La imagen de JuanFer como candidato a la Presidencia del Ecuador logró sorprender en la ridícula sábana electoral de 16 binomios, gran mérito en una realidad que colisiona con lo burdo, pero resonó como una onda expansiva de repudio entre los trabajadores de las artes.
Desde chiquita quería ser Presidenta. Dicen que su abuelo la convenció de aquello, y ella, desde ese momento, solo soñaba con una banda presidencial que bajaba del árbol más grande de Loja; y, claro, María Paula, trepaba y trepaba hasta llegar a la cúspide. Contó el sueño a medio mundo y, desde ese instante, sus conocidos le dicen “la trepadora”.
La pandemia golpea y más estupor causa la conducta humana que transita sin piedad ante el dolor, se confabulan prácticas inmorales y quehaceres políticos.
Al paso que va la política ecuatoriana, vamos a terminar suscribiendo las tesis de Francis Fukuyama. Obviamente, aplicándoles algunas adecuaciones criollas. Si Fukuyama sostiene...