Con la crisis pandémica de 2020, el modelo chino reveló estar mucho mejor organizado económicamente para soportar la emergencia global. Estados Unidos, Europa, América Latina y otros países prendieron la máquina de hacer billetes para soportar casi dos años de reajustes comerciales.
El deporte de competencia y la política tienen una relación interesante, muchas veces con historias cargadas de polémica, un reciente intento de boicotear las olimpiadas en China era un presagio del conflicto de Rusia con el gobierno de Kiev.
Es evidente que los resultados del viaje presidencial son limitadísimos, no sobrepasan el plano de las intenciones, pues el petróleo sigue empeñado, los plazos e intereses de la deuda con China son los mismos que contrató el correísmo, no lograron atraer un solo centavo de los inversionistas y la apertura comercial está por verse.
“Cuando los tigres pelean en el valle, el mono inteligente espera para ver cómo termina”, decía Putin en junio de 2019, en medio de la guerra comercial de EE.UU. y China.
Los conceptos postmodernos de resistencia al poder, al Estado, a la vigilancia, a la hegemonía cultural, chocan con el nuevo y moderno sistema de control social de China que –a pesar de lo que digan los teóricos liberales de izquierda y derecha– son menos dramáticos que la vigilancia policial de los países del mundo desarrollado y subdesarrollado:
Después de un año de la explosión pandémica es concluyente que China, Rusia, algunos países orientales y Cuba lograron solucionar las necesidades básicas de la población referentes a la alimentación y servicios públicos. En la mayoría del mundo occidental se aplicó económicamente el sálvese quien pueda y un vacuo clientelismo. Las reglas de control biopolítico fueron dirigidas a la coerción, restricción, cuasi encarcelamiento y solo en una parte insignificante a la salud. Las grandes potencias que tienen posibilidades solucionar las necesidades económicas de la gente, han operado más bien para el salvataje del sector privado. Los gobiernos de la periferia han recurrido al salvataje privado a través del endeudamiento público y sus políticas han creado una psicosis generalizada.
A día de hoy, EE.UU. sigue siendo la principal potencia mundial aunque está siendo desplazada en varios asuntos estratégicos por China, con la que se disputa la hegemonía mundial. De 1944 a 1991, EE.UU. consolidó el imperialismo financiero y venció a la Unión Soviética en la guerra fría. El capitalismo tiene varias fracturas irreparables y desde 2008 ha caído en una crisis hasta ahora insuperable, peor con la pandemia en la que varios mercados fueron bloqueados y se contrajo la producción. La reacción ciudadana se reactivó con las movilizaciones mundiales desde agosto y entraron al corazón de norteamericano con el asesinato de odio a George Floyd.
Hace 20 años, el despegue económico de la RPC no parecía un problema en el patio trasero. En 2000, las exportaciones de Sudamérica a EE.UU. sumaron $ 48.759,1 millones, mientras que a China alcanzaron los $ 3.449,9 millones; las importaciones a la región, provenientes de esos dos países, sumaron $ 34.032,7 millones y $ 4.664.4 millones, respectivamente ?según la base de datos Comtrade de Naciones Unidas. El descuido diplomático del espacio sudamericano y la pérdida de competitividad de la industria norteamericana fueron aprovechados por la RPC y, dos décadas más tarde, la región es un patio en disputa.
Por Francisco Escandón Guevara*
La historia del Ecuador registra un sinfín de agresiones sufridas por la voracidad de las potencias imperialistas. Desde hace siglos atrás...
La centralidad de Europa y EE.UU. suman casi dos siglos. Desde el año 2018, EE.UU y China entraron en Guerra Comercial y en el año pandémico, 2020, China corona la hegemonía económica mundial.
La guerra económica de EE.UU. y China va tomando el cariz de permanente. En el escenario de crisis, primero el gobierno chino acusó a EE.UU. de diseminar el virus en Wuhan usando soldados estadounidenses, ahora Trump le imputa a China.
¿Cuál es la relación entre el Coronavirus y el pangolín? Pareciera ser que los Coronavirus presentes en los murciélagos, que son su reservorio natural, se deben haber encontrado en los mercados de animales silvestres de China con los Coronavirus de los pangolines importados de contrabando de Malasia. Ahí, la recombinación entre los virus ha dado lugar a una nueva cepa de Coronavirus transmisible al hombre.
A propósito de la crisis en Venezuela, muchos creen que el imperialismo norteamericano se está abriendo en grietas y que un supuesto imperialismo chino...