Agencia de Noticias UN
Bogotá, D.C.,
08 noviembre 2010
– Así lo afirmó Joan Martínez Alier, uno de los mayores expertos del mundo en el tema de la economía ecológica. “De esta manera se compensarían en algo los daños ecológicos que esta actividad produce”.
El docente de la Universidad de Barcelona sabe que una medida de este tipo necesitaría de un gobierno decidido a defender sus intereses nacionales ante la comunidad internacional. En su paso por la Universidad Nacional de Colombia, durante el II Encuentro Nacional de Economía Ecológica, habló sobre la necesidad de crear mecanismos más eficientes para salvaguardar los ecosistemas.
Agencia de Noticias UN: ¿Hay alguna forma de conciliar la minería a gran escala con el cuidado del ambiente?
Joan Martínez Alier: “Es algo muy difícil de lograr. Se debería primero reglamentar mejor la cuestión de los daños que se generan con la minería; por ejemplo, la minería de oro a cielo abierto se hace con cianuro, que debería estar prohibido. El parlamento europeo hace poco aprobó una resolución y una petición mundial para que se prohibiera minería de oro con cianuro, pero el oro está muy caro ahora y se seguirá extrayendo sin medir las consecuencias.
ANUN: ¿Cómo enfrentar esa situación?
JMA: Por ejemplo, en Perú hay protestas en todas partes. Allá se creó la Coordinadora de comunidades afectadas por la minería, quizá aquí surja algo parecido. Desde el Gobierno se deberían poner restricciones o cuotas a la exportación, poner impuestos a la exportación. Por ejemplo, el carbón del Cerrejón cuando se quema en Estados Unidos produce mucho dióxido de carbono, ese es un tema de cambio climático, pues acá se debería establecer un impuesto a la exportación de carbón que compense daños locales y también el daño internacional por la emisión de dióxido de carbón.
ANUN: ¿Es viable una propuesta de ese tipo con el ritmo actual de consumo de ese tipo de materia prima?
JMA: Primero que todo hay que ver que el boom minero no es solo en Colombia sino es una cuestión regional. Lo mismo está ocurriendo en Perú. En 2008 y 2009 bajó la demanda de minerales por la crisis en las economías del norte, pero ahora con la demanda de China y otras economías en desarrollo continúa la búsqueda de minerales, principalmente cobre, oro y hierro, y en el caso de Colombia mucha exportación de carbón. Muchos de estos se agotan, pues entonces hay que ir a buscarles en nuevos sitios. Valdría tomar medidas como la de formar una organización mundial de exportadores de minerales, que lograra vender un poco menos a un precio más caro.
ANUN: Expertos en el país dicen que materias primas, como los minerales, se están prácticamente regalando ¿Es así?
JMA: Sí, se están regalando. Desde el punto de vista de políticas públicas lo que se ve es que se están vendiendo los minerales a un precio bastante barato, se está cumpliendo con un dicho muy popular aquí en Colombia, “la regla de San Garavito”, venda barato y compre caro, y eso me parece una mala política. Se debe considerar que el boom no es de largo plazo. En el año 1936 el intelectual venezolano Arturo Uslar Pietri decía que había que sembrar el petróleo, pero no se ha hecho nada parecido, se ha exportado el petróleo como si fuera una cosa eterna y se han dilapidado de muchas maneras los recursos, sin crear una economía sostenible en ese país.
ANUN: Teniendo en cuenta el desequilibrio de poderes que hay en el mundo ¿sería posible lograr que los países ricos, con sus grandes economías, pagarán más por esos recursos?
JMA: En Europa la economía no está creciendo como antes, de todas maneras, el nivel de ingreso en Europa está entre 20 mil y 25 mil euros por persona al año, se puede vivir bien con eso. Como lo he explicado acá en la Universidad Nacional, lo ideal es que no hubiera más crecimiento en Europa, porque eso significa más de lo mismo, más importación de petróleo, de gas, de materias primas, y el mundo seguirá siendo como es. Estamos llegando a las fronteras de la extracción, ahí está como ejemplo lo que pasó en el Golfo de México con la BP (British Petroleum). Va a ocurrir lo mismo en la selva amazónica si siguen los cultivos como el de la palma de aceite. Es mejor una economía que en el norte ya no crezca mucho y que dé campo para que en el sur se desarrolle.
ANUN: ¿Y América Latina cómo debe responder a esa lógica?
JMA: Creo que en América Latina, debido a las muchas críticas que hay en torno a la economía extractivista a corto plazo, comienza a expandirse una corriente posextractivista. Ahora mismo hay un extractivismo fuerte como el de Alan García, en Perú, de vender barato, hay demanda y se vende. Hay un extractivismo más redistributivo, como lo que ha querido hacer Evo Morales en Bolivia. Él continúa vendiendo gas, petróleo, pero dice: “Lo voy a repartir mejor en lugares y regiones pobres”, etcétera. Pero hay varios líderes en estos países que están pensando en el posextractivismo, en sembrar para el futuro.
ANUN: ¿Es acertado darle un valor económico al patrimonio natural para evidenciar qué es lo que se pierde con actividades como la minería?
JMA: Creo que ayuda. Si uno dice “destruyes biodiversidad y esto es una pérdida económica porque allí habría valores utilitarios de plantas medicinales, etc.”, me parece mejor eso que nada, que decir que la biodiversidad no vale nada en dinero. Pero creo que los verdaderos valores muchas veces no se pueden expresar en términos de dinero, y aquí hemos hablado del valor del ecosistema para crear vida y para sostener la vida. Entonces el valor económico ayuda al argumento, pero el argumento tiene que ser más basado, quizá, en derechos de la naturaleza, o en valores de la ecología en sí mismos, ¿cuánto vale la biodiversidad como riqueza biológica? Valorar quiere decir dar importancia en lo histórico, lo cultural, lo ecológico, incluso en lo sagrado para las culturas indígenas.