17 de de noviembre 2016
La sonrisa es un gesto de buena voluntad, por eso la sonrisa de un niño hace aflorar su inocencia y bondad.
El presidente Rafael Correa, preguntó a la ministra de salud, “por qué vienen al Ecuador profesionales a operar a niños nacidos con labio leporino” y la repuesta no fue la apropiada. En concordancia con un criterio respetable pero explicablemente ignorante en un mandatario no médico, el ministerio de salud pública, no asesorando técnicamente al presidente da pie a una decisión incorrecta. De manera unilateral, revoca la decisión para que fundación Operación Sonrisa realice intervenciones de labio leporino, alveolo palatinas, reconstrucción máximo facial, paladar hendido.
Los pacientes serán operados por el personal del Ministerio de Salud Pública ha señalado la Ministra, aceptando a priori los cuestionamientos del presidente “por qué no podemos hacer nosotros todo eso. Por qué no podemos llevar un control y todo niño que nace con labio leporino se lo opera. Por qué todavía tienen que venir del extranjero a a ayudarnos. ¿Por qué no podemos operar nosotros con nuestra capacidad a los niños con labio leporino?”. La ministra y los altos funcionarios no han respondido con fundamentos técnicos. Parece que temen responder como se debe y confunden pregunta con cuestionamiento
La respuesta era simple. No existe capacidad resolutiva para asumir el desafío de la cirugía maxilo facial y sus complejidades en el país. Pese a los esfuerzos realizados, no cuenta el Ecuador con suficientes cirujanos maxilo faciales, y nuestros hospitales públicos carecen aún de los materiales y métodos para efectuar tal proceso. Se ha optado por una respuesta política y no técnica. Intentemos otros razonamientos:
La cirugía maxilofacial es una especialidad quirúrgica que incluye el diagnóstico, cirugía y tratamientos relacionados de enfermedades, heridas y aspectos estéticos de la boca, dientes, cara, cabeza y cuello. El caso de labio leporino, paladar hendido, fisura naso palatina y deformaciones dento maxilares y maxilo faciales son secuelas de deformaciones genéticas que se originan embrionariamente por la fusión incompleta de los procesos maxilar y naso medial, siendo uno de los defectos de nacimiento más frecuentes (aproximadamente, constituye el 15% de las malformaciones congénitas).
La cirugía maxilo facial es una especialidad odontológica de reciente formación en el país y la mayoría de odontólogos que se forman, lo han hecho en el exterior (promedio cuatro años de entrenamiento especializado) y en su gran mayoría trabajan en clínicas privadas. ¿Cuantos cirujanos maxilo faciales tiene el sistema público ecuatoriano? ¿Por qué no se responde primero esta pregunta para afirmar que el estado tiene capacidad resolutiva?
En el ámbito de la cirugía dento maxilar y maxilo facial se conoce que las operaciones de este tipo no son plásticas sino reconstructivas, es decir son estéticas pero fundamentalmente funcionales. El especialista adecuado es el cirujano maxilo facial – odontólogo porque la reconstrucción tiene implicaciones en el aparato estomatognatico fundamentalmente, dento alveolar y temporo mandibular. Si no se regenera la función masticatoria y temporo mandibular, los resultados pueden ser iatrogénicos, con consecuencias neurológicas severas. Se insiste en el mundo científico médico que el cirujano maxilo facial es el profesional competente. Se repite el interrogante ¿cuantos cirujanos maxilo faciales tiene el país? ¿Cuantos cirujanos maxilo faciales ha formado el estado ecuatoriano? ¿Cuántos cirujanos maxilo faciales trabajan en el ministerio de salud pública?
La cirugía reconstructiva craneofacial, cirugía del esqueleto de la cara, la ortopedia de maxilares por las características epidemiológicas y genéticas, se están incrementando además por los traumatismos cráneo-maxilofaciales producidos en accidentes que son ya problemas sociales con niveles de respuesta bajos, sino nulos en el sistema público del Ecuador . La cirugía maxilo facial es un problema con poca resolución en los países del tercer mundo, excepto Cuba que da gratuidad integral a tratamientos de cirugía maxilo facial y ortodoncia a toda la población.
La Fundación Sonrisa, como años antes el odontólogo maxilo-facial norteamericano Dr. Martin Dunn, han sido los responsables no solo de haber salvado miles de niños en el país con cirugías gratuitas para infantes pobres sino también formando profesionales. Hoy una decisión impensada y triste podría poner en riesgo la salud y la sonrisa de los niños.
Foto: El Comercio