El coronavirus dejó de ser una amenaza y ahora es una realidad objetiva. Las medidas preventivas adoptadas por el Estado fueron insuficientes, el covid-19 logró introducirse al país sin que medie un protocolo médico obligatorio aplicado a todos los viajeros.
El coronavirus, como enfermedad de control político y terror mundial, puede ser cotejado con padecimientos de mortalidad mayor y que pasan desapercibidas por la normalización y el silencio gubernamental.
Por error de buena o mala fe, en varios artículos de prensa y radio, se presenta a ciertos líderes indígenas ecuatorianos como contrarios a las ideas de José Carlos Mariátegui (1894-1930). Vale la pena hacer algunas precisiones al respecto.
Más de cinco millones de trabajadoras y trabajadores, en el Ecuador, no cuentan con un empleo fijo ni alcanzan a ganar un salario básico al mes. Viven día a día. ¿Qué sucede con ellxs ante la cuarentena impuesta para evitar el coronavirus? Luis Ángel Saavedra nos narra la realidad de dos de esas personas y sus familias.
El gobierno de Lenín Moreno desempolva las viejas fórmulas neoliberales. Al compás de su tibio discurso justifica el intento de paquetazo culpando a Rafael Correa, a los bajos precios de cotización del petróleo, al desplome de las bolsas de valores y hasta a la propagación del coronavirus.
En Latinoamérica, ante la gran ola de movilizaciones, primero se disparó la teoría conspirativa del Castro-Chavismo, luego la del Foro de Sao Paulo y más tarde la enfermedad levemente imaginada por Orwell, Bradbury, Camus, Saramago: el coronavirus. Estas últimas teorías ficcionales se convirtieron en protagonistas de la crisis mundial, mientras el verdadero origen, el capitalismo, era ocultado.
Por Juan Cuvi*
Después del levantamiento de octubre, el movimiento indígena se ha convertido en monedita de oro electoral. El que menos quiere arrimarse a...
Cuando se presentan epidemias, la reflexión filosófica emerge en la sociedad porque la muerte y el miedo configuran escenarios tangibles que se apoderan de colectivos humanos ante la inminencia de lo fatal, es un momento de la existencia donde la levedad del ser y la nada configuran el todo.
Por Jaime Chuchuca Serrano*
Con el desarrollo biotecnológico, el coronavirus es parte de una familia de tecnologías de poder que han aparecido en los laboratorios...
El lunes pasado, durante la velación de los restos de Ernesto Cardenal, una turba de garroteros oficialistas irrumpió en la catedral de Managua al grito de “traidor”. Agredieron a familiares y amigos cercanos del poeta, golpearon a varios periodistas que cubrían el evento e intentaron profanar el ataúd.
Por Ileana Almeida*
Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía, afirma que sobre los países con grandes recursos naturales pende la maldición de la pobreza, porque...
La renovación etaria de los liderazgos políticos no conduce en sí misma a un cambio en la cultura política del país o al interior de los partidos y movimientos; como tampoco asegura mejores prácticas para la consolidación de una democracia moderna, totalmente distinta al membrete que se usa en Ecuador.
Artículo que vincula las deficientes prácticas políticas del Estado colombiano en general, con los posibles que podría ocasionar la expansión del covid-19 en todo el territorio de ese país.
El progresismo es la izquierda posible en los actuales momentos a nivel latinoamericano. La única alternativa con futuro en la región es el Progresismo Latinoamericano. Contra él apuntan todas las armas del establishment, de la democracia liberal, del neoconservadurismo mundial.
Pandemia es el capitalismo, no el coronavirus. No obstante, la Organización Mundial de la Salud (OMS) acaba de emitir una alarma que someterá al mundo entero a esa perversa ecuación comercial entre pánico y consumo. Como tantas otras veces en la historia, las gigantescas corporaciones médicas harán su agosto vendiendo mascarillas, medicamentos, tratamientos e insumos de laboratorio.