El 2013 ha sido declarado por la ONU como el Año Internacional de la Quinua en reconocimiento a los pueblos andinos que han mantenido, controlado y preservado este pre cereal para las generaciones actuales y futuras, gracias a sus conocimientos, tradiciones y prácticas de vida armonizadas con la madre tierra, la naturaleza.
La quinua, conocida en los Andes desde hace 5.000 años se ha cultivado en una gran extensión territorial, desde la isla de Chiloé, en Chile, hasta las regiones andinas colombianas, pasando por las de Ecuador, Perú y Bolivia. Se trata de uno de los alimentos con los más altos valores nutritivos. Contiene proteínas de alta calidad biológica, aminoácidos esenciales, grasa insaturada, fibras y gran cantidad de minerales, y no contiene colesterol ni ácidos oxidáceos ni gluten. Además, es una planta resistente al viento, al granizo, a las heladas y al sol de las alturas. Por si fuera poco, sus flores son bellas, multicolores y perennes, cualidades que han permitido que ahora se exporten a Europa, Asia y Norteamérica.
Los españoles trataron de eliminarla pues la consideraron motivo de rituales paganos y demoníacos. Ahora los organismos internacionales la tienen como planta nacional de los quechuas y los aymaras, pues ha acompañado a estos a través de sus procesos históricos, pero, paradójicamente, los Estados andinos no reconocen a los pueblos indígenas su derecho a la nacionalidad. En Bolivia hay un ritual que se llama Puli-Pulis, en el que se canta a la siembra, al crecimiento de las hojas, al brote de las flores y al venteo de los granos, que brillan como la luz del sol. El excepcional poder alimenticio y curativo de la quinua y la belleza de sus flores han contribuido a su mitologización. Los quechuas la han considerado un ser vivo y en su lengua se la llama Quinua Mama (madre fértil, dadora de vida).
El cronista Bernabé Cobo escribió: “Del templo del Sol salían, como de centro, ciertas líneas, que los indios llaman Ceques; conforme a los cuatro caminos reales y en cada uno de aquellos ceques estaban las huacas y adoratorios, como estaciones de lugares píos, cuya veneración era general a todos. ( ) La séptima huaca se decía Sapi, que significa raíz: era una raíz muy grande de quinua, la cual decían los hechiceros que era la raíz de donde provenía el Cusco y que mediante aquella se conservaba dicha ciudad… Tenía ministros y sirvientes y hacíanla sacrificios…” De acuerdo a las concepciones de los quechuas-incas del Cusco, la raíz de la quinua simbolizaba a sus Ayar (antepasados) del lejano mundo de ultratumba, pero también al Cusco, la ciudad donde comienza la dinastía real. Los quechuas-incas creían que era el espíritu de los Ayar y guardaban su raíz en uno de los adoratorios del Cusco para garantizar la conservación de la ciudad y su gente.
Estimados compañeros, les comparto un power point elaborado por el Director Nacional del IEPS, Instituto de Economia Popular y Solidaria, medainte el cual presenta las directrices y lineas estrategicas del IEPS para el 2014. Pongan atencion en la parte sobre sobre priorizacion de sectores, señalan al sector rural como espacio para desarrollar a la AGROEXPORTACION y SEGURIDAD ALIMENTARIA y medinate esto la economia familiar campesina. Saquen sus propias conclusiones al respecto. http://prezi.com/srh1qwilb8o0/ieps-dic-13/