EE.UU. y sus acólitos de la OTAN libraron en Afganistán una guerra imposible de ganar. Invasores–tierra de insurgencias–guerras–invasiones, siempre fue codicia de imperios.
Entre 2001 y 2021, EE.UU. ha tenido victorias pírricas en la zona y ha determinado los rumbos políticos y militares de Afganistán, con graves pérdidas humanas y económicas. Los gastos superan los 820 mil millones de dólares desde 2001.
En gran medida EE.UU. ayudó a montar el régimen talibán, que hoy vuelve luego de dos décadas. El costo de las acciones anticomunistas de Estados Unidos lo paga el pueblo afgano y en especial las mujeres.