Tomar partido por un bando acribillando al otro es anular la posibilidad de conversar, escoger un lado de la batalla es darle la espalda a la grieta que la posibilita, la que construye el sentido de la lucha y por donde se ve el camino que no se ha de repetir. ¿Cerramos todo, quemamos como nos quemaron, jugamos el juego que nos censura, o re inventamos el de la discusión y el debate?
En las últimas décadas, el movimiento de mujeres sacudió Latinoamérica, rebasó la exigencia de la participación política institucionalizada (equidad, paridad y secuencialidad en las...