un recurso metodológico y con sumo cuidado. La supuesta neutralidad e independencia operan directamente en la conservación del orden establecido.
Las características ideológicas construidas por el Estado del siglo XXI han permeado la sociedad entera. La ambigüedad, la tecnocracia, el racismo, el machismo, la discriminación, la explotación y la apatía han contaminado todos los tejidos sociales. Esto hace, por ejemplo, que en el espectro político ecuatoriano la derecha más conservadora aparezca en las calles y que algunos que se llaman socialistas apoyen las privatizaciones y los capitales golondrina transnacionales.
El discurso del socialismo del siglo XXI no fue más que un disfraz de Halloween atrás del cual los nuevos protagonistas electorales incorporaron prácticas conservadoras y, a su vez, la modernización capitalista del Estado.
La práctica política del correísmo durante la última década es una práctica capitalista contaminada de los peores males: corrupción, latrocinio, engaños, discriminación y represión. Suena aún hoy el discurso del expresidente Rafael Correa en el que aclara que quienes más se han beneficiado en esta época son los banqueros, tanto el gobierno de Correa como de Lenín Moreno ha beneficiado a los más ricos de este país y a dos potencias que se disputan el globo: China y EEUU.
En este río de años que nos tocó vivir no habrá ningún investigador serio que se atreva a decir que en el país ha existido una socialización de los medios de producción. Más bien, al contrario, la apropiación privada de capitales se ha incrementado en no más de 200 grupos económicos.
*Abogado, licenciado en Filosofía y magíster en Sociología. Actualmente, docente de la Universidad de Cuenca.