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jueves, noviembre 21, 2024

YASUNÍ: OBSOLESCENCIA DE UNA INICIATIVA, OTRA VERDAD INCOMODA. por Tomas Rodríguez león

Los muertos de los blancos olvidan la tierra en que nacieron cuando desaparecen para vagar por las estrellas. Los nuestros, en cambio, nunca se alejan de la tierra, pues es la madre de todos nosotros. Somos una parte de ella, y la flor perfumada, el ciervo, el caballo, el águila majestuosa, son nuestros hermanos. Las escarpadas montañas, los prados húmedos, el cuerpo sudoroso del potro y el hombre

Jefe  de la tribu Suwamis en 1855  respondiendo a G Washington,

 

La sensación es evidente,  el Gobierno se enfrenta a una irresoluble soledad en el  tema ambiental,  su discurso técnicamente, es no creíble,  nadie puede ser militante de la Pacha Mama  siendo un  creyente de la petroeconomia. Habiendo reconocido que se renuncia a una  propuesta revolucionaria por  la naturaleza y por su naturaleza,  asumimos  en consecuencia que el plan B, por osmosis, es contrarrevolucionario y contra la naturaleza ¿que hace Fander  adentro?

La militancia  ecológica   fuera del régimen  se apresta a tomar las armas, la militancia ecológica del planeta  ya sabe del Yasuní, mientras  un susurro de culpa endilga responsabilidades al mundo. Siempre fue así, es mas fácil amar a la humanidad que a nuestros semejantes próximos o responsabilizar a otros de nuestros problemas y mejor si el otro esta en los linderos  anchos y ajenos de la tierra

 Es verdad,  en el fresco  verano nacional, el Gobierno se enfrentará a  lastres  políticos y económicos inminentes. El tema de Yasuní es grave  no solo por las consecuencias ecológicas sino porque en este instante el gobierno desmonta el todo eje movilizador.  Cerradas las válvulas de la misión solidaria Manuela Espejo que  va relegándose a un buen recuerdo y un pronto olvido, el  estimulo ecológico  que había motivado una  actitud de consenso y unidad sobre todo en la niñez y en la juventud, es ahora cátedra suprimida en la pedagogía de la conciencia social. Si algo saben los jóvenes es lamentar  para luego repudiar a quienes lo defraudan en las ilusiones instaladas

La izquierda que  casi se desploma,  encuentra una razón de vida, porque lo laboral y lo ambiental le son esenciales pertenencias ideológicas y el gobierno  luego de esto,  se verá obligado a ser mas sincero respecto a su ubicación espacial pues ya agotó toda mancha rojiza de la pequeña escarapela y hasta lo verde le será incomodo ¿será por eso que el señor presidente, con leva y corbata  por vez primera, anuncia el fin de la iniciativa Yasuní?

La crisis es mas seria de lo que asoma porque es  crisis de paradigmas: primero se afirmó una intención   que por lo menos se la vendió puertas adentro, pero luego en su negación y abordaje,  es asumida tan solo como un simple problema de comunicación, el mundo cruel no nos dejo  implantar una iniciativa revolucionaria  y la opción pragmática  reaccionaria   transmite una  imagen de pobreza conceptual que invoca a la pobreza social recuperando la  prédica populista de siempre: si no nos dejan explotar el Yasuní la miseria continuara. Casi como diciendo que  el petróleo del Yasuní es la ultima Coca Cola del desierto o el maná de Dios para avanzar a la tierra prometida

 Pero por primera vez, nuevas ofensivas mediáticas  del estado  estarán cotejadas con enérgicas contraofensivas de  los movimientos ecológicos de la izquierda  ambiental y social, así como  de  la conciencia espontanea sembrada por  las mismas consignas ahora renunciadas. Todo en una desventaja competitiva para el régimen; El discurso del poder  no ha  renovado  su catálogo de verbos y hasta  su correspondiente coro monolítico de portavoces, hace notar cierto desagrado.  Ha fracasado  con Yasuní una política de comunicación, porque aunque  logró pegar vendiendo a la audiencia un  mensaje sensible, un  amargo sorbo resulto el producto, es como  haber posicionado una marca exquisita de vino, que en la  esperada mesa  resulto vinagre.

Los reiterados anuncios  verdes, los  horizontes radiantes que aman la vida, los ciudadanos  bajo  el embrujo de las palabras, empiezan a dudar y el recurso de los pobres puede no ser,  porque si algo caracteriza a nuestros humildes es su natural adhesión  a la causa de la naturaleza. En los barrios más pobres, la presencia del árbol, del perro y del gato, configuran el imaginario de familia que ama la vida, al punto que son las mascotas  y el micro flora, parte de la distribución del escaso ingreso familiar

Puede  que  se haya abierto una grieta  en el Ecuador multicolor. Para un Gobierno que ha hecho de las cuestiones de imagen una obsesión,  y de la uniformidad una carretera  unidireccional, es verdad.  la tristeza puede ser profunda

 

lalineadefuego
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