POSIBILIDAD DE UN PUNTO DE INFLEXION
Napoleón Saltos Galarza
Quito, 25 de marzo de 2012
La Marcha por el agua, la vida y la dignidad, convocada por la CONAIE y realizada entre el 8 y el 22 de marzo, puede significar un punto de inflexión en el tiempo político de nuestro país.
Rediseña la cancha de la lucha política: no se reduce al juego de espejos entre un polo oligárquico (los pelucones, la partidocracia, la prensa corrupta) y el gobierno; sino que presenta un polo democrático popular, liderado por el movimiento indígena.
Rediseña la agenda: escapa al juego mediático de la agenda impuesta por las sabatinas y seguidas en reflejo por los mass-media, coloca en el centro el debate sobre el modelo económico y político, sobre el extractivismo y la represión. Construye un nuevo imaginario que se mueve en la disyuntiva “agua u oro”; y empieza a ganar el corazón y la mente de la gente: la simpatía creciente con la marcha obligó al régimen a rever su estrategia primera de descrédito y cerrazón, hasta tener que recibir a la delegación de la marcha en el Parlamento.
Rediseña la estrategia de los levantamientos que podían crear una imagen de confrontación desestabilizadora propagandeada por el régimen para desacreditar la lucha social, y la desplaza a la forma de la “marcha”, más propia de la experiencia indígena boliviana, lo que permite una acumulado de apoyo y de simbolismo que se prolonga durante los 15 días de la marcha a lo largo de la serranía sur.
El movimiento indígena regresa al centro de la escena después de una etapa difícil de crisis interna, de desgarros producidos por cálculos y negocios coyunturales. Regresa a la cabeza de una incipiente unidad popular en torno a un programa-mandato de 19 puntos, que recoge las demandas más sentidas de los diversos sectores populares en resistencia. Regresa todavía asediado por las sombras de los cálculos electorales, pero con la sabiduría para sostenerlos en el límite.
Este regreso tiene un antecedente en la conducta del movimiento indígena y de los trabajadores ante el 30S: una línea de autonomía tanto ante el régimen como ante las calenturas desestabilizadoras de debilitados grupos de la derecha oligárquica. Y luego en la postura ante la Consulta de mayo del 2011, en donde se traza la tendencia del mapa de fuerzas: el NO triunfa precisamente en las provincias en que hay fuerza organizativa del movimiento indígena y de los trabajadores y que serán el escenario del respaldo masivo a la marcha.
En este juego a tres bandas, el régimen mueve las fichas que hasta ahora le habían permitido consolidarse: prolonga hasta el límite la pugna con “El Universo”, para sostener el imaginario en torno al enfrentamiento al poder mediático de la “prensa corrupta”. Pero se encuentra ante la resistencia de la red internacional del poder mediático. Intenta un respaldo internacional que contrarreste esta campaña y logra un amplio apoyo de las voces progresistas a nivel internacional; sin embargo se ve obligado a retroceder ante el desgasta internacional. Esta situación se agudiza con al affaire de la “narco-valija” que muestra la endeblez del aparato de Estado ante las maniobras del narcotráfico, en donde aparecen enredados la hermana del Presidente, Pierina, así como uno de los alfiles del régimen, el Ministro de Relaciones Exteriores, Ricardo Patiño. Mientras el régimen se debilita en este flanco, se ve enfrentado a una nueva ofensiva desde el flanco democrático popular con la convocatoria a la Marcha por el agua, la vida y la dignidad.
El régimen responde con tres acciones: la acusación de intentos desestabilizadores, de intenciones electoralistas y de hacer el juego a la derecha, tratando de mantener el juego dentro del enfrentamiento binario gobierno-oligarquía y evitar que los movimientos sociales rebasen la trampa del mal menor. Y además, el montaje de contramarchas que contengan el empuje de la acción social; y un débil intento de medidas represivas, sobre todo en el punto de partida, con la prohibición de permisos de circulación del transporte contratado por los indígenas. Empero estas tácticas se van desgastando. Unas por el peso simbólico del movimiento indígena y la acumulación de las luchas de resistencia a la minería. Y las otras porque se trata de contramarchas tuteladas por el Estado y, por tanto, carecen de poder de consenso.
El Mandato abarca 19 puntos, articulados en torno a cuatro ejes: la resistencia antiextractivista y la defensa del agua y de la vida; la denuncia de la represión y la criminalización de las luchas sociales y la defensa de la dignidad de los pueblos y de los derechos de los trabajadores; el rechazo al autoritarismo y la demanda de consultas previas para las decisiones de explotación de los recursos naturales; la exigencia de una revolución agraria. Dos líneas de argumentación: una que se mueve en la disputa del sentido de la Constitución de Montecristi, la demostración de las violaciones de las visiones garantistas sobre todo en la defensa de los derechos de los pueblos y de los trabajadores, así como de los derechos de la naturaleza; y una segunda, que disputa el sentido del “sumak kawsay”, como una visión política ligada indisolublemente a la construcción del Estado plurinacional. De esta forma se abre una agenda programática con capacidad de disputar el sentido de los cambios.
El Parlamento recibió el Mandato, pero no hay condiciones para una respuesta favorable del régimen a los puntos fundamentales, pues se trata de una oposición en los puntos sistémicos del modelo. Se abre un período de vigilancia, de construcción de la unidad de los sectores populares con el liderazgo indígena y de la preparación de nuevas jornadas de movilización.
No hay todavía claridad en la respuesta de los sectores populares ante las próximas elecciones. El régimen buscará acelerar este escenario, pues sabe que allí está su fortaleza, aunque hay signos preocupantes de debilitamiento del respaldo electoral al proyecto País.
Estimado Napoleón
Totalmente de acuerdo con tu análisis, sin embargo, creo que es necesario también analizar al interno de las organizaciones sociales, y preguntarle al sector indígena, cual será el camino que tomarán ante las próximas elecciones, ojala no se vuelva a reeditar el apoyo a oportunistas, improvisados y a los causantes de la actual crisis que vive el país, que apoyaron totalmente al actual presidente dejando de lado una candidatura salida de los movimientos que históricamente han lucha por un Ecuador justo, equitativo, solidario. Tu sabes que la lucha social no es coyuntural, necesitamos una plataforma de lucha sostenible en el tiempo.
Muy bueno el análisis…
Exiten más preguntasque respuestas:
Todo este complejo proceso de manifestación Indígena ¿nos conduce a Un Empoderamiento Social para ir construyendo un Sano Socialismo, capaz de controlar el Poder Económico, Capitalismo salvaje, antihumano y antitcirstiano:.. Vampiro que chupa la sangre y nos retoralimenta…
Y, el Poder Estatal, Estatimso…?
¿Qué Utopías viables podemos ir constuyendo en este complejo proceso?
¿Qué Democracia Verdadera estamos construyend las/os ecuatorianos…? (Correa pasará…)
¿Cuál es el Proyecto alternativo de Naciaón que estamos construyendo…?
Vayamos al cogollo… Al grano…