Papá, ¿Cualquiera puede ser presidente?

Por Hugo el búho

En este país, sí hija. Cualquiera. Bueno, cualquiera que tenga mucho dinero. Puede ser un ignorante, un delincuente, un evasor de impuestos, un cambalache siglo XX o XXI. A su corta edad, ella intuye que nos gobierna alguien con pocas luces, trastornado, misógino, caprichoso y que vive en una burbuja de cartón. No existen las burbujas de cartón, pero por las acciones de este gobierno todo es posible. Todo.

¿Y por qué lo eligieron si es un bueno para nada?

La respuesta es muy complicada. Se parece a esa pregunta que me hiciste el otro día: ¿Por qué la gente escucha tanto reguetón si sus letras -en su mayoría- son pura porquería? Lo único que te puedo decir es que el presidente es un reguetón mal bailado. No está mal bailar reguetón, pero si lo vuelves parte de la vida cotidiana nunca entenderás lo que es la belleza. Y el que gobierna o dizque gobierna, es una fusión entre reguetón, plátano mosqueado, tik tok mal editado y mentalidad de tiburón.

Esa es la muestra de cuando un papá no tiene ni idea cómo responder a preguntas simples de sus hijos. Lo importante es que la pequeña se da cuenta que algo huele muy mal en Carondelet. Ella sabe que ese gobierno está podrido de pies a cabeza y de Daniel a Noboa.

¿Inhabilidad mental? Pero claro. En público no se puede mencionar aquello, porque le dan argumentos al caballero para que la Fiscal salga “imperitosa” a defenderlo. Pero en privado, todos comentamos que ese pobre ser tiene en su cerebro un mono con un par de platillos que se despierta cuando se mira al espejo. En su trabajo, en el hogar, en el bus, la gente lo dice sin problema: ¡Cómo se puede ser tan idiota!

Y después de leer que a la periodista Alondra Santiago le revocaron su visa por “actos que atentan contra la estructura del estado y la seguridad pública”, ya no quedan dudas. Nos gobierna un chimpancé que heredó muchos billetes, pero que se le cayeron los sesos en el camino.

Así las cosas. La libertad de expresión en el país se va disolviendo. Las voces críticas quieren ser acalladas como sucedió con los Irreverentes. Ahora es Alondra, mañana será cualquiera que se atreva a cuestionar o burlarse de la majestad del poder.

Quedan avisados. Si escuchan el Himno Nacional, de pie en seguida, pongan cara de orgasmo atrasado y repitan sin chistar: a millares surgir. No cuestionen al representante del banano en la tierra, no insulten a sus extraterrestres ministros, no duden de su inteligencia superior ni de la guerra interna. No piensen que está en el poder solo para enriquecer a su familia y amigos.  Él nos salvará de este caos. Sólo él y su plan fénix, que, no lo duden, algún día aparecerá.

Y así, hija. ¿Cualquiera puede ser presidente? Qué te diré.

“Nos gobierna un chimpancé que heredó muchos billetes, pero que se le cayeron los sesos en el camino”.

Fotografía de portada: Tomada de la Web.