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miércoles, abril 23, 2025

Mi voto en la segunda vuelta. Por Nayra Chalán

Por Nayra Chalán Quishpe

08 marzo 2025

Hago mías las palabras de una brillante mujer judía, Hannah Arendt, que en tiempos de guerra decía que “no cabe negar los hechos, están ahí y la única actitud digna y merecedora es reconocerlos como tales, lo contrario no es inocencia sino vergüenza”. Yo no quiero ser inocente, prefiero accionar y ser responsable de aquello, sin ningún cálculo político, porque en tiempos como estos no hay pretextos para defender, ni etiquetas, ni partidos políticos, ni referencias individuales, sino detener la tiranía de una clase a la que hoy parece que ya no le sirve la democracia para defender sus intereses.

Me cuesta, como a todos, dimensionar qué nos depara el futuro luego de una reñida segunda vuelta electoral entre dos partidos políticos, por eso, en un ejercicio de crítica que pretende ser justo y responsable con mi familia, mis convicciones ideológicas y el movimiento indígena, (en el que no tengo en este momento ningún cargo dirigencial) pongo las siguientes palabras para quién decida leer un largo texto.

  1. PITAK KANI, IMATA YUYANI

Nacida en 1991, hija de Aurelio y Ashuquita, ambos entregaron su vida en la Educación Intercultural bilingüe, él desde la administración y ella con los wawas, construyendo una pedagogía desde el aprender haciendo. A los 15 años ya tuve mi primer trabajo, pues la regla en casa fue “si deseas algo, trabaja para que te lo ganes”. En ese mismo año, el 26 de noviembre del 2006, el progresismo se volvió gobierno con Rafael Correa Delgado a la cabeza. Lo ratificaron en las urnas en tres subsiguientes procesos democráticos. En esas elecciones yo aún no estaba habilitada para votar, ¿Qué hubiera hecho yo con mi voto? a título de ser personal en una edad en la que contradecir a mis padres y la rebeldía era mi desayuno, almuerzo y merienda. Sin ninguna formación política, sin entender el sistema de partidos, ni el Estado, ni las relaciones de poder, ni el PODER, ni tener idea remota de economía; seguro que nada responsable. En 2010 termino la secundaria y migro a la ciudad capital. En 2011, con 20 años de edad, estoy vinculada a la juventud de la CONAIE y ECUARUNARI y participo de los diferentes espacios de movilización, marchas, plantones, concentraciones, asambleas, encuentros, espacios de formación política, escuelas. A la par de mi activa participación organizativa y de mi trabajo sigo la carrera de Comunicación Social en la Universidad Central del Ecuador. Paralelamente alimento mis conocimientos y mis argumentos, leo textos marxistas, de teoría crítica, filosofía, política, historia, literatura, etc. Lo básico para entender e interpretar la realidad en la que vivo y de la que soy parte, un deber y un sacrificio que siempre valdrá la pena hacer.

Han pasado catorce años desde que inicié una vida de militancia activa en la CONAIE y en toda su estructura, me reconozco en esta gran organización, por mi identidad étnica y de clase, pero sobre todo porque sé que soy una fracción de todas esas luchas ganadas, derrotas, aciertos y equivocaciones. Desde hace catorce años asumí mi responsabilidad con las luchas comunitarias, las autonomías territoriales, las luchas de las mujeres, la de los estudiantes, de los trabajadores, la lucha campesina, la lucha anti minera y desde el Movimiento indígena del Ecuador (MIE) como mi trinchera. En este tránsito también tomé responsabilidad en el Movimiento Pachakutik, por quien cargo la bandera para cada campaña electoral, y a quien entrego mi voto pese a que la práctica de la dirigencia, el oportunismo de los que ostentan cargos públicos por voto popular y por la misma cuadratura del sistema de partidos, nos ha traído grandes decepciones. Yo creo que este mundo va a cambiar transformándonos a la par desde adentro de las organizaciones, por eso me quedo acá y no cometo la irresponsabilidad de juzgar desde afuera, como si de otros fuese la tarea de cambiar un mundo injusto y violento, como si solo otros tuvieran que ser consecuentes, coherentes, éticos. Con todo ese derecho de haber puesto activamente mi trabajo, tiempo y personas en esa construcción colectiva me siento en el derecho de poner mi voz y cada vez que lo hago procuro que este cargada de argumentos y con información contrastada, para que mi opinión no sea impulsada por las emociones sino por la razón, en todo esto siempre dejo cabida al error.

  1. LA REPRESIÓN COMO MECANISMO DE CONTROL

Los gobiernos de turno, hasta el sol de hoy, bajo las reglas de este tipo de Estado, de modelo económico, de democracia y de justicia, comparten características reprochables: son extractivistas, usan la violencia para legitimar su poder y fabrican un enemigo interno para validar su política; el progresismo y la derecha han hecho uso de estos recursos contra el MIE y contra la protesta social. Nos han estigmatizado como: “cuatro pelagatos”; “vayan a mandar en sus casas”; “indios terroristas” “acá la CONAIE no va mandar” “deberían estar presos por delincuentes” “deberían sacrificar al Iza” y así un largo listado de improperios contra la CONAIE y su dirigencia. Lo más grave, las vidas que estos gobiernos se tomaron a pretexto de defender la democracia y el interés nacional. El gobierno de Rafaél Correa le debe al país cuatro vidas: la de Edison Cosíos, José Tendentza, Bosco Wisum y Fredi Taish ¿habrán más? En mi círculo cercano también hay víctimas: mi amiga Cecilia M. que estuvo a punto de perder un ojo y mi vecino Manuel P. que perdió los dientes, ambos víctimas de la brutalidad policial en medio de protestas sociales. En el 2015 la policía entró violentamente a la casa de mi familia, golpearon y gasearon a niños y adultos sin distinción: mi madre Asunción Quishpe (educadora y agricultora) y mi tía Hortensia Chalán (agricultora), ambas víctimas de persecución judicial que duraron años. Persecución, cárcel y criminalización de decenas de personas fue el contraste a las obras de infraestructura promovidas en los periodos de gobierno de Rafel Correa.

Luego de esa “década ganada” para ellos; dolorosa para nosotros, vinieron cosas peores para otras familias. Lenin Moreno le debe once vidas al país (Edison Mosquera, Silvia Mera, José Chaluisa, Marco Oto, Segundo Inocencio Tucumbi, Gabriel Angulo, Abelardo Vega, Raúl Chilpe, Edgar Yucailla, Vitor Guaillas y Andrés Durazno). Guillermo Lasso, por su lado, debe responder por las vidas de Byron Guatatuca, Henry Quezada, Johnny Félix, Franco Íñiguez, José Villa, Juan Sisalema y Alba Bermeo. Ocho personas que resultaron asesinadas en contexto de movilización y lucha territorial, asesinatos que no han recibido investigación peor justicia. Entre el Gobierno de Moreno y Lasso tienen a su cargo alrededor de mil seiscientos heridos por la violencia estatal, un centenar de personas mutiladas, derivado de las protestas de octubre 2019 y junio del 2022. Incontables jóvenes, adultos, adolescentes y hasta un niño fueron acusados de terrorismo.

En un año y un poco más de gobierno, Daniel Noboa y su “conflicto armado interno” debe responder por las desapariciones y asesinatos de Josué, Nehemías, Ismael y Steven, y por 27 personas más que han sido desaparecidos de manera forzada; eso mientras los capos del narcotráfico aun sigue sin ser localizados. También debe responder por las grabes heridas contra Mesías Robayo, nueve defensores del territorio el agua y la vida condenados a la cárcel, y al rededor de dos centenares de criminalizados por defender su territorio contra proyectos mineros que se instalan de manera criminal. ¿Y las víctimas de los años antes al correísmo? Quién se conduele y llama a rechazar a los artífices de esos crímenes. Los centenares de vidas en los 200 años de república son el doloroso retrato y la frágil memoria de que la clase económica y política de este país se consolidaron sobre la base de la explotación y la vida de indios, negros, trabajadores y trabajadoras, desechables y reemplazables: miles y miles,

incontables, INVALUABLES. Salir del régimen de hacienda mediante el cual se erigió la clase terrateniente a la que pertenece el actual presidente Daniel Noboa, le costó la vida a mucha gente que ya ha sido olvidada y borrada de la memoria colectiva.

La autodenominada izquierda (progresismo) cometió errores políticos, ideológicos, morales y éticos absolutamente cuestionables; víctimas mortales, persecución, represión, insultos. Creo que en el ejercicio de la autocrítica (si es que la tienen) deberían asumir su responsabilidad y corregirlos en los espacios de poder que aun ostentan. También creo que tiene el deber de sacudirse de sus posturas conservadoras, clasistas, racista, caudillista, machistas. Sacudirse de la derecha que tienen en su seno (sé que es pedir mucho).

  1. LOS DERECHOS DE PUEBLOS Y NACIONALIDADES

El Estado Plurinacional es una propuesta de país construido en un documento de 52 páginas llamado “Proyecto Político de la CONAIE”, una propuesta que parcialmente se vio reflejada en la Constitución del 2008, lo cual es un avance muy importante para los pueblos y nacionalidades: el derecho a la comunicación comunitaria (Art.16 y 17); a la Consulta Previa, Libre e Informada, la inalienabilidad, inembargabilidad e indivisibilidad de nuestros territorios, la administración y conservación de los recursos naturales, el ejercicio de la autoridad y sobre la Autodeterminación (Art. 57); reconoce la democracia comunitaria (art. 95); al derecho a la resistencia (Art 98); justicia comunitaria/indígena (Art. 171); La gestión del agua será exclusivamente pública o comunitaria (Art. 318); la propiedad comunitaria (Art. 329) reconocimiento a la economía comunitaria (art 267 y 281); derechos de la naturaleza (Art. 71 y 72), entre otras. Para que esto se concrete en la Constitución del 2008 fue necesario una multiplicidad de movilizaciones, asambleas, debates y la Constituyente de Montecristi, en donde el partido oficialista tuvo 73 votos de 130, Pachakutik 4,  Partido Sociedad Patriótica 19 y el PRIAN 7, texto que luego pasaría a ser aprobador por voto popular el 28 de septiembre del 2008. Detrás del SÍ, que ganó con el 63.93% estuvo Alianza País, la CONAIE, PK, MPD y PRE; mientras que detrás de la promoción del NO a la nueva Constitución, que perdió con el 28.10% de votos, estuvo el PSC con Nebot a la cabeza, PSP con Lucio Gutiérrez y PRIAN con Álvaro Noboa (hoy ADN). Hay que reconocerles a Alianza País sus votos en el avance de derechos, sin embargo, los vicios en el ejercicio del poder nublaron la posibilidad de construir un proyecto de país justo y equitativo con participación activa de las organizaciones sociales, estudiantiles, sindicales, campesinas e indígenas. Que quede claro que el proyecto económico y político de la clase terrateniente, de la oligarquía ecuatoriana y la derecha no son compatibles con el proyecto político de los pueblos y nacionalidades, ni han merecido la atención, ni el tiempo y peor el esfuerzo en fortalecerlos, más todo lo contrario, buscar sacarlos de la constitución. Les dijeron un NO a los derechos de pueblos y nacionalidades, un No a los derechos de la naturaleza. ¡Esto merece nuestra memoria!

POR AHORA, LA PIEDRA EN EL ZAPATO PARA DETENER EL AVANCE DE LA ULTRADERECHA ES EL PROGRESISMO

¿El trío Moreno, Lasso y Noboa son igual que el progresismo? No. ¿Luisa González y Daniel Noboa son los mismos? tampoco. En esta segunda vuelta, nosotros quienes hemos hecho de las calles y la resistencia nuestro lugar de lucha y de victorias, no vamos a elegir presidente o presidenta, vamos a elegir en qué cancha queremos pelear y evidentemente la cancha de la Revolución Ciudadana no es la misma que la de ADN. Nuestra lucha antiminera, antipatriarcal, antiracista, antineoliberal y anticapitalista está declarada.

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* Texto tomado del muro de Facebook de Nayra Chalán Quishpe.

* Foto de portada tomada del archivo personal de la autora.

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PENSAMIENTO CRÍTICO
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1 COMENTARIO

  1. La repetición de la misma falacia de siempre: “Noboa es de ultraderecha” y “Luisa es progresista” y el recuento de los muertos y heridos de la supuesta “ultraderecha” y claro se olvidan de los muertos y heridos con el gobierno de Correone.Y el peor olvido, con Luisa y con Correone no habrá elecciones democráticas en 20 o mas años y por tanto el sector indígena que esta siendo otra vez engañado por esta tendencia no tendrá la menor oportunidad. Pero sobre todo Luisa desdolariza y nos llevara a una hiperinflación como Venezuela. Hasta la miseria siempre.

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