16 de Agosto 2016
Barba blanca, pelo cano. Detrás de los cristales de sus lentes un par de ojos negros se fijan atentos en la cámara que le enfoca. Gesticula con seguridad. Es Alberto Dahik, asegurando que si el país no hace lo que él dice, vamos camino de la desintegración nacional.
Lo mismo sucede con Rafael Correa. Más movedizo, más ágil en el pensamiento, acompañado siempre de una sonrisa despectiva, asegura que si no se hacen las cosas como él dice, este país no tiene futuro.
Ambos son dueños de esa inapelable autoridad que da el poder. Dahik desde la nostalgia del pasado, Correa desde la dinámica del presente. Frente a ellos la gran masa de ecuatorianos enceguecidos por la propaganda esperando el día de las elecciones para ir a las urnas a ejercer su “derecho al voto”.
Dahik apuesta por un programa privatizador, de esencia neoliberal; Correa por seguir aplicando su heterodoxia económica que hace lo mismo que plantea Dahík, pero sin radicalismo, con vaselina. Ambos ilustres presos de las mismas teorías del desarrollo fracasadas una y mil veces en la práctica y que, deshonestamente, se las siguen planteando al pueblo como solución.
Más que en cualquier otra disciplina, es en la política donde ahora se tiene que ejercer la imaginación y la creatividad. El neoliberalismo ha sembrado de muerte el mundo; en América Latina el “progresismo” político no puede seguir fortaleciendo el capitalismo como vía “revolucionaria”. ¿O no es eso lo que hace la RC?
Hay otras alternativas, pero los Dahik y los Correa las ignoran y los medios masivos de comunicación no los toman en cuenta. El sistema en su conjunto conspira en su contra.
¿No pasa acaso eso con el nuevo pensamiento ancestral, o con el Vitalismo o con Ñucanchic Socialismo, entre otras que yo conozco?
Dos precisiones:
1. Dahik no tiene ningún poder, Correa todavía tiene un poder descomunal, eso no se refleja cuando dice: “Ambos son dueños de esa inapelable autoridad que da el poder. Dahik desde la nostalgia del pasado, Correa desde la dinámica del presente”, insinua que Dahik tiene poder, lo único que puede tener una autoridad científica-económica para algunas personas.
2.Ud. habla de otras alternativas, pero cúal es la correcta para pagar los 50 000 millones de deuda externa e interna del Estado, cúal es la alternativa vitalista o del Ñuchchic Socialismo?