La Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo (Enemdu) hasta marzo de 2019 confirma que 4 de cada 5 ecuatorianos/as desempeñan actividades informales. El empleo adecuado pasó de 41,1% a 37,9% de la Población Económicamente Actica (PEA). En el 2019, 261 767 trabajadores pasaron al subempleo o al desempleo.
El ya confuso concepto de empleo no adecuado (que agrupa el subempleo, empleo no remunerado y otro empleo no pleno) se incrementó a 4’641 471, es decir hay 214 mil 732 nuevos trabajadores en la informalidad.
Según esta encuesta, el desempleo habría pasado del 4,4% al 4,6%, es decir, de 360 800 a 377 200 personas. Aunque las cifras no son claras por los rangos de la informalidad, no obstante, se puede asegurar, sumando el desempleo oculto (trabajadores no remunerados y el Otro empleo no pleno), que tenemos 494 500 desempleados, el 6% de la PEA y no el 4,6% como dice el gobierno. En los mismos cálculos del INEC, en Quito el desempleo asciende al 9,7% de la población.
Las personas que no tienen seguridad social pasaron al 58,6% en marzo 2019. Al momento, 6 de cada 10 ecuatorianas/os no gozan de seguridad social y posiblemente tampoco de jubilación. En esta situación, con un IESS quebrado, Granda quiere ampliar los años de aportación y la explotación de nuestros adultos mayores.
Por si fuera poco aterrador el panorama, el ingreso promedio del empleo adecuado e inadecuado es de 320,5 dólares. En el caso de las mujeres 285,4 dólares y en el de los hombres 341,4 dólares. En consecuencia, la mayoría de los ecuatorianos/as ni siquiera gana el salario básico unificado de 394 dólares. La canasta básica de 719,88 dólares se hace inalcanzable para la mayoría de hogares.
A pesar de todo esto, el gobierno quiere aplicar una reforma laboral para precarizar aún más a los trabajadoras/es. Las políticas del Fondo Monetario Internacional de quitar subsidios, subir el IVA, despedir personal (al momento 80 mil despidos)y bajar la jubilación augura un real peligro para los derechos humanos de los ecuatorianos/as. El próximo primero de mayo los trabajadores medirán sus fuerzas y capacidad de organización.
*Abogado, licenciado en Filosofía y magíster en Sociología. Actualmente, docente de la Universidad de Cuenca.