Leyendo las noticias diarias en Diario Hoy me encontré con una información tan difícil de creer que pensé que se adelantó el día de los inocentes, pero luego recordé la época política que vivimos y me di cuenta que no era el día de los inocentes, sino el día entre los días de los “sabios” tecnócratas que dirigen la política del país. La noticia es la siguiente:
MADRID. El Gobierno de Ecuador ofrece 500 puestos de trabajo a profesores universitarios españoles para que formen a futuros profesores del país iberoamericano y 5 000 empleos para docentes de primaria y secundaria, anunció hoy la Subsecretaria ecuatoriana de Desarrollo Profesional y Educativo, Miriam Aguirre.
En una rueda de prensa en Madrid, Aguirre afirmó que su gobierno busca formar a investigadores y profesores para cubrir el déficit de docentes que experimenta su país.
Explicó que los contratos pueden ser temporales, desde una semana a tres años, o indefinidos, en función de la voluntad del solicitante y las necesidades del país.
Los salarios van desde los $5 009 mensuales (3 799 euros) para profesores principales, a los $2 783 (2 110 euros) para profesores agregados y $2 226 (1 688 euros) para profesores auxiliares.
¡¡Simplemente indignante!!. Mientras en el Ecuador, el gobierno de Alianza País ha ejecutado una política de despidos masivos de funcionarios públicos, entre los que se encuentran profesores de enseñanza primaria y secundaria, así como una sistemática descalificación de la universidad ecuatoriana y de sus docentes, a nombre de un supuesto mejoramiento académico basado en parámetros norteamericanos, se atreve a ofrecer empleos de profesores a ciudadanos españoles. Recordemos que esto ya se hizo en el campo de la salud con los profesionales de la medicina. Si no nos damos cuenta que esto es una clara muestra de la política neocolonial del gobierno de A.P., junto con las negociaciones que se llevan adelante con las transnacionales para la extracción de la riqueza social y natural del país, entonces difícilmente algo podrá mostrarnos la farsa de la revolución ciudadana.
Cómo se entiende que un gobierno que pregona a los cuatro vientos su vocación soberana y revolucionaria trate a los ecuatorianos como ciudadanos de segunda categoría. Cómo así se atreven a hacer a un lado a los profesionales del país, capaces de asumir la docencia en cualquier nivel de enseñanza, y ofrecer el empleo, que por derecho nos corresponde primero, a los ciudadanos españoles? O será que están devolviendo el favor a España por el “buen trato” que este país ha dado a nuestros migrantes?, o será acaso que es una política de intercambio de la que aún no nos hemos enterado y luego llamarán a los profesores ecuatorianos para ir a dar clases en España? No, no hay nada que no sepamos, es lo que es, que estamos siendo gobernados por un Gobierno abierta y cínicamente colonial, que repite la historia de maltrato y humillación que todo colonizador hace al pueblo colonizado.
Qué es lo que pretenden: hispanizar la educación ecuatoriana más de lo que ya ha sido hispanizada? ¿Qué ironía tragicómica estamos viviendo?. Acaso este gobierno no era el gobierno emblema de la soberanía?, acaso este gobierno no era el gobierno del Estado plurinacional, del Buen vivir, de la descolonización? ¡¡Qué burla al pueblo ecuatoriano!!, ¡¡que burla a la histórica lucha y resistencia anticolonial de nuestro pueblo!!, ¡¡que humillación a la memoria de Dolores Cacuango, de Tránsito Amaguaña, de Monseñor Leónidas Proaño!!
Luego tratarán de justificar semejante incoherencia repitiendo el mismo discurso colonial que por centurias hemos oído: que aquí no hay profesionales bien formados (que los indios no son capaces de trasmitir conocimiento), que en el país no hay profesores con PH.D. (que los indios no son cristianos), que aquí no hay quien haga investigación (que los indios no tienen conocimiento) que hay que traer profesores de verdad que nos enseñen a pensar ( que hay que evangelizar a los indios) etc. Obscenos argumentos que lo único que buscan es tapar su vocación colonial, su profundo malestar por no haber nacido en el centro colonial, su inconformidad con ser ecuatorianos, más aún, su rechazo a su herencia indígena-agraria. Pero eso sí, no tienen ninguna vergüenza en usar la retórica de la soberanía, la revolución, la descolonización cuando necesitan ocultar y apuntalar su programa neocolonizador.
Deberían ser más coherentes consigo mismos y traer a un selecto grupo de políticos norteamericanos-europeos a que les enseñen a gobernar. Quizá sea bueno que el pueblo ecuatoriano haga la convocatoria al honesto Mariano Rajoy, a la solidaria Angela Merkel, al pacifista Obama y al virtuoso de Silvio Berlusconi para que manden algunos de sus funcionarios para que vengan a ocupar las altas funciones gubernamentales del Estado ecuatoriano. Podríamos hacerles una oferta de unos 10.000 euros al mes, además de conseguirles los gastos de vivienda, etc. Durante un mes, seis meses, un año o tiempo indefinido según como vayan aprendiendo nuestros funcionarios el gran conocimiento de los colonizadores, para que hagan una mejor colonización al pueblo ecuatoriano, o quizá sea mejor como en la primea época colonial que sean los metropolitanos los que gobiernen y volvamos a ser un virreinato. Sería una manera de sincerar lo que está sucediendo y sabríamos exactamente qué hacer en contra de la colonización como ya lo hemos hecho.
Lo cierto es que ya no se puede permitir que sigan maltratando y humillando al pueblo ecuatoriano a nombre de una revolución inexistente. No se puede permitir que un grupo de alienados que soñaron toda su vida con ser europeos o norteamericanos, y en unos casos, por las cosas de la vida, fueron a estudiar en las metrópolis quieran imponer a todo el pueblo sus anhelos arribistas, sus obsesiones europeizantes. Quizás necesitan una buena ortigada, para que dejen esas ideas delirantes que tanto daño hace al país.
Hola,
Tu artículo cumple a cabalidad de principio a fin el tono que le impusiste en el título. Eso es bastante meritorio.
En cuanto a lo que opinas respecto a la propuesta del gobierno de traer extranjeros con el propósito de mejorar la situación académica en escuelas y universidades tengo que decirte que a veces tu retórica suena tan estrecha como la de la llamada revolución.
Es verdad, ningún grupo de iluminados extranjeros va a solucionar el problema ancestral de la mediocridad en la educación nacional; para eso habría que cambiar la herencia de victimización e impotencia que tienen los que se beneficiarían de la misma, cosa que la revolución nunca lo haría; es la base de su poder.
Aún así, hay situaciones en que hacer algo es mejor que sentarnos a esperar y criticar todos los intentos de los otros por solucionar un problema.
A los profesionales de la educación les queda esperar y continuar su trabajo digno en silencio. A la mayoría de los mediocres les tocará departir o arrodillarse ante el poder para seguir de sirvientes de turno. Y a nosotros a desear que el cambio que viene, cualquiera que sea, nos saque de esta debilitante indolencia.
En cuanto a la sentida “colonización” coincido con tu indignación que el gobierno no tiene derecho a mentir con su propaganda de soberanía e independencia; pero al menos a mi, y eso si quiero hacer énfasis en lo personal, no me importan los orígenes de mis educadores o mis gobernantes; yo lo que quiero es salir de la ignorancia.
Saludos
Estimado GJ:
me parece contradictorio que primero afirmes que ” ningún grupo de iluminados extranjeros va a solucionar el problema ancestral de la mediocridad en la educación nacional” y pocas líneas después también afirmes que ” no me importan los orígenes de mis educadores o mis gobernantes; yo lo que quiero es salir de la ignorancia.”.
Quizá sea necesario intentar identificar qué es lo que entiendes por el estribillo de la “ancestral mediocridad de la educación nacional”; entiendo que debe ser a partir de la comparación con algún modelo extranjero…
Te cuento que tuve unas pequeñas experiencias sobre las “bondades” de aquella educación de algunos países extranjeros que tanto admiras y que pueden ser identificadas en las películas que vienen de Gringolandia sobre su propia sociedad: en la escuela no se preocupan por el nivel académico, los estudiantes son clasificados por edad, de manera que los “avances” no se miden por conocimientos, sino por el avance del calendario.
Las excepciones son obvias: los hijos de “buenas familias” van a ciertos establecimientos en los que ya les enseñan a armar ciertos complejos tecnológicos de los que aún carecemos. Son los que más tarde serán los “yupies” que dirigirán aquellos países…
Otra cosa es la educación media, de los High schools y Colleges, más todavía la University, a los que no accede cualquier ciudadano, sino el que puede pagar para ello; allí se estudia por especialidades, desde un principio, de manera que no tienen que “perder el tiempo” estudiando materias que “no les gustan”. Lo pragmático es lo fundamental, imagínate, que para ejercer la abogacía es eventualmente innecesario haber cursado estudios universitarios, es suficiente con aprobar el examen de aptitud y ya puedes integrarte a una de las “barras”.
¿Pero cuál es la situación? Resulta que en ciertas prácticas que se dan a nivel estudiantil de diferentes nacionalidades, es más que frecuente que nuestros estudiantes tienen una capacitación bastante mayor que la de sus pares, claro, son conocimientos básicos, generales, que no les son interesantes ni necesarios en sus contextos, más o menos como decir que se enseñe a manejar clínicas pero no a curar enfermos; al fin y al cabo, que eso de curar no es una tarea “ejecutiva”, sino de “carpintería”.
¿Qué no hemos tenido una tradición investigativa? ¡Je! ¿Y por qué crees que nuestros estudiantes y profesionales triunfan en el exterior? ¿Crees que porque van por allá les entra por los poros la inteligencia, que por supuesto, no les entra a los nativos de esos mismos países?
¡Piénsalo antes de escupir al cielo. Te regresa a la cara!
¿Que hay que mejorar? ¡Desde luego! pero no con un regresivo “cambio de época” que nos involuciona a marchas forzadas, asignando un generalizado estigma de incompetencia y mediocridad para justificar un proceso de elitización poco meditado, poco conveniente, cuyas consecuencias serán, evidentemente, “poco agraciadas”.
Para darte algunas pistas: no necesitamos ponernos al servicio de capitales extranjeros (americanos o chinos, qué más da); no necesitamos aprender cómo ser gringos o europeos cuando tenemos un hermoso país al que debernos; no necesitamos copiar ningún modelo de desarrollo poniéndole ropaje indígena, cuando tenemos una realidad que nos exige a diario que respondamos a nuestro contexto…
Se dice que la ortiga tiene un efecto anamnésico, que hace que se recuerden muchas cosas, creo que Natalia tiene razón.
También saludos
Entonces por qué fuiste a estudiar al extranjero para conocer de esas pocas “bondades” de su educación. Suena también a contradicción
Estimado Andrés:
No tengo ninguna xonofobia, pero la verdad es que hasta ahora no he estudiado en ningún establecimiento extranjero, ni siquiera de los que tienen sucursales en el Ecuador.
Al menos, en esto no tengo ninguna contradicción, no se cómo estás tú en eso.
Mi amigo GJ, le falta conocer el otro Ecuador, su mente colonizada asimila que no hay investigación y nos deja ver, según usted, que nuestras universidades no valen, conozco tres profesionales de la ciudad de Huaca, provincia del Carchi, graduados en nuestros colegios, la gloriosa U. Central y la Politécnica Nacional que se pasean en el exterior, por todo el mundo, impartiendo conocimientos y sabidurías, y así hay muchos ecuatorianos en el mundo y aquí en nuestra tierra que son mejores que los profesores de la Universidad de ILLINOIS, JA JA.
Estimado David,
Claro que quiero comparamos con un modelo extranjero; acaso cuando observas el éxito de unos no tratas de entender por que ocurre. Yo también he tenido la oportunidad de disfrutar de las bondades de un sistema de educación extranjero y también de uno nacional preparatorio en el que pagaba $20 dolares mensuales y uno en que pagaba casi $500. Así que he visto lo mejor de aquí, lo peor de aquí, lo regular y lo mejor de allá. Mas allá de eso, hoy estoy en la empresa privada y a cargo de mejorar el nivel de mi personal y no hay nada que me lleve a pensar que hay algo funcionando bien en el sistema de educación del país.
Estoy mas que de acuerdo con usted en el hecho de que existen instituciones de élite que sirven a las sociedades establecidas del mundo desarrollado; pero al menos tienen instituciones de élite, donde los mas capaces, sin importar su origen, también pueden acceder. Nosotros no tenemos nada por el estilo.
De ninguna manera recomendaría “copiar” el sistema americano o coreano o japonés; dado que ningún modelo se puede adaptar perfectamente a sociedades diferentes, pero si nos podemos basar en estándares básicos globales para proveer con alguna estructura a nuestro sistema poco funcional.
En ningún momento desmerecí nuestro capital humano, usted mas bien se refiere a la capacidad de los ecuatorianos de triunfar en el extranjero como algo para subrayar. Para mi no es sorpresa, ya que quienes logran estudiar en el extranjero han sido ya beneficiados por el azar de atender las mejores instituciones (pre-universitarias) de nuestro país; o algún otro factor que no es generalizado. Mi interés sería que lo poco que hacemos bien se generalice en nuestras instituciones estatales y privadas.
Por otro lado, se refiere a nuestra ventaja en tener un conocimiento básico más solido que el de ciertas naciones extranjeras, y hace bien en reconocer que no sirve de mucho al final del día. Mi pregunta mas profunda es, por que si nuestro sistemas básico es mas sólido y diversificado que el de los pobres gringos no tenemos innovadores o emprendedores que cambien nuestra forma de vivir ? (y aquí asumo que coincides que hay que cambiar la forma que vivimos, porque al menos yo no estoy de acuerdo con vivir sin un estado de derecho real).
Y la respuesta es: Cultura. Ese maldito nacionalismo y “amor por lo nuestro”, que no nos deja ver que el camino a la prosperidad se basa en el incremento del comercio y el trabajo con ética (a donde sea y para quien sea), ese orgullo que no nos deja ver que poco es lo que importa la educación que tenemos, si tenemos las ganas de superarnos y crear nuestro propio camino.
Usted ni yo parecemos revolucionarios de acuerdo al credo del momento, pero tenemos que apoyar algún cambio que permita que no seamos tan pocos los que nos hemos privilegiado de ese fenómeno llamado globalización.
Espero que tu última frase no quiera decir que me quiere ortigar.
Saludos.
Estimado GJ
Creo que el problema está en el principio, sin caer en ningún absurdo y exacerbado nacionalismo, pues el conocimiento tiene factura humana, creo que no es necesario un modelo extranjero, que renueve nuestra colonialidad, sino un proceso de identificación de nuestra realidad, no solo de lo que son nuestras limitaciones, sino también nuestras potencialidades.
Imposible ser nacionalista o revolucionario, al menos, en el estilo de lo que usted reconoce como el “credo del momento”, por eso creo que debemos reflexionar sobre las perspectivas de los hechos: en principio, que el llamado para profesores extranjeros no está orientado al tercero o cuarto nivel, sino en general, para todo el sistema educativo nacional, que según la interpretación, sería totalmente negativa, que no tendría ningún nivel de investigación, y un largo etc.
Pero quienes hemos vivido algunas realidades tenemos versiones diferentes: las investigaciones que hemos realizado, no siempre han interesado a “los poderes de siempre”, ya sea porque se ponía números a las afirmaciones sobre la inequidad e injusticia en el país, como porque eventualmente, se llegaba a afirmar la necesidad de medidas exactamente contrarias a las que habían tomado las autoridades de turno.
¿Por qué no hemos tenido un mínimo de desarrollo como otros países? En buena medida por la colonialidad de la mentalidad de aquellos poderes, para quienes aún mantienen la tesis de que el trabajo es una cuestión de la ley de la palanca, rosca y aceite, y que “solo lo extranjero es bueno”, y plantean la “necesidad” de que la gente que llegue al país (léase gringos”), pueda ver una imagen de seres primitivos que viven en un entorno “natural” (léase “indios” y “negros o afroamericanos”), con una tecnología primitiva incapaz de producir bienes que compitan con la gran tecnología de los centros del capital.
A eso llaman “turismo”.
Exacto, no hemos tenido gobiernos que fomenten nuestro desarrollo integral e integrado, sino siervos obedientes de los grandes capitales, a los que poco o nada interesa que se formen en nuestros países “subdesarrollados”, nuevos polos de desarrollo competitivo con sus industrias.
Que traigan maestros europeos no va a cambiar esa situación, así como no la ha cambiado el hecho de que se incluya el idioma inglés como principal materia en todo el sistema educativo nacional, lo máximo que se puede esperar de ello es que se “regule” la colonialidad, pues tan disparatado es hablar de ciencia nacional, como de ciencia extranjera, si no estamos claros en que el conocimiento debería estar al alcance de todos los ecuatorianos, en todos los niveles: es lógico, si el Estado quiere magísteres y PhD, debería preocuparse por formarlos sin el requisito eliticero de una manifiesta capacidad económica y/o un pedigree que “garantice” el conocimiento.
Felicito tu frontalidad estimada Natalia, pero falta algo, tambien estan eliminando de un solo plumazo a los Institutos Superiores Pedagógicos del pais que son los verdaderos formadores de maestros por muchos años. Los docentes que laboramos en estas Instituciones nos hemos preparando durante toda nuestra vida de docencia y que en la actualidad tenemos Masterados (estudios realizados por nuestra cuenta), Entonces estamos preparados tan bien o igual que los que nos van a reemplazar pero ademas con la gran ventaja de conocer nuestra realidad nacional.
Por aquí (España) últimamente se habla mucho de esta convocatoria, de la oportunidad que representa, de los sueldos que se pagan, de las bondades del gobierno de Correa, etcétera, etcétera. A mí me gustaría recordar que el suelo básico unificado en el Ecuador -sueldo habitual en el trabajo doméstico y de cuidado o en las profesiones “no cualificadas”- es de 318 USD.
El agravio es múltiple, tanto por el contenido ideológico de una eventual recolonización, como por el refuerzo en términos monetarios de la jerarquía odiosa entre saberes.
Aún así poco, muy poco se habla de esto último por aquí, mientras que el aliciente económico acaba por convencer a cualquiera de las virtudes del programa, de las bondades del régimen, de la pertinencia de la acción.
Súbitamente se revela que los albañiles y las domésticas -esas gentes morenas que provienen de lugares impronunciables sobre los que tanta mofa ha hecho la televisión rosa- provienen de un país en el que hay una infinidad de cargos públicos que no pueden ser ocupados por los autóctonos porque no están “capacitados” para ello (acaso eso explica porqué se dedican a los oficios que se dedican).
El momento es más que oportuno. La política demográfica de la metrópolis se conjuga con la mentalidad colonial. La empresa entera tiene gusto a una misión civilizatoria que será llevada a cabo por inmigrantes de lujo con gastos pagados, sueldos sustanciosos, identificaciones y permisos en regla.
Me indigno.
A mí me preocupa que en Ecuador empiecen a aparecer este tipo de quejas que rozan en la xenofobia. No creo que de ninguna forma se esté despreciando el trabajo de los ecuatorianos, pero creo que debemos ser claros sobre la necesidad de captar profesionales de alto nivel sin importar su lugar de nacimiento. El que un país se empiece a abrir al mundo es la base del desarrollo. El cerrarse ante el mundo protegiendo la mediocridad y además indignarse por la búsqueda de opciones es al menos… peligroso.
Creo que el debate sobre el sistema educativo es bastante más amplio y no creo ser la persona adecuada para opinar a profundidad. Pero es claro que hay fallas muy graves que deben corregirse de forma inmediata, de ahí que el buscar soluciones es la alternativa para el modelo de estancamiento de la educación formal en el Ecuador. Pero mi comentario va en otro sentido. Yo escribo como migrante, he vivido-estudiado-trabajado en España, Portugal, Italia y Francia países que no creo sean un ejemplo de nada…pero en donde he podido ver y sentir dos formas de pensamiento: aquella que lucha por el bienestar de los locales y que desprecia la posibilidad de intercambios culturales (especialmente con países del sur); y aquella forma de pensamiento abierta y receptiva a nuevos saberes, a intercambios de cultura y desarrollo de un mundo equitativo y humanizado. La primera forma de vista es un remanente (a veces poderoso) del fasismo y que se expresa en nacionalismos cerrados y visiones que desde mi perspectiva indican tan solo un pobre desarrollo humano e intelectual. Obviamente al yo ser un migrante no puedo estar de acuerdo con este tipo de pensamientos, que si fueran los dominantes, yo nunca hubiera podido desarrollar ni mis estudios ni mi carrera científica en estos países.
Afortunadamente hay otra corriente…la civilizada…la inteligente…aquella que sabe apreciar (o al menos está abierta a) los valores intrínsecos de cada persona sin importar su lugar de nacimiento ni su color de piel. Esta visión permite que centros educativos de gran nivel tengan investigadores, profesores y directivos de cualquier nacionalidad y que en conjunto desarrollan estrategias de progreso educativo-científico para la sociedad.
Cuando leo opiniones como “Cómo se entiende que un gobierno que pregona a los cuatro vientos su vocación soberana y revolucionaria trate a los ecuatorianos como ciudadanos de segunda categoría” tan parecidas al cartel que hay a una cuadra de mi casa que traducido del francés dice: “no a la discriminación contra los franceces en la francia” (cartel que además tiene la imágen de Marine Lepen y el logo del Frente Nacional, partido francés de extrema derecha), creo que se acercan tanto al discurso de “ecuador para los ecuatorianos”; entonces no puedo sino sentir indignación. No entiendo cómo un país que hace tan poco vio cómo casi el 20% de su población tenía que migrar para conseguir un mínimo de dignidad de vida para sus familias, ahora quiera evitar que gente de otro lado llegue al país y busque de forma honesta medios de subsistencia para los suyos. Me indigna cuando se intenta discriminar a las personas por su país o lugar de nacimiento y no valora sus méritos académicos o profesionales. En el momento en que estoy deseoso de volver a mi país, leer este tipo de visiones tan discriminatorias que tanto desprecié en otros países me cabrea, me indigna, me desanima. Igual sigo creyendo que se debe impulsar el intercambio, el mestizaje y la movilidad humana, creo es la única forma de conocernos y crecer. Quién sabe si de esta forma y en algunos años podamos eliminar estas visiones nacionalistas discriminatorias que tal vez están basadas tan solo en la ignorancia.
Hola Natalia, soy estudiante de la Flacso Sede Ecuador; siempre llegan a mi correo convocatorias para profesores ecuatorianos con el propósito de llenar plazas disponibles en la docencia de esta universidad de post-grado, en donde a los postulantes se les exige un altísimo grado de especialización: mínimo PhD (no cualquier PhD, sino uno muy, pero que muy relacionado con la plaza de docente que se espera llenar), 5 años de experiencia en docencia universitaria, 5 años de carrera dedicados a la investigación, un cierto número de libros y artículos publicados, dominio del idioma inglés escrito y hablado, entre otras exigencias que no recuerdo; los anuncios se repiten constantemente ya que es muy difícil conseguir en el país profesores con tan alto grado de especialización, y la mayoría de estas plazas, en donde los postulantes entran en concurso, se declaran desiertas, por lo que es necesario, indispensablemente necesario, volcar la mirada hacia maestros extranjeros. Este fenómeno, por supuesto, nada tiene que ver con la ‘mediocridad ancestral’ a la que uno de los replicantes de tu artículo hizo referencia, sino a sistemas jerarquizados de clase social que -como tú bien has hecho notar- tienen una clarísima herencia colonial.
Históricamente, la élite de nuestro país se ha conformado por un reducidísimo grupo de personas, que gracias a su capital económico, han logrado adquirir otro tipo de privilegios como la educación universitaria y mucho más aún, la educación a nivel de postgrado y doctorado. Es así que, al menos, de la generación de nuestros padres y las posteriores (te escribe una treinteañera cuyos padres nacieron en la década de los cincuenta), muy, pero muy poca gente ha logrado alcanzar un PhD., ya que ese título universitario se convirtió en un lujo de poca gente con los privilegios económicos y sociales suficientes como para alcanzarlo. Esta situación se ha dado más o menos regularmente a lo largo de los años, hasta la llegada al poder de la revolución ciudadana, en donde se hicieron públicas las becas que siempre estuvieron ahí, a disposición de todos los ciudadanos, pero que no todos tenían los contactos como para enterarse de sus ventajas.
Hasta más o menos 2007 o 2008, alcanzar el nivel de doctorado fue -salvo pocas excepciones, que las hay- privilegio de las clases altas de la sociedad ecuatoriana, de ahí que la mayoría de PhD. de nuestro país provengan de los estratos medios altos y altos de la sociedad; como verás, no necesariamente alcanzar un doctorado es el premio al mérito y al esfuerzo, sino que en el Ecuador ha sido, fundamentalmente, el resultado del acceso a privilegios. Y en el caso de un país tan pequeño como Ecuador, estas circunstancias nos han pasado factura a la hora de contar con profesores ecuatorianos universitarios de primer nivel; he de confesarte que, así como he tenido en Flacso la bendición de contar con profesores ecuatorianos de élite, frente a los que te quitas el sombrero, no sólo por sus conocimientos sino también porque se meten de lleno en el trabajo de profesor y lo desempeñan con pasión, he tenido que sufrir a pseudo profesores que, gracias a un doctorado obtenido no sé por qué tipo de azares del destino (mejor dicho sí, lo sé, porque sus padres pudieron costearles la educación) llegan a la universidad a dar clases porque les toca, sin apenas preparar material para discusión, gente embebida de mediocridad pero con un altisonante título obtenido la más de las veces en una universidad extranjera.
Te confieso también que me llena de indignación que los syllabus de muchos profesores de la Flacso están llenos de lecturas de pensadores occidentales (gringos o europeos), con tan sólo unas cuantas inclusiones -y en ocasiones ninguna- de pensadores latinoamericanos; como verás, el tener profesores ecuatorianos dando clase no constituye ninguna garantía contra el neocolonialismo, ya que éste -al menos en el ámbito académico ecuatoriano- se respira en el aire, aunque el discurso oficial afirme lo contrario.
Si por todos estos antecedentes históricos, Ecuador no cuenta con los suficientes profesores universitarios (no te puedo hablar de los maestros de educación básica, ya que mi experiencia no es cercana a ese particular), no queda de otra (así como lo digo, no queda de otra) que hacer dos cosas: mandar a ecuatorianos a prepararse en el extranjero, ya que para acceder a un doctorado en el Ecuador es indispensable que le dediques tiempo completo, es decir que no puedes trabajar mientras haces el doctorado (así que, si tienes hijos, que se jodan), y las becas que te ofrecen cubren tan sólo costos de tu supervivencia, muy exiguos y menores; dicho de otro modo, para poder hacer un doctorado en Ecuador, necesitas tener plata para mantenerte y mantener a tu familia durante los tres o cuatro años que duren tus estudios.
Mientras que, las becas que ofrece el Senescyt, para universidades extranjeras, te permiten inclusive llevar a tu familia contigo de ser el caso; y en donde, aparte de abrir tus horizontes a otras realidades, otras culturas y formas de ver el mundo, le debes añadir el prestigio académico que le otorga a su portador el tener un título de PhD. del extranjero; yo no he inventado las reglas, pero por ejemplo, para poder aspirar a una vacante en docencia en la USFQ, debes tener título de maestría o doctorado del extranjero; sí, a mí tampoco me gusta pero así son las cosas.
Y te preguntarás: ¿mientras se prepara para la docencia toda la gente que se ha ganado la beca por sus méritos y no por sus privilegios de clase, los que quedamos aquí estudiando nos estancaremos en un limbo académico? Por supuesto que no, toca hacer la segunda cosa: traer profesores de otras latitudes, no porque los de aquí no valgan (aunque me duele decir que no todos valen, el hecho de ser ecuatorianos no les convierte automáticamente en competentes), sino porque no hay suficientes, y de los pocos que hay, no todos califican para ser profesores; que los profesores extranjeros se queden el tiempo que tengan que quedarse, que cobren lo justo, que respeten al país que los está acogiendo y que se preocupen por empaparse de sus particularidades culturales; hasta que la nueva generación de maestros les tome la posta, y tengan que regresar a sus respectivos países como lo estipula el contrato con el gobierno. Lo siento mucho por tu exacerbado nacionalismo pero este es el estado de la cuestión, así, sin tapujos.
Y lo que también nos queda es confiar en que toda esa nueva camada de PhD. que se formarán en universidades extranjeras, lejos de contagiarse del etnocentrismo gringo o europeo, realicen una lectura crítica de sus experiencias en otros países (muchos irán a países del mal llamado ‘primer mundo’), tomen lo positivo, lo útil y lo necesario y desechen toda la paja de la que ha adolecido la academia occidental desde sus inicios, expandan los horizontes de su pensamiento y retornen con más amor a su país que aquel con el que partieron, y se encarguen de formar a las nuevas generaciones en el pensamiento crítico y propositivo, para que Latinoamérica deje de ser un ente pasivo de la academia, de la ciencia y de la tecnología mundial -meros consumidores de enlatados (académicos, científicos y tecnológicos) que ofrece occidente- y se transformen en entes creadores de contenidos, de ciencia y de tecnologías. Esa es una posible solución al problema del déficit de educación en el país, pero ignoramos qué resultados puede llegar a tener, ya que lo que hagan los nuevos académicos, ingenieros y científicos con lo que aprendieron en las respectivas universidades de las que se gradúen, dependerá de ellos, y no tanto del gobierno; éste tiene la responsabilidad de asegurar el acceso a la educación a todos los ecuatorianos, independientemente de su origen social, ingresos económicos, género, etnia y creencias religiosas, y de prever la creación de fuentes de empleo con salarios dignos para los nuevos profesionales que se avecinan.
quieres los mismos resultados? entonces sigue haciendo lo mismo… si vamos a mejorar el nivel de los maestros que forman a nuestros niños, entonces debemos hacer cambios radicales, para que que en un futuro mediato podamos ver resultados
Qué irónico que Natalia Sierra hable en primer lugar de neocolonialismo cuando ella misma alardea de su título de doctorado obtenido en Alemania (que por cierto está en Europa, ese lugar del que Natalia siente tanto odio).
Hola, tod@s:
Creo que el problema no se resuelve ni a través del nacionalismo (que dicho sea de paso, no veo que Natalia Sierra esté enferma de eso), como tampoco a través de la pleitesía frente lo extranjero, gringo, excelencia académica, surcoreano o como se lo llame. Creo que ciertamente hay muchas estrecheces tanto aquí en el Ecuador, como en las academias del exterior. Es verdad que en gran parte de los espacios universitarios nuestros hay todavía grandes estrecheces institucionales, pero hay que reconocer la potendialidad de esos mismos espacios, de las universidades públicas, si el gobierno tuviera buena fe, tino y noción de que se trata de un proceso que debe seguir el cambio universitario. Pues lo que se hace es una especie de shock académico, que está dejando fuera, o sea castigando a los que ya lo fueron, durante la larga y triste noche neoliberal.
Estudié fuera, en el Brasil, quise ir para allá y no por ejemplo a España o a otro lugar, a la sazón del primer mundo, porque en ese país existe un desarrollo interesante de las ciencias sociales, desde las inquietudes y preguntas que nos hacemos los de acá, de este lado del charco. Al margen de eso, creo que el “mirarse el ombligo” y, lo que es peor enamorarse de él, no resolverá nada, como tampoco el culto a los rankings, cosa que le encanta a senescyt. Necesitamos crear una academia a imagen y semejanza de la solución a los problemas que nos plantea la situación de aquí y de ahora. Academia que tenga voz propia dialogando con el exterior pero sobre todo con los agentes sociales y académicos al interior. Concretamente, al menos en humanidades, filosofía, historia, ccss etc. etc., me parece que los interlocutores privilegiados son los pueblos latinoamericanos. EN ESE CAMPO TENEMOS INTERLOCUTORES DE PRIMER NIVEL, tanto en lengua española como en las lenguas ancestrales. Respeto muchísimo a las tradiciones argentina, brasileña y mexicana, por citar los casos más notables. Por algo será que a nuestros países vienen europeos a estudiar en esas áreas.
¿Por qué, entonces, ese absurdo de exigir que los artículos sean publicados sola y exclusivamente en “revistas indexadas que se encuentren en el 10% superior de los rankings científicos del ISI Web …. bla bla bla …”?. Me parece que el revolucionario y soberano gobierno que tenemos debería promover un sistema de indexación para los países del mercosur, por ejemplo, o para la región y no rasgarse las vestiduras ante el sistema de indexación y los estándares impuestos por el mercado global. Ese sería un paso verdaderamente solidario “con los hermanos latinoamericanos”, hacia los cuales se vierte torrentes de amor en toda ocasión posible. Ojalá este gobierno lo hiciera para poder creerle algo. Creo que, en la relación con otras culturas, tenemos mucho que compartir, y lo subrayo, compartir antes que solo enseñar o solo aprender. El valor de vivir aquí y salir para compartir radica en conocer otras tradiciones académicas, enriquecerse con ellas y ver qué es lo que también podría funcionar acá.
En cuanto al neocolonialismo, estoy convencida que esa forma de vinculación que está proponiendo el gobierno es neocolonialista. Lo que está realizando este soberano gobierno, lo digo enfáticamente, SI que lo es. Lo de los catedráticos españoles, tal como se lo plantea es escandaloso, es decir si vemos el asunto en el contexto de los muchos complejos de inferioridad y de las medias verdades que dicen el presi y su Secretario de ciencia y tecnología, es de verdad humillante para todos, incluidos los propios españoles, porque acá nos estamos dando el lujo de implementar la receta “Bolonia” que fracasó estrepitosamente en España. Ahora bien, si de alguien hay algo que aprender es de los indignados. ¿Dónde quedó nuestra capacidad de indignación? Y no digo que haya que salir a botar presidentes -¿se acuerdan, no? -, lo que planteo es que nuestro pensamiento se transforme en presión para el gobierno dejando de tener miedo. Por último y antes de olvidarme, hay que analizar con seriedad la perspectiva instrumentalista que ha privilegiado en ceaaces para la evaluación y la acreditación; hay que empezar a negociar otra forma de hacerlo. Acá hay gente que SI sabe del asunto; dos nombres Rosemarie Terán y Rosa María Torres, seguramente hay más.
Exactamente! Y como alguien decía, antes la educación de calidad era un lujo solo reservado para ciertas élites, hoy no, se la ha democratizado. Antes las élites nos dominaban porque por su educación tenían acceso además a los circulitos sociales donde todo se amaña y entonces sí nos imponían sus agendas políticas y valores. Yo vengo de una clase media, y todos mis estudios los he hecho por medio de becas muy limitadas tanto en Ecuador como fuera, y que lastimosamente, solo unos pocos tuvimos esa suerte. El camino no ha sido fácil, ha significado mucho esfuerzo y sacrificio. Hoy, los jóvenes de toda clase social tienen la oportunidad de vivir estas aventuras académicas y aprender lo mejor de otras culturas. Nada ni nadie es perfecto, habrá quienes retornen y aunque hayan dado la vuelta al mundo, el mundo no habrá pasado por ellos! Pero, yo creo en mi gente, en mi país, somos gente muy valiente y muy sabia, sabremos regresar a crear y recrear con todo lo que hemos aprendido, sin olvidar nunca de dónde venimos y en esa diversidad estarán nuestra riqueza y fortaleza!
Este “artículo” es una muestra más de cómo en nuestro país se confunden posiciones, se ideologizan los debates. No existe claridad conceptual, política, ni ética en nada. Creo que puede ser debatible la contratación de profesionales españoles, habría que revisar todo el proceso para poder dar una valoración un poco más objetiva sin caer en victimizaciones coloniales, ni politizar el asunto. Por otro lado, sí debo decir que yo considero que, en general, la academia, en Ecuador es muy deficiente. Voy a hablar de mi campo de trabajo que es la psicología social y clínica, que ha sido un campo en que cualquiera que sigue un cursillo (de los miles que se ofertan para ganar un poco de dinero) y de ahí, como no hay regulación alguna ni interna ni externa, mucho menos ética o profesional, el “nuevo psicoterapeuta” se ponen un consultorio, atiende gente y seguro le destroza la vida. De igual forma, muchos profesionales con educación formal no tienen claridad teórica ni práctica y hacen cualquier cosa con sus pacientes, eso sí pasando altas facturas! La gran mayoría de profesionales psi, no saben investigar, no saben escribir, no saben debatir y no salen de sus “torres de marfil” de consultorios. En la investigación que llevo a cabo, la mayoría de personas que fueron atendidas por profesionales psi, reportaron haber sufrido altos niveles de retraumatización. Por supuesto, hay muchos que sí entienden que su profesión es una gran responsabilidad profesional y ética y se han formado sólidamente para ello. Pero lo cierto es que son las excepciones.
Yo soy a mucho orgullo becaria Senescyt en Bélgica y me doy cuenta de nuestra mediocridad, que se la romantiza y justifica con escritos tan superficiales como éstos. Aquí he aprendido no solo a saber investigar, argumentar, todo lo que uno aprende en una verdadera academia. Y también ha sido un proceso de aprendizaje subjetivo muy profundo pues la condición de “otra” de “extranjera” siempre te cuestiona toda tus identidades, pero sin duda, tus orígenes se afianzan aún mas, lo que no siempre pasa con quienes no pueden ver más allá que lo que siempre conocieron. Tardaría mucho en describir toda mi experiencia, pero por el momento tengo claras dos conclusiones: 1) en Ecuador hay mucho que hacer y yo quiero contribuir a ello desde mi identidad como profesional latinoamericana y ecuatoriana pero con una diversidad de herramientas teóricas que aunque sean europeas, chinas,etc, no necesariamente tienen que ser eurocéntricas o neocolonizadoras, confundir esto es querer victimizarse y ellos solo nos hundirá en la mediocridad. 2) El gobierno de RC es el único gobierno que ha preocupado por una educación de calidad que nos libere finalmente no solo de la pobreza material sino también de la mediocridad académica y ética en las que ahora estamos sumidos, que en caso de los psicólogos y psicólogas se convierten en una práctica amoral que juega con la vida y bienestar de muchas personas, familias y comunidades.
Mmm….me parece que es mejor ver los hechos claros y simples. Todas las universidades antiguas del país nacieron de una cuna de profesores extranjeros que sembraron la semilla y que a su muerte entregaron a sus asistentes de catedra la tarea de evolucionar las nacientes instituciones. Si quieren un ejemplo dare el de la EPN que conozco muy bien, ésta universidad nació de profesores alemanes que formaron a los siguientes profesores tomando asistentes de catedra que fueron escogidos de entre los mejores alumnos y que a su vez hicieron lo mismo una y otra vez hasta que en algun punto por hilajes de los nuevas leyes educativas terminaron por desaparecer. Que es ahora esta institucion sino un elefante blanco que en angustia por cumplir con las exigencias de la nueva creada en su momento comision de aseguramiento de la calidad de la educación superior, jubiló a la mayor parte de sus docentes que no tenían el PhD para contratar no Phd sino aunque sea másteres, y lo peor con maestrías hechas en esa misma universidad. Mas indignante es que incluso ahora 2016 y desde el 2015 contrataron algo llamado técnico docente, son estudiantes con máximo 18 meses de recien graduados ( ese es un requisito para entrar a concurso por el puesto aunque no lo crean) para dar las materias de hasta tercer semestre de carrera ganando 1680 dólares. Y digo yo ¿cómo puede estar en categoría A?.
El hecho es que nosostros mismos nos hundimos o mejor dicho nuestos governantes nos hunden. No era mas logico hacer un plan de un lustro para reemplazo docente y tomar la buena práctica de los antiguos de obligar a que los docentes a jubilarse tomen asistentes de ncatedra que los reemplacen y a ellos mandarlos a profesionalizar al exterior??.. Hubiera sido mas simple yuyhv económico para el país porque como alguien dijo ahora las becas dan oportunidades a muchos que tienen el pensamiento ( lo digo porque lo he escuchado de muchos becarios) de que ” si me sale algo por allá me quedo y con lo que gane pago la multa del contrato con la senescyt”.
Lo peor es que muchos que han regresado solo con maestrías vienen a querer ser profesores no porque quieran sino porque es lo más fácil y si no me creen solo averiguen en las mismas universidades. Y como cuando las cosas se hacen mal siempre todo esta mal lo de los profesores extranjeros es igual de pésimo, y lo digo con conocimiento de causa ya que casi el 98% de estos profesores traidos ya sea por contrato o por el método prometeos son españoles. Repito no tengo nada en contra de que vengan profesores extranjeros al contrario es muy bueno siempre y cuando no sean los que no logran conseguir trabajo en sus propios países y vean aquí la oportunidad de sobrevivir ( lo digo porque en mi maestría en la universidad SEK un profesor PhD lo dijo asi tal cual talves para ponerle algo de gracia a la clase). Si hemos de mejorar será con nuestros propios pies y no con becas que lo único que hacen es invertir en algo inseguro eliminado a los que se van de la oportunidad de saber lo que es luchar por trabajar para obtener dinero para superarte y conseguir mejores trabajos, la idea de las becas esta bien siempre y cuando sea por otros motivos como el de darle oportunidades para abrirse al mundo y no regresar al país a que sigan viviendo de papa estado.